POR KIMBERLY LÓPEZ
klopez@lahora.com.gt

La propuesta de reforma fiscal fue anunciada por el Ejecutivo, como una medida para la reducción de las brechas sociales en el país. En temas como educación, salud e infraestructura, la reforma sería una manera de obtener más recursos para poder invertirlos en dichos rubros. Sin embargo, según analistas el planteamiento del Ejecutivo no reducirá la brecha social.

Al recibir la propuesta del Ministerio de Finanzas sobre los parámetros que debería contener una reforma fiscal, el Presidente enfatizó en el impacto positivo que estas medidas tendría en la reducción de desigualdad en educación, salud, justicia, calidad de vida, entre otros aspectos.

No obstante, luego de conocer dicha propuesta analistas y economistas aseguran que esta «se queda corta» para una meta tan ambiciosa como es la reducción de dichas brechas.

Según Hugo Maúl, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), para cerrar las brechas sociales es necesario aumentar la recaudación, pero en el caso de Guatemala el problema es que la forma en la que se gastan los recursos no garantiza que más ingresos tributarios vayan a implicar mejores servicios sociales, mejor educación y mejor salud.

«Por eso es que hemos insistido en que esta reforma se queda corta porque el episodio histórico requiere de una reforma fiscal donde se aborden otros temas como mejorar la calidad del gasto público, sin despilfarro, duplicidades, corrupción y todos los problemas que los guatemaltecos ven», manifestó.

«Esperemos que el Congreso pueda enmendar la plana y convocar a un diálogo más amplio con más sectores sociales y se pueda discutir de manera integral las finanzas públicas», apuntó.

NO HAY PLAN DE TRABAJO

A decir de Abelardo Medina, en representación del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), existe un consenso en cuanto a que el Estado necesita urgentemente más recursos para cubrir necesidades fundamentales de la población.

Esto, con el propósito de elevar la calidad de servicios educativos, de salud, protección y previsión social, la infraestructura y demás.

No obstante, Medina indica que si el Estado eventualmente tendrá más ingresos también deberían mejorarse las asignaciones de recursos.

«El problema es que en realidad no existe un plan de trabajo concreto, entonces no se sabe si cuando ya se tengan más recursos eso va ser asignado apropiadamente y si la falta de transparencia va permitir mejores resultados», indica el analista.

IMPACTO MÍNIMO

Por otro lado, el analista Pedro Prado, de la Asociaciones de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), enfatizó en que el impacto que podría tener la propuesta es mínimo.

Prado no comparte la aseveración del Ejecutivo, de que esta propuesta sea una solución para las brechas sociales.

Por aparte Helmer Velásquez, representante de la Asamblea Social y Popular, asegura que a nivel de ingresos puede que haya un impacto, pero preocupa la direccionalidad de dichos recursos.

Por ejemplo, el tema de desarrollo rural y campesino, son aspectos que no están involucrados, lamentó.

Artículo anteriorCongreso tiene en sus manos la reforma fiscal
Artículo siguienteAfganistán: americana hace bien con algo de ayuda de Prince