POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

Entre enero de 2009 a mayo de 2017 el Sistema Penitenciario (SP) reportó 67 fugas de privados de libertad en las 21 cárceles del país. La corrupción, la debilidad institucional y la ausencia de perfiles idóneos en la dirección del sistema carcelario y en los centros de rehabilitación, son algunos de los factores que han incidido en estos hechos, según analistas en temas de seguridad.

_Repo6_1bÓscar Wilfredo González Hernández, acusado de ser el líder de la banda internacional de secuestros denominada La Bestia se escapó ayer del Hospital Roosevelt, mientras que Marixa Ethelinda Lemus Pérez, conocida con el alias de La Patrona y sentenciada por dirigir una banda de secuestradores y sicarios, se fugó el pasado 11 de mayo de la cárcel ubicada en la Base Militar Mariscal Zavala.

González Hernández y Lemus Pérez son perfiles considerados por las autoridades como “peligrosos”, por los delitos atribuidos. Ambos fueron capturados por la Fuerza de Tarea y el Comando Antisecuestros de la Policía Nacional Civil (PNC), en 2016 y 2014 respectivamente. Los presidiarios estaban bajo la custodia del SP.

En tanto, el 17 de noviembre de 2016, cuatro reos del Barrio 18 huyeron de la cárcel Fraijanes I. En aquella ocasión se evadieron: Andy Santana García Vásquez, conocido con el alias de Andy e integrante de la clica Crazy Rich; Hans Ludwin Flores Quintanilla, alias el Rabit, de la célula criminal Master Dancer of Rap; Josué Alberto Mendoza Sente, alias Smooking de la clica Little Pshycho Criminal, Fernando Muñoz conocido con el alias de Happy y miembro integrante de la clica Solo para Locos. A la fecha únicamente ha sido recapturado Santana García.

Por otro lado, el 29 de mayo de 2015, durante la gestión de Anthony Pivaral, exdirector de Presidios, se fugaron cinco secuestradores. El hecho ocurrió en la Granja Penal Canadá, en Escuintla.

Los evadidos en aquella ocasión fueron los integrantes de la banda Los Falsos Pastores: Marcos Baudilio Godoy Trujillo, de 41 años; Gilberto Díaz Marroquín, 43; Juan José Lone León, 22; y José Esteban Ramírez Pérez, 26. También lo hizo Dany Adonías Yax López, de 25 años, quien pertenecía a la estructura denominada Pitágoras.

Estos son algunos de los casos que forman parte de las 67 evasiones registradas por el SP en el periodo de 2009 a 2017, las cuales se han originado en diferentes circunstancias y prisiones. (Lea el recuadro Fugas por año).

_TablaSE COBRAN IGUAL QUE LOS TRASLADOS

Fuentes del SP explican que las fugas tienen un costo distinto, según el perfil y la capacidad económica del presidiario. Los montos que se cobran en Presidios por estos hechos delictivos son similares a los traslados anómalos de cárceles, aunque en algunas ocasiones sobrepasa, pues algunos detenidos han pagado hasta Q1 millón, según las fuentes.

En 2014 la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y el Ministerio Público (MP) desarticularon una estructura de traslados ilegales de reos, conformada por las autoridades de Presidios, entre ellos Edgar Camargo, quien fungía como director del SP; Eddy Fisher, quien fue subdirector; el reo Byron Lima, entre otros.

Las pesquisas de la CICIG detallaron que los costos por el traslado eran de hasta US$ 7 mil, es decir, más de Q50 mil. Las fuentes entrevistadas reiteran que la mayoría de fugas tendrían un costo similar.

De acuerdo con los datos, las evasiones son posibles por la corrupción. Regularmente en una evasión están involucrados quienes ostentan los cargos de director del SP, el subdirector operativo, el coordinador operativo y guardias. Los beneficios económicos que se obtienen se reparten entre todos, aunque no en todos los casos se ha dado la judicialización.

LA CORRUPCIÓN Y LA DEBILIDAD

Walter Menchú, del Centro de Investigaciones Nacionales (CIEN), opina que es evidente que existe corrupción en las fugas registradas en los últimos años, debido a que cuando los detenidos se escapan de las cárceles, no hay evidencia que alteraron su entorno de reclusión; alguien les facilitó el escape.

Menchú agrega que en los últimos tres años también se ha observado que las evasiones han sido masivas, no de un solo reo.

“En 2014, 2015 y 2016 sí se ha mostrado un incremento notable en la cantidad de fugados, principalmente en tres eventos: uno el de Fraijanes I que se fueron cuatro –reos- de un solo. El año antepasado -2015- en la Granja Canadá, hubo cinco –evasiones- y en otro hecho, en el Preventivo donde se fueron tres. La mayoría de fugas han sido así, cantidades grandes -en un solo hecho-. Nosotros vemos un problema de corrupción”, explica el profesional.

A criterio de Menchú no se han hecho esfuerzos para esclarecer quiénes están detrás de esas evasiones, porque regularmente los casos se olvidan, sin embargo, es necesario investigarlos y deducir responsabilidades.

“No se ha hecho un esfuerzo del SP para dar seguimiento a esos casos, pasa algo -como la fuga de La Patrona- en unos días se olvida todo y no se sabe si se le va a dar seguimiento a los responsables de esta situación. Es preocupante que no se tomen cartas en el asunto de lo que está pasando”, refiere el representante del CIEN.

El entrevistado dice que estas fugas inciden en la seguridad ciudadana, porque los últimos casos de reos evadidos corresponden a personas con una “carrera criminal”, sindicados por delitos graves y violentos. La situación es compleja porque los fugados pueden volver a sus actividades delictivas.

Por otro lado, Ana María de Klein, de la organización Madres Angustiadas, señala que el problema se deriva de la debilidad institucional, de la falta de personal idóneo para dirigir las prisiones y de la ausencia de programas que permitan la reinserción de los privados de libertad, que siguen delinquiendo desde la cárcel.

“El SP ha sido la Cenicienta de todas las instituciones del Estado, porque no le dan la importancia que debería. Nunca han invertido suficiente y las cárceles, que están colapsando, ya no cabe la gente. No hay director que se salve, todos han tenido problemas en el manejo -del sistema carcelario-”, reitera.

Los entrevistados coinciden en que es necesario fortalecer la Subdirección de Operaciones encargada de coordinar las salidas y entradas de los privados de libertad de las cárceles, además de mantener el control de los mismos. En tanto la Inspectoría General (IG), debe estar vigilante para determinar si existe comportamiento extraño del personal penitenciario que pretende ayudar a los reos para fugarse.

Artículo anteriorCaso Rosenberg: Juez clausura provisionalmente proceso contra hermanos Valdés Paiz
Artículo siguienteNovia lucha contra la deportación de un guatemalteco en EEUU