POR KIMBERLY LÓPEZ
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El ministro de Educación, Óscar Hugo López, indicó que durante el 2016 recibieron más de 400 denuncias de acoso escolar, tanto en centros públicos como privados. No obstante, López considera que además de esos casos existen otros más que no son denunciados por temor de las víctimas de recibir represalias de sus compañeros.
«Hay mucho silencio en estos casos, los niños y niñas no denuncian, tras el criterio de que sus compañeros se van a burlar y reír de ellos; los niños se quedan con molestia, enojo y resentimiento», dijo.
PROBLEMA «EN CADENA»
A decir del ministro, el acoso escolar constituye un problema que deja víctimas «en cadena» porque generalmente alguien que es objeto de este tipo de abusos lo replica hacia terceros.
El Ministerio de Educación cuenta con un «protocolo» dirigido a niños o adolescentes acosados, acosadores, maestros y padres de familia. Sin embargo, hay un trato distinto a centros públicos y a privados; en el caso de los privados no reciben igual tratamiento.
Dicho protocolo brinda las directrices de acción si se identifica un caso de este tipo.
Según López, en muchas ocasiones las autoridades de colegios privados evitan difundir que dentro de su institución existen estas anomalías para evitar salir perjudicados de alguna forma.
«Es más difícil cuando no aceptan que hay problemas en el centro», lamentó el titular de la cartera de Educación.
PREPARAN ESTRATEGIA
Según el ministro, las medidas que se toman desde la institución también son preventivas. López explicó que existe una guía orientada a la prevención de estos abusos.
Además, en los centros públicos se han establecido comisiones de disciplina que se encargan de aplicar sanciones y de «fortalecer a la comunidad educativa».
RECOMENDACIONES DEL MINEDUC
En el documento «Guía para la prevención e identificación del acoso escolar (bullying)», publicado en la página del Ministerio de Educación, se dan una serie de recomendaciones para accionar frente a estos casos.
Entre esas figuran: aplicar sanciones inmediatas, hablar por separado con los padres de ambos estudiantes, hacer monitoreos frecuentes, formar redes de apoyo, practicar estrategias para resolver problemas y promover la formación de mediadores, entre otras.