POR JOSÉ DEL ÁGUILA
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Los asesinatos de defensores y defensoras de derechos humanos mostraron un aumento significativo en el 2016. Según estadísticas de la Unidad de Defensores de Derechos Humanos de Guatemala (Udefegua), hasta el 30 de noviembre, se reportó un total de 17 asesinatos.
La cifra reportada es mayor a la de los años 2015 y 2014, cuando se denunciaron 12 y 7 asesinatos, respectivamente.
Según Jorge Santos, representante de Udefegua, el incremento de este tipo de atentados está vinculado a la criminalización que se hace de personas que realizan labores relacionadas a la defensa de la naturaleza, de la justicia y verdad y del derecho a la tierra.
Santos explica que la criminalización es una estrategia de «mala utilización de la ley penal», mediante la cual se promueven denuncias ilegítimas, detenciones arbitrarias, difamaciones y la prisión.
El profesional añade que el objetivo fundamental de la criminalización es «matar la vida social de defensores y defensoras de derechos humanos».
«La cárcel inhibe, no permite la continuidad de la lucha y rompe organizaciones», asegura Santos.
Al ser consultada, la jefa de la Fiscalía de Derechos Humanos, Hilda Pineda, dijo que una de las principales dificultades para investigar estos hechos criminales se debe a que son cometidos con una previa planificación y generalmente no hay testigos que ayuden a establecer las líneas de la investigación.
Pineda también informó que próximamente se estará asignando un nuevo agente fiscal a la Unidad de Activistas.
ASESINAN A TRABAJADOR DE CALAS
El pasado 12 de noviembre fue asesinado Jeremy Abraham Barrios, de 22 años, quien era asistente de Yuri Melini, director general del Centro de Acción Legal-Ambiental y Social de Guatemala (CALAS).
CALAS condenó públicamente el asesinato de Barrios e informó que desde hace dos años trabajaba en esa institución.
La jefa de la Fiscalía de DD. HH. dijo que el asesinato se encuentra bajo investigación y que se han obtenido avances significativos.