POR KIMBERLY LÓPEZ
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Analistas señalan que desde gestiones pasadas se han evidenciado deficiencias en la focalización de los beneficiarios de los programas sociales. La gestión del actual ministro de Desarrollo, José Moreno, no es la excepción, ya que un estudio de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) detectó irregularidades en el perfil de los destinatarios de las Transferencias Monetarias Condicionadas (TMC), a partir de un estudio realizado con una muestra poblacional en municipios del Corredor Seco.
Según el economista Jorge Santos, si el problema está en la focalización queda en duda la eficiencia del eje central de la política de las transferencias y de los programas sociales.
“Lo que se refleja de este problema es que detrás de estos programas hay prácticas de clientelismo o intromisión de actores ajenos”, indicó.
En estas deficiencias, explicó, la responsabilidad es sobre el Ministerio de Desarrollo (Mides) que hasta ahora se ha mostrado ineficiente en el planteamiento de políticas de desarrollo.
De la misma forma, el analista Luis Linares señaló que en esta gestión se repiten los errores de administraciones pasadas pues se ejecutan gastos en programas sociales que no cumplen la función de reducir la pobreza. Se cae en asistencialismo pero no enfocado en los verdaderos beneficiarios, comentó.
EL ESTUDIO
Según el análisis comparativo realizado por la PDH en torno a las deficiencias en los programas de transferencias monetarias, existe algún grado de inseguridad alimentaria en 302 hogares, equivalente al 42% de la población analizada como muestra de estudio, los cuales deberían recibir un tratamiento diferenciado y ser priorizados por el Mides.
Ante esa situación extrema de vulnerabilidad alimentaria es evidente que no hay una estrategia integral por parte de las instituciones públicas para dar respuesta a los problemas más urgentes o los de mediano plazo.
