Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

The Street Store Guatemala (La Tienda de la Calle) es un proyecto que inició en 2014 con la iniciativa de 8 jóvenes para llevar dignidad, comprensión y una mano amiga a personas que viven en las calles.

_2El 14 de enero de 2014 se celebró la primera Street Store en Guatemala. En ella, las personas en situación de calle pueden adquirir ropa, zapatos y artículos de limpieza personal sin ningún costo. Tal como sucede en una tienda, los visitantes pueden escoger su vestimenta e incluso reciben atención personalizada.

De acuerdo con Iván Solloy, integrante del proyecto humanitario, en esta actividad se transforma la manera en que tradicionalmente se distribuyen las donaciones de ropa, pues las prendas se entregan de forma directa por los voluntarios, quienes les ayudan a elegir la que más les guste y mejor les talle, dignificando así a las personas.

Antes de abrir la Street Store, los voluntarios recolectan vestimenta, zapatos, juguetes, comida y artículos de aseo. Al proyecto han apoyado empresas y personas individuales.

El primer año la actividad benefició a unas 500 personas en situación de calle, mientras que el año pasado se atendió a 650.

Solloy relató que dentro de las motivaciones para continuar con el proyecto está la satisfacción de ayudar a los demás y el hecho de dignificar a las personas de la calle.

“Nosotros podemos ser esa mano y esa fuerza que necesitan para los momentos que están pasando. Somos tres organizaciones que movemos The Street Store desde 2014”, dijo.

Dar apoyo a las personas sin hogar significa también una oportunidad para sensibilizarse acerca de las razones que los llevaron a vivir en las calles. “Hay casos en que la familia los hace a un lado. Ellos luchan con la indiferencia de las personas, porque al final ellos no tienen las mismas oportunidades que nosotros”, explica Solloy.

A decir del entrevistado, han identificado un cambio de comportamiento en las personas al hablarles, darles un abrazo o simplemente escucharlos; su semblante cambia. “Tal vez no cambiamos su vida, pero si logramos cambiar el momento y realmente eso se ha experimentado en cada evento”.

Este año la Street Store se organizará el 10 de diciembre en el Parque Concordia de la zona 1 capitalina, donde se colocarán 9 estaciones.

Además de poder cambiarse de ropa y zapatos, los visitantes tendrán disponible una estación de cortes de cabello y un área de maquillaje. También hay música en vivo y un espacio convivencia en donde comparten alimentos. En el caso de los niños, ahí reciben los juguetes recolectados.

Finalmente un grupo de voluntarios se dirige a los visitantes para darles una charla de motivación; “es uno de los momentos más emotivos para ellos”, dice Solloy.

Quienes deseen colaborar con la causa no solo pueden hacerlo a través de donaciones, pues el proyecto también necesita voluntarios para organizar la actividad.

La respuesta de la juventud ha sido positiva, comenta el entrevistado, ya que cada año más personas se suman a la causa.

“Nuestra meta era reunir a 150 personas para el voluntariado, pero tuvimos que cerrar el cupo porque llegamos a 300 voluntarios. Mucha gente se quedó fuera, pero no podemos aceptar más gente por cuestión de espacio”, dijo.

A decir de Solloy, el evento representa también la oportunidad de convivir con quienes más lo necesitan y es necesario el apoyo de muchas personas para continuar celebrándolo cada año.


ESPERAN APORTES

Si usted colaborar con The Street Store Guatemala puede donar artículos en buen estado como ropa, suéteres, zapatos, juguetes, frazadas. Además puede aportar con kits de higiene personal.

Puede llevar sus donaciones a al menos seis sedes ubicadas en distintas zonas de la ciudad capital y Antigua Guatemala.

Puede solicitar información en su página de Facebook “The Street Store Guatemala”, donde puede darle seguimiento a la actividad.

“Nosotros podemos ser esa mano y esa fuerza que necesitan para los momentos que están pasando. Somos tres organizaciones que movemos The Street Store desde 2014”.

“Nuestra meta era reunir a 150 personas para el voluntariado, pero tuvimos que cerrar el cupo porque llegamos a 300 voluntarios. Mucha gente se quedó fuera, pero no podemos aceptar más gente por cuestión de espacio”.
IVÁN SOLLOY

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