POR KIMBERLY LÓPEZ
klopez@lahora.com.gt

En países no muy lejanos, como Ecuador o Costa Rica, está prohibido el ingreso de vehículos usados al país. No por lujo, sino por protección al medio ambiente. De contar con esas mismas regulaciones, Guatemala no habría permitido, por ejemplo, el ingreso de 11 mil 260 autos usados por las aduanas en abril de este año. De vivir en un país como los mencionados, cada vehículo debería pasar una revisión de emisión de gases antes de obtener permiso para circular. Sin embargo, en el país, el tema apenas se empieza a discutir en el marco de una reforma fiscal verde, dirigida por el Ministerio de Finanzas (Minfin).

_Tabla-1Junto con la reforma verde, se pone sobre la mesa la necesidad de tener verdaderos sistemas de transporte en los que la transparencia sea el ente rector y no el negocio como ha sido en la actualidad, así como el acceso al crédito para adquirir vehículos que superen el control de emisiones.

En una aduana guatemalteca es común observar miles de vehículos chocados, en mal estado o con fallas al punto de que no se pueden encender. Esos vehículos son desechos en países como México y Estados Unidos. En Guatemala, en cambio, son automotores que ingresan para ser reparados (aparentemente) y luego vendidos.

“Nos estamos llenando de la basura de vehículos que no son aceptados en otros países como México y Estados Unidos”, resume el viceministro de Finanzas, Lionel López, quien es el encargado de orientar las discusiones para dar forma a una propuesta de reforma fiscal verde. Dentro de esta, las normativas en torno al parque vehicular y el ingreso de vehículos usados juegan un papel importante.

_Tabla-2REFORMA VERDE
Bajo la lógica de “el que contamina, paga” se prepara una discusión para una reforma fiscal, con un enfoque “verde” y ambientalmente amigable.

El proyecto trata de identificar aquellas áreas en las que quienes no han hecho nada para contribuir a reducir la contaminación asuman su responsabilidad financiera e invertir fondos para la creación de incentivos tributarios en el área de reciclaje, para crear negocios verdes, procesamiento de basura, incentivar circuitos de recolección, en fin, ideas que estén orientadas a desaparecer la basura.

Además de la creación de incentivos, la reforma tiene contemplada una serie de cambios de hábitos, por ejemplo, el uso de carros más eficientes.

Lo anterior toma relevancia considerando que hasta ahora 3 millones 348 mil 577 carros conforman el parque vehicular y que la cifra ha mostrado un aumento exponencial, pues en los últimos diez años la cantidad se ha triplicado. Aunado a eso, la edad promedio del parque vehicular es de 18 años.

VEHÍCULOS
“Tenemos una preocupación muy grande, el parque vehicular contribuye al gas efecto invernadero. No es dañino directamente para la salud de las personas, pero contribuye al cambio climático global”, explica López.

Por ahora, está en proceso la elaboración de un reglamento de estándares de emisión vehicular, en colaboración con el Ministerio de Ambiente que busca promover parámetros para la entrada de vehículos. Además, contemplaría una regulación para los vehículos que ya están circulando dentro del país.

En ese escalonamiento, explica el viceministro, se está discutiendo a qué velocidad se pueden implementar medidas que obligarían a que el usuario pase por una verificación del grado de contaminación que tiene su automóvil. Si no pasa ese nivel, tendremos que determinar si se le da una oportunidad, se multa o se decide sacarlo del tráfico.

La gran mayoría de los autos que ingresan al país, a través de las aduanas, son usados y se encuentran en malas condiciones. En el último mes contabilizado, que fue abril, ingresaron 11 mil 260 vehículos usados en comparación con los 1 mil 865 nuevos.

Solo en este año, un total de 44 mil 251 autos usados han ingresado por las aduanas del país.

La legislación en Ecuador, por citar un país, establece que está permitida la importación de automóviles y demás vehículos terrestres, “siempre y cuando sean nuevos y su año de modelo corresponda al año en que se realice la importación”.

Según las autoridades que discuten el tema, una regulación para el ingreso de vehículos al país no solo es necesaria sino responsable. Sin embargo, en vista de las miles de personas que percibirían las consecuencias, es una discusión que tomará meses y para la cual se tomará en cuenta la opinión de sectores ambientalistas, académico, privado y público.

MEDIDA INSUFICIENTE
Consultado respecto al tema, el ambientalista e investigador Edwin Castellanos, director del Centro de Estudios Ambientales de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG), aseguró que, si bien existe una necesidad latente de regular el flujo vehicular, también es importante mejorar las condiciones del transporte público para que este sea una opción digna para movilizarse.

Es decir, «si le vamos a quitar a las personas un medio de transporte particular, las personas estarían obligadas a usar transporte público, pero este debería estar en condiciones adecuadas», indicó.

Según Castellanos, los buses del transporte público son los que más contaminan, por lo que una reforma verde debería contemplar una solución integral para la emisión de smog.

Artículo anteriorMP: Baldetti tendrá que solventar su situación jurídica en Guatemala
Artículo siguienteDiputados legalizan sus privilegios en pagos de bonificaciones