POR DENIS AGUILAR
daguilar@lahora.com.gt
A los pacientes del Hospital Nacional de Salud Mental Federico Mora no los visita nadie. Los sábados y domingos son los días en los que más visitas se registran: alrededor de 20 personas. Algunos de los internados tenían que dejar el centro médico hace meses, pero, abandonados por sus familias, ahora viven asilados en ese lugar. El abandono y la marginación son dos situaciones a las que se deben enfrentar las personas con padecimientos mentales debido a la incomprensión de la sociedad, promovida en gran parte a la ausencia de un programa nacional de salud mental que fortalezca la atención y prevención de ese tipo de enfermedades.
El Federico Mora es el único hospital público de salud mental en Guatemala. Cualquier persona que tenga un padecimiento de este tipo en cualquier punto del país debe viajar a la capital para tratarse o pagar en una institución privada.
Óscar Bathen, quien funge como director ejecutivo de ese nosocomio, indicó que hasta la fecha cuentan con 340 pacientes, quienes están distribuidos en los diferentes servicios que brindan en dicho hospital.
Actualmente en el área intensiva de ese hospital hay 115 personas; en el paredón crónico, 131; en el servicio de psiquiatría, 58, y en el de psicogeriatría, 36.
Según Bathen, la mayoría de los pacientes han sido abandonados por sus familiares, aunque aseguró que es difícil saber con certeza cuál es el número de personas que fueron dejadas en el olvido en ese lugar.
Irma Ortiz, psiquiatra de ese hospital, explicó que también hay personas a las que se les dificulta visitar a sus familiares debido a que viven en departamentos alejados y en algunos casos estas personas solo piden que se les avise cuando los pacientes sean dados de alta para recogerlos en ese momento.
Además, Bathen indicó que en el Hospital de Salud Mental los pacientes deberían tener un tiempo de internamiento, en el caso de una fase aguda, de entre dos y cuatro semanas, aunque hay casos en que los pacientes salen en menos de una semana. Sin embargo, hay personas que pasan en ese nosocomio de 1 hasta 3 meses y otras se quedan en condición de asiladas.
“Podemos tener gente que viven en este hospital, más que en calidad de pacientes, como asilados”, dijo el galeno, que agregó que se han realizado acciones para que las personas que están asiladas en ese hospital puedan ser trasladadas a hogares donde puedan ser atendidas debidamente.
MARGINACIÓN
Bathen advirtió que hay casos de personas que, cuando se recuperan de sus padecimientos, no tienen a dónde volver, ya que corren riesgo de ser violentados en las comunidades donde vivían. El doctor asegura que la recomendación para estas personas es que sean internadas en hogares donde puedan vivir.
La doctora Patricia Zelaya, psiquiatra del hospital, indicó que estos pacientes tienen problemas a nivel psicosocial, al ser un problema del sistema que genera que la sociedad los termine rechazando.
Zelaya agregó que hay casos de pacientes en los cuales las familias han querido regresar a sus comunidades, sin embargo, reciben amenazas de que van a ser linchados si los llevan de vuelta a esos lugares, por lo que el hospital no puede dejarlos ir.
El abandono y la marginación son dos situaciones comunes a las que se enfrentan las personas con enfermedades mentales debido a la incomprensión generalizada sobre estos padecimientos.
El Estado tampoco prioriza a estos pacientes. Actualmente, el Ministerio de Salud destina el 1 por ciento de su presupuesto a programas dirigidos a personas con problemas mentales. Organizaciones de la sociedad civil han indicado en numerosas ocasiones que el Estado carece de planes para tratar este tipo de enfermedades y que falta inversión en ese aspecto.
En el caso del Hospital Federico Mora, Bathen explicó que el presupuesto actual para ese centro ha sido insuficiente para poder cubrir la demanda, que es alta, además de que la cobertura para este tema a nivel nacional no es la óptima.
