POR MARIELA CASTAÑÓN
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Estadísticas del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) indican que de enero a agosto esa institución realizó 3 mil 226 necropsias a cuerpos de personas que murieron por arma de fuego, arma blanca, estrangulación y desmembramiento, en tanto, la Policía Nacional Civil (PNC) dice que hay 171 homicidios menos en comparación con el año pasado, mientras que el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) refiere que hubo un descenso del 3 por ciento de homicidios en agosto. Sin embargo, a pesar de las estadísticas, la población aún no percibe esa disminución que reflejan diferentes instituciones.
En Guatemala diariamente mueren personas por violencia. La problemática no discrimina a nadie por edad, género o profesión.
Aunque las autoridades y organizaciones civiles reflejan un descenso de delitos contra la vida, la espiral de violencia no ha logrado controlarse plenamente.
De acuerdo con el Inacif, en los primeros ocho meses del año murieron violentamente 3 mil 226 personas. El dato se obtiene de las necropsias que realiza.
En tanto, la PNC publicó recientemente un análisis comparativo, en donde indica que hasta el 13 de septiembre de este año había 171 homicidios menos que reflejan un 5 por ciento menos en comparación con el año anterior.
Por otro lado, el GAM detalla que hubo un descenso de muertes violentas de un 3 por ciento, en comparación con agosto el año anterior.
De acuerdo con la organización este porcentaje se traduce en 111 delitos contra la vida menos.
Mario Polanco, director de esa organización, explicó que ese descenso no es tan significativo como para percibirse, sin embargo, reconoció que 111 personas “continúan con vida por la leve disminución”. Algo que según él, debe valorarse porque la violencia empieza a descender.
Polanco destacó que el Ministerio de Gobernación (Mingob) requiere de una política de seguridad más intensa para lograr resultados específicos.
¿POR QUÉ NO SE PERCIBE?
A criterio de Marco Antonio Garavito, director de la Liga de Higiene Mental, la percepción de un descenso en la violencia homicida no es perceptible porque no es significativa, aunado a que prácticamente se vive con este flagelo siempre.
“Tiene varias explicaciones: la primera es que el descenso no es significativo, es decir porque no es que antes había muertes y ahora no hay. En la percepción de la gente no tiene un significado de cómo está percibiendo el fenómeno, son indicadores que han bajado, pero relativamente. La segunda es que a partir de la violencia hay una actitud y cuando se instala como la violencia, implica procesos más largos y sostenidos”, explicó Garavito.
El psicólogo agregó: “Una cosa es que le presenten a la gente estadísticas y gráficas, pero para no es una cuestión académica, sino emocional. Y a nivel emocional, escuchan y ven muertos siempre”, refirió.
De acuerdo con el director de la Liga de Higiene Mental, el Estado debe continuar con la implementación de políticas de seguridad y prevención, en tanto, los medios de comunicación, que también juegan un rol importante en la percepción de la gente, deben informar y educar sobre qué es la violencia.
“El Estado debe profundizar el trabajo que permita reducir este impacto y no tanto preocuparse por celebrar con bombos y platillos que en lugar de 39 muertos diarios tenemos 31. Eso a la población no le va a impactar, no se trata de divulgación y propaganda gubernativa, lo que debe hacer es seguir trabajando en las políticas de seguridad y prevención. En cuanto a los medios nos exponen a la violencia con la información que publican, pero que debe circular; uno ve menos artículos o reportajes orientadoras a la gente sobre la violencia, qué es, cómo funciona y cómo se debe prevenir”, argumentó.
Violencia homicida
3 mil 226 necropsias realizó Inacif de enero a agosto de 2016
171 homicidios menos en comparación con el año pasado reporta la PNC
3 por ciento menos de delitos contra la vida reporta el GAM.
