POR DOUGLAS GÁMEZ
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La Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) detuvo aproximadamente a 41 mil 300 migrantes para su deportación en Estados Unidos entre enero y abril de este año, lo que significó un aumento del 38% en la cifra de arrestos en comparación al mismo periodo del año pasado, informó esta semana el Departamento de Seguridad Nacional.
El reverendo Vincent Rivera de Lexington, Kentucky, quien lleva migrantes a sus audiencias en las cortes migratorias de Atlanta, Chicago, entre otros, indicó que los connacionales viven «un círculo de temor» ante el aumento de las detenciones desde que asumió la presidencia de EE. UU. Donald Trump.
Según una nota publicada por la agencia de noticias AP, del total de arrestos, aproximadamente 30 mil 500 personas tenían antecedentes delictivos.
Relatos de migrantes y representantes de organizaciones que defienden los derechos humanos de los migrantes citados en la nota dan cuenta que el resto de capturados no tenían antecedentes penales.
Además, aseguran que las detenciones de esas personas son contrarias a la promesa hecha por Trump, de que únicamente se enfocaría en capturar a quienes habían infringido la ley.
«Tocan la puerta en busca de personas con antecedentes criminales y aunque no estén ahí a quien buscan piden la identificación a los que viven ahí y como no tienen son llevados a los centros de detención», indicó Rivera.
«Casi el 75 por ciento de los arrestados durante este período en 2017 son criminales convictos, con delitos que van desde homicidios y agresiones hasta abuso sexual y cargos relacionados con drogas», justifica en una nota publicada en su sitio web el Departamento de Seguridad Nacional.
TEMOR EN CORTES
Rivera menciona que los migrantes viven con temor de salir de sus viviendas, han cambiado sus hábitos, algunos se arriesgan por la necesidad de trabajar y tratar de cumplir sus objetivos en Estados Unidos, otros han tomado medidas más drásticas.
«Iba a llevar a una persona a Chicago a una audiencia. No quiso ir, tiene temor que cuando llegue lo van a detener», afirmó Rivera. «Tienen ese temor a ser detenidos, a no cumplir sus necesidades, cubrir deudas y las necesidades de sus familias», añadió.
Julia González, directora ejecutiva de la Mesa Nacional para las Migraciones de Guatemala (Menamig), explicó que las personas detenidas puede ser que aún no han sido deportadas y que la mayor preocupación para la sociedad civil es la reintegración social de las que sean retornadas o si se llegan a dar casos de separaciones familiares.
Por su parte, la Cancillería de Guatemala explicó que el Departamento de Seguridad Nacional se está enfocando en las personas con antecedentes criminales, en el caso de Guatemala indicaron que alrededor de 4 mil 500 connacionales poseen antecedentes penales y 1 mil 600 ya tienen una orden de deportación.
Además, solicitaron a los guatemaltecos no suspender sus visitas a las cortes de migración porque de no hacerlo complicarán los procesos migratorios y se viabilizará su deportación.