Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

El proyecto que Óscar Armas comenzó como una iniciativa de fines de semana, para demostrar a su hija la importancia de realizar buenas obras, se convirtió en cinco años en una organización que ha ayudado a cientos de niños y niñas en Chimaltenango. Sin embargo, financiar el proyecto se complica cada vez más debido a la disminución de las donaciones del extranjero, por lo que la organización sin fines de lucro Génesis solicita apoyo para continuar.

_2El proyecto comenzó hace cinco años y creció con rapidez. “No necesitamos tener dinero sino que simplemente verdadero amor hacia el prójimo, así empezó la idea. Íbamos con 7 niños e íbamos los fines de semana, y la base  era ser anónimo, pero los niños empezaron a llevar primos y amigos, así como otros compañeros. Llegué a tener unos 45 niños en los primeros meses”, dijo.

Luego de ver la aceptación que generaba el proyecto, Armas se planteó la posibilidad de hacer algo más serio y, aunque al principio dudaba porque no sabía a quién acudir para pedir ayuda, decidió, contra todo pronóstico, seguir adelante. Así fundó la organización Génesis.

Hasta la fecha Génesis ha gestionado alrededor de 175 becas estudiantiles en la única escuela de la región. Además, ha logrado que cada día se done alimentación para unos 80 menores y también han realizado varias jornadas médicas.

La organización se mantiene exclusivamente con donaciones, mayoritariamente provenientes del extranjero. Gracias a una ONG de Canadá, por ejemplo, el proyecto podrá tener una sede propia, donde los menores continúen participando en círculos de lectura, clases de inglés y recibiendo apoyo con sus tareas. Además, jóvenes de diferentes orígenes han venido a colaborar con Génesis.

Las donaciones permitieron a Génesis crecer, pero en los últimos meses la situación se ha complicado. “Todos nuestros recursos vienen de apoyo de voluntarios del extranjero y lamentablemente ahora no ha habido mucho turismo haciendo voluntariado, no sé si sea por las situaciones que se están viviendo en el país debido a la violencia y varias cosas que han sucedido, pero se nos ha recortado bastante la posibilidad de recaudar fondos para seguir los programas”, expresó.

También con la colaboración de los donantes, Armas pudo adquirir un vehículo, ya que al principio viajaba hasta 20 kilómetros en bicicleta para realizar el voluntariado. Sin embargo, la falta de colaboraciones causó un retroceso, ya que ante la imposibilidad de mantener el automotor, se vio obligado a volver a la situación anterior.

El problema, señala el voluntariado, es que no tienen un donante permanente que asegure estabilidad.

“La idea de nuestro proyecto es que los niños aprendan a luchar y esforzarse y no acostumbrarlos a que reciban las cosas nada más”, dijo.

Armas relata que para sostener a su familia y dirigir el proyecto labora por las mañanas, e incluso ahora que no cuentan con muchos recursos busca hacer algunos trabajos extras, como lavar vehículos, para que los niños sigan asistiendo.

“Estoy inyectando esperanza, no creo que mi ejemplo de rendirme ayude a los niños. Cuando usted trabaja con alguien y lo ilusiona, y le dice que se puede lograr, que se puede hacer un cambio, ya no hay vuelta atrás, todo se puede con perseverar”, afirmó.

Uno de los sueños del entrevistado es lograr la construcción de un centro educativo que cuente con instalaciones deportivas y que tenga espacios para el desarrollo de los menores que lo necesiten.


NIÑOS NECESITAN AYUDA

Para ayudar al proyecto puede donar material didáctico, alimentos e incluso ropa para los niños. Si usted desea aportar puede comunicarse al 56682746 con el encargado del proyecto o contactarlos a través de su perfil en la página de Facebook. También puede colaborar a través del voluntariado.

“Todos nuestros recursos vienen de apoyos de voluntarios del extranjero y lamentablemente ahora no ha habido mucho turismo haciendo voluntariado, no sé si sea por las situaciones que se están viviendo en el país de la violencia y varias cosas que han sucedido, pero se nos ha recortado bastante la posibilidad de recaudar fondos para seguir los programas”.
“Estoy inyectando esperanza, no creo que mi ejemplo de rendirme ayude a los niños. Cuando usted trabaja con alguien y lo ilusiona, y le dice que se puede lograr, que se puede hacer un cambio, ya no hay vuelta atrás, todo se puede con perseverar”.
ÓSCAR ARMAS

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