POR KIMBERLY LÓPEZ
klopez@lahora.com.gt

El presidente Jimmy Morales podría resultar involucrado en una denuncia presentada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ante el Ministerio Público (MP), por sospechas de financiamiento electoral ilícito debido a que no entregaron documentos e información sobre sus financistas en la campaña del 2015.

Independientemente de si el MP determina alguna responsabilidad directa hacia el Presidente, analistas consideran que estas sospechas se suman a las acciones opacas que han quebrantado la credibilidad del mandatario y han dejado en entredicho el eslogan de “Ni corrupto ni ladrón”.

Durante la contienda electoral del año pasado, Morales optó por priorizar en su discurso de campaña la promesa de ser un personaje ajeno a las prácticas de la vieja política, mediante el uso de un eslogan que lo desvinculaba del perfil de corrupto o ladrón. Sin embargo, analistas consideran que sumado al escándalo de corrupción por señalamientos hacia el hermano e hijo del mandatario, la sospecha de financiamiento anómalo desvirtúa esa imagen.

Según Helen Mack, activista y representante de la Fundación Myrna Mack, los señalamientos hacia Morales dejan ver que el mandatario desde su posición de candidato se adaptó a las prácticas de la vieja política.

Asimismo indica que frente a una denuncia contra el partido oficial, Morales deberá demostrar con pruebas contundentes que no tuvo participación alguna en las anomalías de financiamiento o de lo contrario esto solo reafirmará que tanto su mandato como su campaña concuerdan con las prácticas de la política que los guatemaltecos rechazaron en la Plaza de la Constitución.

Por otro lado, el analista y politólogo Ricardo Barreno, recuerda que durante 2015 Morales se concentró en convencer de que “era un político alejado de la tradicionalidad, que denunciaba la ciudadanía, y comprometido con valores democráticos como la transparencia, la rendición de cuentas, la relación directa con la población”.

Sin embargo, en realidad la postura de hermetismo de Morales y los escándalos en los que su nombre ha salido mencionado dejan en duda su credibilidad y su legitimidad.

Desde que inició su mandato Morales comenzó a perder su legitimidad y credibilidad y esto posteriormente podría abonarse a la poca capacidad de gobernabilidad en el Presidente, dijo Barreno.

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