Por Joseline Ayala
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Por medio de un comunicado, la Hidroeléctrica Santa Cruz, ubicada en el departamento de Huehuetenango, informó sobre su renuncia a los derechos de concesión otorgados por el Estado guatemalteco y anunció su inmediato retiro del país.
Dicho anuncio fue catalogado como una buena noticia por parte del representante campesino de Santa Cruz Barillas, en Huehuetenango, Hermitaño López, quien dijo que la empresa únicamente causó inconformidad y divisionismo.
Agregó que los empresarios que impulsaron el proyecto no respetaron la consulta popular en donde los pobladores se oponían a la explotación y de los bienes naturales del país.
ESTADO DEBERÍA APLICAR FIANZAS
El director general del Centro de Acción Legal-Ambiental y Social de Guatemala (CALAS), Yuri Melini, recomendó que el Estado debiera aplicarle las fianzas correspondientes a la empresa de acuerdo al impacto ambiental y social que causó en el país.
Melini dijo que la empresa creó situaciones serias de conflictividad social que, desde que se asentó en el 2008, incluso llevó a la declaración de un estado de excepción en el lugar debido a la alta oposición de los pobladores al proyecto.
“Lo menos que puede hacer la empresa es retirarse del país después de toda la conflictividad social que causó en ese departamento y que esto vendrá a garantizar la paz social que había sido vulnerada”, explicó.
SOCIEDAD QUEDA EXTINGUIDA
El representante legal de la empresa, Fernando Ecoener, indicó que la decisión de retirarse del país fue tomada hace aproximadamente 12 meses en los cuales liquidaron contratos, licencias y personal.
“Teníamos la expectativa que a través de la mediación lograríamos encontrar la forma de ejecutar el proyecto, pero al comprobar que eso era imposible por la oposición de una parte importante de la población hemos decidido extinguir la sociedad y retirarnos del país”, dijo Ecoener.