POR MARIELA CASTAÑÓN
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Según el Consejo Nacional de Adopciones (CNA), un total de 4 mil 215 menores de edad están institucionalizados en 127 hogares privados. De esta cantidad, 2 mil 406 son niñas y 1 mil 809 niños. El CNA, junto a otras entidades, es el encargado de realizar las supervisiones en los lugares de “abrigo”, sin embargo, todavía no hay pleno control de lo que ocurre detrás de las cuatro paredes de cada hogar que en apariencia protegen a la infancia y juventud guatemalteca.
El rescate efectuado por la Procuraduría General de la Nación (PGN) y el CNA de 89 niños y niñas de tres hogares de “protección” evidencia que persiste el riesgo para ellos, aún cuando son remitidos a estos lugares por orden de juez.
Según Harold Flores, procurador de la Niñez de la PGN, este año fue necesario cambiar de hogar a esos menores de edad tras encontrar indicios de vulneración en sus derechos. Ellos forman parte de los 4 mil 215 niños institucionalizados.
De acuerdo con el CNA, la niñez institucionalizada está en los hogares por violación al derecho a la protección, por maltrato, por dependencias a sustancias ilícitas y por explotación que puede ser laboral o sexual.
Del total, solo 151 menores son adoptables, el resto permanece bajo el resguardo de los hogares mientras se resuelve la situación por la que fueron institucionalizados.
“Esta decisión recae en los juzgados competentes de conformidad con la Ley de Protección Integral de Niñez y Adolescencia: Juzgados de Paz de las distintas localidades, Juzgado de Paz con Competencia Específica para la Protección en Materia de Violencia Intrafamiliar, Niñez y Adolescencia Vulnerada en sus Derechos Humanos, Juzgados de Primera Instancia de la Niñez y Adolescencia existentes en el territorio nacional”, explica el CNA.
Pero, ¿quién supervisa que los niños vulnerados en sus derechos sean respetados y abrigados adecuadamente? Por competencia legal le corresponde al CNA, junto a otras entidades.
El CNA refiere que a través de su equipo, integrado por una psicóloga, una trabajadora social, un abogado, entidades privadas de abrigo y protección, verifican los hogares registrados.
De acuerdo con Rudy Zepeda, portavoz del CNA, las supervisiones a los hogares se realizan con base en una agenda que se programa de acuerdo al proceso de revalidación de un hogar, que debe ser cada dos años.
“De conformidad con lo establecido en el artículo 74 del Reglamento de la Ley de Adopciones, la autorización para funcionamiento de un hogar de protección tiene una vigencia de dos años prorrogables por períodos iguales”, explica.
Zepeda agrega: “Tanto para la autorización como para la revalidación de un hogar de protección se deben presentar ante el CNA los documentos establecidos en el artículo 72 del Reglamento de la Ley de Adopciones, y a través de las supervisiones realizadas, el equipo multidisciplinario del CNA debe establecer que el hogar de protección implementa los programas de atención aprobados, que cuenta con el personal adecuado, suficiente y capacitado, y que garantice la atención integral de los niños, niñas y adolescentes que abriga.”
Los datos de esta entidad indican que del 4 de enero al 18 de noviembre de este año, presentaron 18 denuncias por maltrato y falta de atención integral en contra de hogares privados ubicados en los departamentos de Guatemala, Chimaltenango, Sacatepéquez, Quiché, Escuintla, Zacapa y Huehuetenango. (Lea el recuadro Potestad legal).
HOGARES DEL ESTADO SIN SUPERVISIÓN
La situación del Hogar Virgen de la Asunción, administrado por la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS) y que ahora es investigado por el Ministerio Público (MP) por indicios de maltrato y trata de personas, destaca un aspecto preocupante, ya que en la legislación no se establece qué entidad o bajo qué autorización se deben realizar las supervisiones a los cuatro hogares estatales a cargo de la SBS. (Lea el recuadro Debían mostrar su cuerpo a cambio de golosinas).
La desaparición de niñas y niños, los relatos de maltrato y la presión social fueron los detonantes para que las autoridades indagaran sobre el Hogar Virgen de la Asunción, de lo contrario, la situación habría seguido igual por falta de supervisión.
Por su parte, el CNA argumenta que históricamente ha existido un problema de interpretación legal del artículo 27, inciso g de la Ley de Adopciones, que detalla que una de las funciones señaladas es supervisar bajo la coordinación de la SBS a las entidades públicas y privadas que se dediquen al abrigo de niños.
“La redacción de este artículo no estipula de manera clara a cargo de quién y bajo qué autoridad se realizará dicha supervisión. Es decir, si bajo la coordinación de SBS o con el acompañamiento de la SBS; sin embargo, se han realizado supervisiones ordenadas por juez competente”, explica el CNA.
Esta instancia debe presentar su informe el próximo 5 de diciembre al juez que lleva el caso del Hogar Virgen de la Asunción, por una denuncia interpuesta por la PGN por las 126 alertas de desaparición y por posible situación de maltrato y comisión de delitos. El CNA deberá establecer si considera que el Hogar llena los requisitos para ser un hogar de abrigo.
