POR VIRGINIA CONTRERAS
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Alrededor de 1 millón 40 mil vehículos circulan en los días de mayor tráfico en la ciudad capital. El parque vial sobrepasó la capacidad de las calles y la mala calidad del servicio de transporte colectivo solo empeora esta situación. La solución ofrecida por la Municipalidad de Guatemala es la creación de un AeroMetro, una especie de teleférico que se conectará con el Transmetro. La inversión se plantea como una alianza público privada y podría alcanzar los US$75 millones. ¿Es el proyecto de Álvaro Arzú la respuesta a los problemas de tráfico en la ciudad o solo desviará la atención de las soluciones integrales?
Aunque puede parecer un proyecto futurístico, la Municipalidad de Guatemala prevé sacar las bases de licitación del nuevo proyecto tipo teleférico, denominado AeroMetro, el próximo mes. Este se encuentra incluido dentro del plan maestro de movilidad de la comuna capitalina y para su funcionamiento deberá contar con una inversión público privada.
Derivado de que alrededor de 1 millón 40 mil vehículos circulan en los días de mayor tráfico en la ciudad capital, en un horario de 6:00 a 09:00 y de 16:30 a 20:30 horas, según Amílcar Montejo, Intendente de la Policía Municipal de Tránsito (PMT), la comuna capitalina busca que el AeroMetro agilice el traslado de usuarios que se movilizan en las principales vías.
De acuerdo con Carlos Sandoval, portavoz de la Municipalidad de Guatemala, el AeroMetro es uno de los ofrecimientos de la última campaña electoral del alcalde Álvaro Arzú.
Según explicó, el proyecto busca dar respuesta a las problemáticas generadas por el crecimiento del parque vehicular dentro de la ciudad, así como la falta de servicio de transporte público eficiente (buses rojos) y el poco crecimiento del Transurbano y el Transmetro.
Datos de la Empresa Metropolitana de Transporte (Emetra) refieren que hay registrados 3 mil 221 autobuses urbanos, pero a decir de Jorge Palacios, representante de esa entidad, en circulación hay un máximo de mil unidades, ya que el resto no se moviliza por problemas mecánicos, económicos, de extorsiones o escasez de conductores.
A la mala calidad del transporte colectivo se suma un parque vehicular en crecimiento. Según la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), a junio de este año se registran 1 millón 395 mil 396 vehículos en el departamento de Guatemala.
La Dirección de Movilidad Urbana de la comuna capitalina estima que hay 17 puntos de los que parte la concentración de flujo vehicular hacia la ciudad.
Estos son: Periférico Sur, Periférico Norte, Calzada Roosevelt, Calzada Aguilar Batres, Boulevard Liberación, Avenida Reforma, Boulevard Vista Hermosa, Boulevard Los Próceres, Avenida Las Américas, Avenida Petapa, Calzada San Juan, Boulevard El Naranjo, Calle Martí, Avenida La Pedrera, Calzada José Milla, Avenida Bolívar y Calzada La Paz.
PLAN MAESTRO
El Plan Maestro de Movilidad contempla la expansión del Transmetro y del Transurbano, así como de la ciclovía, en una conexión por las 22 zonas de la ciudad para que las personas tengan distintas opciones, pero además el AeroMetro, dijo el portavoz.
El vocero señaló que el proyecto tipo teleférico posee aspectos y beneficios para los usuarios en tema de seguridad, movilidad y tiempo y es algo que ha funcionado en otros países como Colombia, Bolivia, Venezuela, Brasil y México.
Para Óscar Peláez, exdirector del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR) de la Universidad de San Carlos, el AeroMetro es un proyecto que se suma a las soluciones utópicas a un problema estructural al que, a la fecha, no se le ha podido dar una respuesta práctica.
Considera que la problemática del tráfico en el área capitalina requiere de soluciones integrales y hasta radicales, que toquen aspectos de fondo, tales como la calidad del transporte colectivo y la reorganización del espacio vial.
A criterio del experto, si se piensa en hacer una inversión millonaria, en todo caso se debería pensar en la habilitación de un metro, ya sea subterráneo o en la superficie, puesto que asegura “es el transporte masivo por excelencia”.
Peláez aseguró que las góndolas son usadas para fines lúdicos y, en contraparte, un metro está pensado para transportar grandes cantidades de personas.
El urbanista señaló que, al igual que el AeroMetro, existen diferentes tipos de ideas, ingeniosas y atractivas, pero está probado en que en ciudades como Nueva York, Tokio, Barcelona, Madrid y México, lo que realmente ha funcionado es el metro.
En tanto, la construcción del Anillo Metropolitano, otra solución que permitiría despejar las principales vías de la capital, avanza a paso lento y hasta inicios de este año no se había logrado terminar la primera fase.
INVERSIÓN
Fabricio González, experto en temas de transporte público de la municipalidad, estimó que el costo total de la inversión podría rondar los US$75 millones, según dijo en una entrevista con elPeriódico.
Informó que hasta hoy solo se ha trabajado en el desarrollo de bases de licitación adecuadas y por lo tanto no se han definido aspectos como de la inversión, el costo del mantenimiento, la tarifa que se pueda cobrar por viaje o la empresa que lo realizará.
Indicó que se piensa establecer una alianza público privada (como una concesión) para poder financiar un plan de tal magnitud y que en la misma podrán participar todas las entidades que cumplan con las bases de licitación.
“Se debe contar con el respaldo de inversión pública privada, ya que sin la parte privada no se podría realizar, y no tendría el aporte necesario si no tuviera la herramienta pública, para que se pueda mantener el precio”, indicó.
