La Hora Salud
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Acceso, equidad, calidad, costo-efectividad, conocimiento, divulgación, son algunos problemas técnico-administrativos claves que afectan al sistema público, a lo que se suma los aspectos de tipo ético como la corrupción. La pregunta clave es, los sistemas modernos de información y comunicación tales como computadoras, internet, telefonía celular y todas sus aplicaciones, ¿pueden mejorar el desempeño público? Entrevistamos a la licenciada y master Ana María Mata Villeda, experta en el tema y con posgrados en México y Japón al respecto Estas fueron sus apreciaciones sobre la situación de esta aplicación en la región centroamericana.
¿Por qué no han montado como se debe el e-gobierno, los gobiernos centroamericanos?
A mi juicio el problema no es informático, no es técnico tampoco, el problema es de procesos, porque la gente no está acostumbrada a trabajar con procesos y las instituciones y organizaciones no los siguen. Entonces ningún sistema funciona si simplemente existen los programas pero no hay una costumbre o manera de trabajar de acuerdo a las normas de la aplicación. Por otro lado las aplicaciones de e-gobierno son un espejo para la transparencia y es la mejor forma en donde se puede ver si hay corrupción o no o por lo menos intuirla.
¿Cómo es eso que el e-gobierno puede ver corrupción o intuirla?
Cuando alguien ve un sitio o página electrónica pública que está divulgando cosas que no son ciertas y que uno puede constatar que no lo son, eso le roba popularidad y credibilidad al gobierno y dependiendo de qué materia se esté tratando puede estarse ante un tema de corrupción. Imaginemos un permiso como lo son los permisos ambientalistas; cuando tu expeditas un permiso de construcción, puede tardar hasta dos años el resolverlo; pero cuando vemos que aparece un permiso en que la duración es menor, ahí hay algo raro ¿Qué pasa entonces? aparte de que el proceso de permiso denota ineficiencia (dura dos años) puede denotar corrupción (algunos tienen diferente trato). Es decir soluciones heterogéneas, pueden denotar muchísimas cosas, mostrar permisibilidad ilegal y es esto que queda flojo dentro de las mismas organizaciones e instituciones, lo que induce la resistencia a poner servicios electrónicos e informáticos que realmente valgan la pena. Ponen cualquier tontera pero no cosas que valgan la pena. Eso está sucediendo en principio, pues en la mayoría de veces y casos, se tienen gobiernos comprometidos desde antes de asumir, con compromisos que atentan contra el buen gobierno y como resultado de eso, se ha venido acumulando una gran burocracia que lo que ha evidenciado, es más compromisos personales que buenos resultados esperados y mandatos cumplidos. Esas evidencias ya analizadas, son un semáforo, un indicativo que no se puede saltar e ignorar y entonces las instituciones aunque dicen sí al e-gobierno, no lo quieren, ni lo implementan bien.
Las licitaciones, los procesos de compra que realizan los gobiernos en la actualidad, constituyen un foco de gran corrupción ¿Cómo el e-government puede trabajar sobre este problema?
Los sistemas de e-gobierno, cuentan con múltiples formas de controlar bien este tipo de procesos. Por ejemplo pueden mostrar si las mismas cosas están siendo ganadas por las mismas empresas, se pueden comparar ofertas, ver las condiciones en que unas ganan y otras pierden, comparar adjudicaciones con precios, con calidad y necesidades, pero lo más importante en este sentido, es articular características y especificaciones del uso y necesidades con aspectos técnicos de solicitud y calificación de proveedores y no solamente indicar quien ganó y cuánto se adjudicó. En otras palabras un buen uso de este instrumento, debe detallar y articular todo los elementos registrados del proceso de solicitud y adjudicación realizado.
Lo que en realidad está sucediendo es que muchos gobiernos se agarran de la confidencialidad para no detallar contenidos y formas de la adjudicación, pero en realidad no existe tal confidencialidad para hacer eso.
De tal forma que un buen montaje de un sistema de e-gobierno en este campo, puede ayudar por ejemplo al montaje de los mecanismos de subasta inversa y monitorear que eso en la realidad se haga bien. Por ejemplo, sí se están realizando comparaciones entre precios fijados por los mismos elementos comprados por diferentes instituciones y organismos del Estado. Este indicador pierde valor cuando no se realiza su análisis con otros elementos del precio como es fijarlo teniendo como referencia los precios dentro del mercado no solamente del país sino incluso con otros países. El otro mecanismo que debe tenerse claro dentro de un proceso de subasta inversa es el cómo llega a determinar la institución el precio a pagar esto debería ser parte de la documentación de los procesos.
