POR JOSÉ DEL ÁGUILA
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Once años han transcurrido desde el asesinato de Claudina Velásquez Paiz, sin que a la fecha exista una hipótesis elaborada sobre el crimen. La lucha de Jorge Velásquez, padre de la víctima, para que se haga justicia en el caso, ha sobrevivido a la indiferencia de tres gobiernos diferentes.
Velásquez Paiz, de 19 años, desapareció el 12 de agosto de 2005 y su cadáver fue encontrado al día siguiente con señales de haber sido sometido a actos de extrema violencia, incluida violencia sexual.
Debido a la indiferencia de las autoridades estatales para investigar el caso, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una condena en diciembre de 2015 en contra del Estado de Guatemala, en la que ordena retomar la investigación del asesinato, reparar a los familiares y emprender esfuerzos institucionales para la no repetición de los hechos.
Sin embargo, según el padre de la víctima, persiste una actitud negligente en torno al caso y no se ha realizado ningún acto de reparación ni de disculpa pública a la familia. Lo único que se ha cumplido de la resolución de la CIDH, cuenta, es la publicación de la sentencia.
“Para mí no es reparación que una sentencia se publique. Con la indiferencia que hay en la sociedad, este tipo de publicaciones, el que las lee, le da una indiferencia total. No se ha cumplido absolutamente nada y ya estamos arribando al año –de emitida la condena-“, asegura Velásquez.
Derivado de estos hechos, en el marco de la inauguración de la Fiscalía contra el Delito de Femicidio, Velásquez confrontó a las autoridades, denunciando públicamente los pocos esfuerzos que se han emprendido para ventilar el crimen.
Finalmente, tras solicitar durante seis meses que se concretara una reunión con autoridades de seguridad y justicia, hoy el padre de la víctima se reunirá con los fiscales del caso y el ministro de Gobernación, Francisco Rivas, para acordar nuevas acciones de investigación.
INVESTIGACIÓN
Según el fiscal a cargo de las investigaciones, Jorge García, a pesar de que los hechos sucedieron hace once años, aún no existe una hipótesis elaborada para poder plantear qué líneas de investigación se van a realizar.
De acuerdo con el fiscal, las pesquisas se han visto entorpecidas por la indiferencia de los investigadores de la PNC y por la estigmatización que se hizo en contra de la víctima.
“El trabajo de escena fue muy precario, muy malo. Si uno ve cómo manejaron la escena del crimen solo hay siete fotografías. Aquí se etiquetó a la víctima y se hizo ver como que fuera una situación provocada por ella misma”.
García cuenta que para la investigación, muchos prejuicios de género subsistieron y se consignó el caso como un “crimen pasional”, sin que existieran indicios que lo sustentaran.
A la víctima, “por ser mujer e ir vestida de cierta manera”, se le etiquetó y se indicó que ella tuvo la culpa de lo que pasó, indicó el Fiscal.
Por lo mismo, hoy la Fiscalía solicitará al Ministerio de Gobernación que se integre un equipo profesional de mujeres, con el objetivo que las estigmatizaciones de género no perjudiquen la investigación.