SUPERVISIONES DÉBILES
Gloria Castro, defensora de la Niñez de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), manifiesta su preocupación por las supervisiones “débiles” en hogares de protección para la niñez y la adolescencia, así como porque no existe competencia para sancionarlos si no cumplen con los estándares de calidad que se requieren.
“Nos preocupa esta situación, hay instituciones que tienen la responsabilidad en ley, como el CNA, de hacer estas supervisiones constantes; la misma SBS que es parte de este proceso de supervisión. Se hace de manera débil para la cantidad de hogares de protección. Nos preocupa que el CNA no tiene la posibilidad para sancionar a los hogares que no están cumpliendo con agilizar su autorización y cumplir con los estándares que el CNA solicita”, refiere.
La PDH ha realizado 13 supervisiones este año en hogares públicos y del Estado, y ha recomendado en estos lugares mejorar la calidad en los alimentos, infraestructura y metodologías de atención.
Castro reitera la necesidad de no judicializar los casos de niñez y adolescencia, sino buscar otras alternativas.
“Hay que tratar de no judicializar todos los casos de niñez y adolescencia, hay situaciones que se pueden abordar por medio de otras estrategias como es el apoyo psicológico, escuela de padres, seguimiento y fortalecimiento a la familia, en general que los jueces tomen la institucionalización como la última medida”, refiere Castro.
La defensora de la Niñez dice que es necesario fortalecer el sistema de protección para la niñez y replantear jurídicamente lo que sea necesario.
“Es muy importante discutir y analizar las fuertes debilidades del sistema de protección, por eso se deben promover modificaciones que respondan a una decisión colectiva, donde participen organizaciones de sociedad civil, el Congreso de la República, la institución del PDH; donde discutamos estas grandes debilidades del sistema de protección y propongamos nuevas alternativas”, argumenta.
EN CIFRAS
4 mil 215 niños y niñas son abrigados en hogares de protección.
127 hogares resguardan a los menores de edad.
3 hogares de protección están en proceso de cancelación.
151 menores de edad abrigados en hogares de protección son adoptables.
4 hogares de protección están a cargo del Estado a través de la SBS.
17 mil denuncias de maltrato son investigadas por la Fiscalía de Delitos contra la Niñez Víctima, inaugurada recientemente.
Potestad legal
El artículo 30 de la Ley de Adopciones, Decreto 77-2007, indica que el CNA es el encargado de autorizar y registrar las entidades privadas dedicadas al abrigo que brindan protección residencial a los niños, niñas y adolescentes menores de 18 años vulnerados en sus derechos específicos.
Los artículos 32 y 33 de la Ley de Adopciones detallan los requisitos que deben cumplir las entidades públicas, privadas y organismos extranjeros acreditados dedicados a dar abrigo a los niños. El CNA previo a la autorización realiza supervisión a la entidad que solicita autorización, con el objetivo de verificar el cumplimiento de los estándares de calidad mínimos para el cuidado de los niños, que va más allá de la satisfacción de necesidades básicas como alimentación o vivienda.
Los hogares deben ser capaces de ofrecer un desarrollo integral a los niños, cuidando sobre todo su atención psicosocial, privilegiando los programas de integración, reintegración y fortalecimiento familiar.
Las entidades de abrigo deben ser una alternativa temporal y excepcional para brindar a los niños y niñas un ambiente saludable íntegro, considerándose transitorios mientras los entes encargados de la investigación proponen el retorno con su familia biológica, ampliada, sustituta o adoptiva.
Debían mostrar su cuerpo a cambio de golosinas
*Lizeth tiene 17 años y es una de las tantas niñas afectadas por las condiciones y situaciones del Hogar Virgen de la Asunción. Ella estuvo siete meses en este lugar, pero logró ser trasladada a un hogar administrado por una organización de la sociedad civil.
Lizeth relata que constantemente era lastimada física y psicológicamente por otras niñas del Hogar. También le temía a algunas monitoras que la trataban mal.
La niña relata que personal de la seguridad solía pedirles a las adolescentes mostrar una parte de su cuerpo a cambio de golosinas; algunas niñas lo hacían por comer algo diferente, ya que en el Hogar los alimentos estaba en mal estado y con una sustancia que presume era yodo.
En tanto, el tiempo transcurría sin mucho que hacer, pues por la cantidad de niñas albergadas no todas podían ingresar a los talleres que impartían.
La menor de edad corrió con suerte porque fue trasladada a otro hogar, donde actualmente dice sentirse bien. La niña fue institucionalizada por maltrato en su hogar y por otras razones de las que prefiere no hablar.
El pasado 9 de noviembre, la jefa del MP, Thelma Aldana, confirmó a La Hora que ya existe una investigación abierta por los indicios de maltrato y trata de personas en el Hogar Virgen de la Asunción.
*Nombre modificado para proteger la integridad de la adolescente.