En este sentido, lo que se encuentra uno a nivel regional, es que los gobiernos no tienen interés en hacer todas esas cosas en parte y pensándolo inocentemente, probablemente para no demostrar su ineficiencia e ignorancia, pero eso habría que analizarlo si en la realidad no denota corrupción.
Un buen sistema de e-gobierno ¿Puede bajar costos operativos, administrativos?
Totalmente. No sólo baja costos sino mejora eficiencia. Es muy posible generar procesos eficientes dentro de una aplicación. Por ejemplo, actualmente es muy fácil establecer un mecanismo en el cual las personas puedan generar o mejor dicho solicitar citas médicas a través de internet o bien de teléfonos celulares, simplemente llenando solicitudes y recibiendo resultados de manera automática sin que medie interacción personal. En la actualidad, en casi todo los sistemas en la región lo que se observa, es que lo que se pudo haber arreglado en llamadas telefónicas de no más de un minuto y respuestas electrónicamente controladas de segundos, en la realidad representan gastos de movilización, tiempo, recursos humanos, que podría ser empleados de una manera mucho más eficiente. Sistemas como los de los seguros sociales y de los ministerios de salud, obligan a los pacientes a asistir a los centros no menos de dos veces para realizar procesos administrativos que podrían darse de forma electrónica.
Sí tomamos a cualquier gobierno centroamericano como referencia, quizá exceptuando Costa Rica o Panamá, a los otros gobiernos no les interesa eso, porque bajar eficiencia significa menos gente y eso cómo dizque crea desempleo, vuelve impopular al gobierno, a los políticos les roba votos. Por otro lado, existe mucho personal dentro de la burocracia que no puede ser trasladado a otros puestos de lo que hacen en la actualidad, porque algunos no están preparados para eso o no califican. De tal manera que mantener la ineficiencia se vuelve un negocio político.
¿Pero un sistema como e-gobierno necesita educar a la gente…?
Esto no es del todo cierto. Cuando principió la telefonía inalámbrica, en el mundo se alzó la voz que los países en vías de desarrollo, no iban a poder utilizar estas tecnologías, la experiencia demostró que esto era totalmente falso. Lo que sucede con los sistemas estatales es que la gente se ha adaptado a la ineficiencia sin darse cuenta que eso representa también ineficiencia en su diario que hacer. A la gente le vale queso, la realidad de sus sistemas estatales. Lo que sí es una realidad, es que los cambios de las cosas tienen que venir empujadas desde abajo, la gente debe aprender que no es cierto que vayan a venir desde arriba. Un ejemplo en los últimos años, son las peticiones de la redes sociales, las transformaciones que ha sufrido todo lo que es tecnología informática de comunicación, para satisfacer esa necesidad. Día a día se renueva la tecnología y eso ha permitido crear un movimiento hormiga político, que incluso ha contribuido a remover funcionarios y activado la justicia. Lo que nos han demostrado las nuevas tecnologías, es que la ciudadanía ya está en capacidad de lograr esto. Las peticiones de la redes sociales por ejemplo ya se dejan sentir en lo político en muchos de los países del mundo sean estos desarrollados o en vías de desarrollo, han demostrado que si no es así, los políticos no reaccionan.
Por consiguiente, debemos entender que el gobierno electrónico es un tema político y un tema de procesos.
Entonces ¿Cabe la participación social en e-gobierno?
Es importante. Es importante en primer lugar, porque crea presión, generando no solo presión política de denuncias sino también de demandas para la satisfacción social: de atender problemáticas sociales con equidad y calidad en prestación de servicios, justicia ante los hechos delictivos y de usurpación y apropiación ilícita. El gobierno electrónico pone en evidencia la ineficiencia. Indudablemente tiene que existir un sistema comunicador que permita hacer visual todas esas situaciones y condiciones, todas esas peticiones: su estado y cumplimiento, porque no todo debe tomarse como protesta; mucho de lo que se dice y elabora a nivel de redes sociales, tiene características de peticiones, peticiones que hay que hacer visuales en lo que son y lo que con ellas se hace. Que la gente pueda expresarse, es la mejor forma que puede haber de presión a un gobierno. Las aplicaciones de e-gobierno deben facilitar ello. Deben ir de abajo hacia arriba principalmente y viceversa.








