Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt
La Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG) entregó el reconocimiento Orden Monseñor Juan José Gerardi Conedera a los Derechos Humanos 2016 a líderes de Huehuetenango que permanecieron en prisión por 16 meses por la defensa de sus derechos, al Obispo Emérito de Las Verapaces, Monseñor Gerardo Flores y a las mujeres de Sepur Zarco, sobrevivientes de violencia sexual durante el conflicto armado.
Autoridades de la ODHAG y el Arzobispo Metropolitano, Monseñor Oscar Julio Vian, entregaron la Orden a los líderes y autoridades ancestrales de Huehuetenango, que fueron encarcelados desde marzo de 2015 en el Preventivo de la zona 18 al ser acusados por el Ministerio Público de los delitos de plagio o secuestro, amenazas, atentado y delinquir, entre otros. Fueron liberados en julio pasado, tras 16 meses de encierro.
Rigoberto Juárez Mateo, Domingo Baltazar, Bernardo Ermitaño López, Francisco Juan Pedro, Arturo Pablo y Adalberto Villatoro Hernández recibieron el reconocimiento.
Juárez, autoridad ancestral Q´anjob´al de Santa Eulalia, Huehuetenango, expresó que por la defensa de la vida fueron criminalizados por lo que pidió que se detenga la persecución en contra de los líderes comunitarios.
LAS MUJERES DE SEPUR ZARCO
El Colectivo Jalok’U, integrado por catorce mujeres q’eqchi’ que fueron víctimas de violación sexual, esclavitud doméstica y sexual en el destacamento de Sepur Zarco en el Conflicto Armado Interno, también recibió la orden por la búsqueda de justicia y por exponer la realidad que vivieron.
OBISPO
También se condecoró a Monseñor Gerardo Flores Reyes, Obispo Emérito de la Verapaz, de 91 años, quien estuvo exiliado y se caracterizó por su sensibilidad humana y social que le convirtió en defensor de los campesinos y sus luchas por la tierra.
José Luis Colmenares, Presbítero y delegado Arzobispal de ODHAG, indicó que la orden se creó con la intención de reconocer a personas en el país, que trabajan por los derechos humanos y de acuerdo a la perspectiva que Monseñor Juan José Gerardi inculcó.