UN MAL ANTECEDENTE
El Teleférico de Amatitlán, un proyecto similar, pero con fines lúdicos, fue inaugurado en junio de 1978 durante el Gobierno del presidente Kjell Laugerud y la obra fue ejecutada por la empresa austriaca Doppelmayr, a un costo de Q1 millón 690 mil.
Con 27 góndolas y capacidad para cuatro personas en cada una, su recorrido era de 2 mil 668.20 metros, a una velocidad de 3.65 metros por segundo, con 13 torres de soporte y dos terminales para abordaje.
En marzo de 1998, se tomó la determinación de que las instalaciones del Teleférico fueran cerradas al público, debido a que no cumplía con las especificaciones mínimas en sus parámetros de seguridad y funcionamiento, además del deterioro provocado por la falta de mantenimiento.
El mismo permaneció en suspensión durante un periodo largo hasta el año 2006.
El 26 de mayo de ese año se iniciaron los trabajos de reparación que finalizaron el 24 de febrero de 2006 y cuyo costo fue de Q16 millones.
Pese a esta inversión, desde el 2012 está nuevamente en desuso por problemas técnicos. De acuerdo con la Dirección de Recreación del Ministerio de Trabajo y Previsión Social se estima una inversión de Q25 millones para repararlo.
SOLUCIONES INTEGRALES
José María Lemus, experto en Desarrollo Urbano, señaló que las soluciones a la problemática de transporte en la ciudad capital deben ser integrales y que además de los problemas relacionados directamente al transporte, también existen otros derivados de la concentración de población en la capital.
“Desgraciadamente vivimos en un sistema en donde la concentración de bienes y servicios se encuentran en esta ciudad, entonces el sistema debe cambiar y el cambio debe ser radical, por lo que deberían generarse ciudades intermedias de desarrollo”, explicó.
Según el citado, los polos intermedios de las ciudades podrían generar su desarrollo urbano, con el fin de que no se concentren todos los bienes y servicios en la capital.
En tal sentido, indicó, la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan) tiene un planteamiento interesante en el Plan Nacional K’atun 2032, en el que se menciona cuáles serían las ciudades intermedias que deberían desarrollarse para que todo el país tuviera un desarrollo integral.
A decir de Lemus, el AeroMetro es un proyecto ambicioso e interesante a simple vista; sin embargo, indicó que se debe analizar si es la mejor solución, ya que hay detalles que no se han especificado y que son trascendentales, como por ejemplo el precio que tendrá el servicio versus el mantenimiento del sistema.
Asimismo, señaló que se corre el riesgo de que este tipo de transporte solo genere más concentración de población en la capital, ya que aparecerán actividades económicas formales e informales relacionadas a su funcionamiento.
NO OTRO NEGOCIO DE CORRUPCIÓN
El titular de la Defensoría del Usuario del Transporte Urbano de la Procuraduría de Derechos Humanos, Edgar Guerra, opinó que para que el proyecto pueda ser de beneficio de la ciudadanía y no se convierta en un negocio de corrupción, como ha sucedido con el Transmetro y Transurbano, el AeroMetro debe ser de carácter público, para que el Estado no pierda el control.
Además, antes de pensar en su implementación, considera importante que la población conozca los costos reales de la inversión y del mantenimiento. No solo por los antecedentes del teleférico de Amatitlán, sino por la rentabilidad y seguridad de este medio de transporte.
“En tercer lugar, se espera que la tarifa no golpee la tan lastimada economía familiar de los guatemaltecos. Y por último y no menos importante, es el tema de orden y eficiencia en cuanto a la organización para que los pasajeros aborden y más en un servicio que será de alta demanda”, concluyó.
AEROMETRO
Son góndolas con capacidad para 8 a 16 personas, las cuales van suspendidas de cables que las transportan a estaciones donde abordan y descienden los usuarios.
La propuesta inicial del proyecto parte del Eje 1, el cual comenzaría en una estación de El Trébol, en la zona 8 hacia al Corredor Central, en una longitud de 2.11 kilómetros, con una velocidad de 6 metros por segundo y un tiempo de viaje de 6 minutos.
La capacidad del sistema sería de aproximadamente 12 mil pasajeros por hora, con un número de aproximadamente 135 góndolas y una distancia entre estas de 31 metros.
Se contempla que los usuarios que viajen hacia ese lugar pasarían sobre el Bulevar Liberación, cruzarían en la 7ª. Avenida de la zona 13 hacia la Calle Montúfar hasta llegar a un área aledaña a la Plazuela España, en la zona 9.
La capacidad de la góndola para este trayecto sería de 16 pasajeros y se considera que el tiempo de puesta en marcha, en condiciones ideales, será de 24 meses.
En tanto, el Eje II partiría de El Trébol hacia la Calzada Roosevelt conectando con Molino de las Flores, en Mixco, con una longitud de 6.47 kilómetros, un tiempo de viaje de 18 minutos a una velocidad de 6 metros por segundo y una capacidad de 12 pasajeros por góndola.
La capacidad del sistema será de 8 mil pasajeros por hora, con un número de 321 góndolas y una distancia entre éstas de 40 metros. Se prevé que el tiempo de puesta en marcha sea de 36 meses.
Entre los beneficios que la comuna detalla se encuentran: mínima invasión del suelo (pilonas y estaciones), no ocupará un carril de la red vial existente, contribuirá a reducir congestionamientos, se interconectará con el Transmetro, no contamina el ambiente, puede ubicarse en topografías planas y/o irregulares y reduce considerablemente el tiempo de recorrido.