Por Redacción La Hora
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Con el objetivo de rescatar de la extinción a la Monja Blanca, la flor nacional, autoridades del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), en conjunto con otras organizaciones anunciaron un proyecto de producción de unas 400 plantas de la orquídea, que por años ha sido amenazada.

_2Según las autoridades el proyecto está en su tercera fase; inició hace tres años y tiene como finalidad el rescate de la flor. Para que las mismas logren llegar a un desarrollo completo, requieren de por lo menos seis años.

De acuerdo con el CONAP, en los últimos trece años no se ha tenido reporte de avistamientos de la flor nacional en estado silvestre, y se sabe que existen solo en colecciones privadas.

Entre las principales amenazas de la planta está la depredación de su hábitat y el comercio ilícito.

Fredy Archila, botánico y consultor encargado de la investigación, explicó que las “plántulas” que se utilizan en el proyecto no tienen ninguna alteración genética, debido a que provienen de manera directa de la semilla de los frutos maduros de un ejemplar de Monja Blanca reconocido por su belleza.

EL SÍMBOLO PATRIO MÁS AMENAZADO

El área de distribución de la Monja Blanca se extendía desde Chiapas hasta Guatemala, pero la destrucción del bosque eliminó cantidades considerables del ecosistema.

Es por ello que instituciones como el CONAP, el Fideicomiso de Administración e Inversión del Fondo Nacional para la Conservación de la Naturaleza (FONACOM) y la Asociación para el Rescate de la Vida Silvestre (ARCAS) trabajan en la iniciativa de rescate a la Monja Blanca.

Si bien la flor nacional es propia de Las Verapaces, también crece en otras poblaciones en México y Guatemala, aunque desde hace más de una década no existe reporte de este tipo de orquídeas dentro de estas áreas.

El descubrimiento de la Monja Blanca se dio a mediados del siglo XIX. Se cree que la planta era utilizada por la cultura maya y estaba asociada a rituales de fertilidad.

Para la cultura Maya q’eqchi es considerada como un ícono en el arte y ornamento; es utilizada en collares, o chachales y es parte del cetro de la princesa indígena nacional Rabin Ajau.

DESIGNADA COMO SÍMBOLO PATRIO

La flor fue establecida como símbolo patrio luego de que Guatemala participara, en 1933, en una exposición mundial de orquídeas en Estados Unidos. Un ejemplar de Monja Blanca sorprendió a los visitantes y fue un especialista en orquídeas quien sugirió que se le adoptara como símbolo nacional. El nombramiento oficial se hizo en 1934.

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