POR DOUGLAS GÁMEZ
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Finalizó la semana y con ella se contabilizaron nuevas víctimas y daños colaterales a consecuencia de la violencia en contra de pilotos, ayudantes y usuarios del servicio de autobuses. Durante la semana, una de las rutas más utilizadas por los capitalinos paralizó labores debido al asesinato de cuatro trabajadores.

En los últimos cuatro días las rutas más golpeadas por la violencia fueron la 21 y 22 que recorren la Calzada San Juan desde la colonia el Milagro, zona 6 de Mixco hacia la Terminal en la zona 4 capitalina. Luego de dos ataques armados los conductores decidieron dejar de prestar el servicio desde el martes.

Aunque en horas de la mañana se observaban pocos buses circulando en la Calzada San Juan, así como la utilización de transportes alternativos como pickups y microbuses, la Municipalidad de Mixco aseguró que la Policía Nacional Civil (PNC) incrementaría los patrullajes en el área para que los conductores retomen sus labores.

El acuerdo se dio luego de una reunión entre el alcalde de Mixco, Neto Bran, mandos de la PNC y el ministro de Gobernación, Francisco Rivas y transportistas, ayer por la tarde.

Mynor Espinoza, portavoz de la comuna de Mixco, indicó que varios elementos de la PNC fueron desplazados a las paradas y las rutas que utilizan los buses que circulan desde El Milagro y la colonia Primero de Julio hacia diferentes destinos.

“Esperamos que en el transcurso del día se restablezca el servicio con normalidad”, añadió.

Sin embargo, el transporte colectivo sigue siendo objeto de ataques. Esta mañana se registró un atentado en contra de un autobús de la ruta 204, en la Diagonal 17 sobre el Anillo Periférico en el cual el piloto de la unidad y una persona más resultaron heridos.

SE ACELERA DESCOMPOSICIÓN DEL SERVICIO

La Procuraduría de los Derechos Humanos informó que 74 personas han muerto en el transporte público durante el año, mientras que la Asociación de Viudas de Pilotos contabiliza aproximadamente 60 niños huérfanos a causa de los ataques en contra de las unidades del transporte.

Lilian García, titular de la Asociación, comentó que la cifra es un aproximado de los 32 casos que registraron hasta marzo y mencionó que cada trabajador de ese servicio tiene en promedio dos hijos bajo su responsabilidad. En ocasiones, por las muertes, son afectados dos núcleos familiares.

“De los 32 casos recientes hay ocho viudas que ingresaron a la Asociación, la mayoría tienen niños muy pequeños, son madres jóvenes y se les complica la situación para poder salir adelante”, comentó García.

Consultado el titular de la Defensoría del Usuario del Transporte Público, Edgar Guerra, indicó que los últimos casos de asesinatos de pilotos y ayudantes, así como la paralización de los buses demuestra la descomposición acelerada del servicio.

Mencionó que de las 74 muertes registradas al 21 de abril, 10 eran usuarios, 18 conductores, 10 ayudantes, así como 13 pilotos de taxis.

Guerra mencionó que las consecuencias, además del incremento del gasto en pasajes para los usuarios, es el temor de abordar las unidades y para las víctimas de los atentados la pérdida de ingresos económicos, atención hospitalaria para los sobrevivientes y en ocasiones daños físicos permanentes.

“Los pilotos son los que llevan la comida a la casa y en caso de quedar lesionados o heridos, el tiempo que pasen en el hospital y durante su recuperación, tendrán un problema mayúsculo, porque no hay ingresos económicos o no los suficientes para las familias”, añadió.

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