POR DENIS AGUILAR
daguilar@lahora.com.gt

Una encuesta realizada por el Organismo Internacional para las Migraciones (OIM), señala que la mayoría de niñez y adolescencia que migraron solos y que fueron retornados a Guatemala desde Estados Unidos y México reside en el área rural del país en condiciones de pobreza.

Los resultados de la encuesta demuestran que al menos el 76.8 por ciento de las familias de niños, niñas y adolescentes retornados a Guatemala son del área rural, las cuales están integradas en promedio como mínimo por seis integrantes.

El análisis también señala que 55 de cada 100 niños, niñas o adolescentes migrantes retornados residen en viviendas con piso de tierra y paredes de bajareque (cañas y palos unidos por una mezcla de tierra húmeda) o adobe. La OIM informó que este en un indicador de pobreza, que implica que los menores de edad están en riesgo de padecer enfermedades parasitarias y el mal de chagas.

De las familias de niños y adolescentes migrantes que viven en áreas rurales, solo el 19.7 por ciento tiene acceso a un inodoro conectado a algún alcantarillado. El 73.41 por ciento restante utiliza letrinas o inodoros de fosa séptica, entre otros sistemas.

Otro dato que la OIM destacó en su investigación es que el 83.7 por ciento de las familias de la niñez y adolescencia retornada son propietarios de sus viviendas. El porcentaje de mujeres que son dueñas del inmueble se reduce.

Según la entidad, las familias de los menores retornados se enfrentan a condiciones que afectan su desarrollo, debido a enfermedades que influyen en su desarrollo físico, nutricional y cognitivo.

Ante esto, en las conclusiones del estudio realizaron un llamado a las autoridades de gobierno para que garanticen los derechos de la niñez y adolescencia migrante.

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