“Nosotros atendemos a muchas gentes, pero entendemos que en el interior del país hay muchas cosas de personas con enfermedades mentales graves que no tienen tratamientos”, dijo Bathen.
Bathen dijo que a raíz de las denuncias que se hicieron contra ese hospital años atrás, el Ministerio de Salud tomó “conciencia” de las necesidades y demandas que tienen ese hospital.
Los médicos reconocieron que en los últimos meses se han destinado más fondos para la infraestructura, personal y funcionamiento de ese centro hospitalario, pero el reto es desarrollar un programa nacional de salud mental que aborde estas enfermedades de forma integral.
SEÑALAN AL ESTADO DE POCO INTERÉS EN EL TEMA
Diversas organizaciones han rechazado el poco interés del Estado en tratar el tema de la salud mental en Guatemala, señalando que el Ministerio de Salud dirige pocos fondos para tratar estar enfermedades, pese a que la demanda de casos es alta.
Marco Antonio Garavito, director de la Liga de Higiene Mental, señaló que tanto la salud como la educación han sido rubros olvidados por el Estado. “Eso se puede evidenciar con el presupuesto asignado a Salud Pública. Siempre es muy discutido y muy cuestionado, y al final de cuentas es la cartera de donde se hace traslados a otros ministerios en el transcurso del año”.
El entrevistado dijo que, si el Estado no se ha preocupado por el tema de la salud física, la cual tiene muchas debilidades, menos lo hará en el caso de la salud mental.
A decir de Garavito, en Guatemala no existe un sistema de salud mental preventiva, lo cual promueve la marginación de las personas a las personas que padecen de estas enfermedades.
MINISTERIO DE SALUD: SALUD MENTAL ES PRIORITARIA
El Ministerio de Salud se defendió asegurando que el tema de la salud mental en Guatemala para ellos es prioritario a nivel individual, familiar y comunitario, áreas en las que han implementado acciones para prevenir este tipo de enfermedades en la sociedad.
Asimismo, la coordinadora del Programa de Salud Mental del Ministerio de Salud, Ninette de Von Han, indicó que la prevención de estas enfermedades se realiza a través de “equipos multidisciplinarios de salud, con enfoque de derechos humanos, género, multiculturalidad y pertinencia”.
CAUSAS DE LAS ENFERMEDADES
Según el Ministerio, la salud mental está determinada por una serie de factores externos y estructurales, psicológicos, sociales, económicos y culturales, que influyen de cierta manera en que estos padecimientos aparezcan a nivel general.
Para Luis Ávila, director del Hospital de Salud Mental Federico Mora, la situación estructural y económica del país son los las principales causantes de enfermedades crónicas en el país e indicó que uno de los grandes problemas es que no existen datos sobre cómo estas enfermedades afectan a la población guatemalteca.
Según Garavito, muchas enfermedades de este tipo se deben a las condiciones materiales de vida, ya que estas pueden generar alteraciones en los estados de ánimo y volver agresivas a las personas ante el estrés provocado por una larga jornada laboral.
Garavito agregó que hay una constante ansiedad y estrés debido a la violencia predominante en el país, pero sobre todo por la inseguridad humana, que se refiere a trabajo digno, salario digno y condiciones de vida dignas.
Según resultados del Análisis de Salud Mental del 2015, tanto la ansiedad y la depresión son los trastornos mentales más comunes en Guatemala, los cuales se dan en mayor número en las mujeres.
EN CIFRAS
El Ministerio de Salud destina el
1%
De su presupuesto a programas dirigidos a personas con problemas mentales.
“Nosotros atendemos a muchas gentes, pero entendemos que en el interior del país hay muchas personas con enfermedades mentales graves que no tienen tratamientos”
Óscar Bathen, director Ejecutivo del Hospital Nacional de Salud Mental Federico Mora“Podemos tener gente que viven en este hospital, más que en calidad de pacientes, como asilados”
Óscar Bathen, director Ejecutivo del Hospital Nacional de Salud Mental Federico Mora