POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

Entre enero de 2012 a julio de 2016, murieron 303 privados de libertad en las cárceles del país: por violencia, supuesto suicidio y de forma natural, según el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).

Los datos fueron obtenidos por el CIEN a través del Sistema Penitenciario (SP), donde se refleja que la mayoría de decesos ocurrieron el año pasado. (Lea el recuadro 303 muertes en las cárceles).

De acuerdo con Corinne Dedik, investigadora del CIEN, las razones por las que existe un número elevado de decesos el año anterior, se debe a los incidentes de violencia y motines.

Según Dedik, entre estos hechos se puede mencionar la masacre ocurrida en El Boquerón, en Santa Rosa, donde murieron siete reos en agosto pasado; a las muertes de la Granja Penal Canadá en Escuintla, donde perecieron 16 reclusos y a la matanza en la cárcel de Puerto Barrios, en Izabal, donde murieron ocho reos en diciembre.

“Cuando uno desglosa las muertes por mes, se pude apreciar en la gráfica que en esos meses –de agosto a diciembre– la cantidad de muertes se elevó. Está ligado a incidentes violentos y motines”, explicó Dedik.

La profesional dijo que la ausencia de directores en las cárceles, fue un factor que incidió en el incremento de fallecimientos por la ausencia de controles, aunado a la disminución de requisas a partir del segundo semestre del año pasado.

DOS MASACRES EN 2016

El 11 de enero de este año, ocurrió una masacre en la cárcel de Chimaltenango, que provocó la muerte de 6 reos; como regularmente sucede con estas muertes, había información distinta de las entidades.

Según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), los seis reos murieron por heridas de arma de fuego, en tanto en el informe circunstanciado de la PNC se detalló que la causa de la muerte fue “por heridas de esquirlas de artefacto explosivo”, incluso en la escena del crimen fue localizada una palanca de seguridad de “posible artefacto explosivo”.

El pasado 18 de julio ocurrió otra masacre en la Granja Penal Pavón, donde murieron 14 personas, entre estas el capitán del Ejército Byron Lima Oliva, quien era considerado como el dueño de las cárceles del país.

La muerte de Lima es investigada por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

¿INVESTIGACIONES?

Por otro lado, Dedik dijo que las muertes de los privados de libertad deben ser investigadas, ya que rara vez se conoce públicamente de los resultados de las pesquisas.

“En los casos donde no hay una muerte natural, sino que es un suicidio o una muerte violenta, es importante que se investigue, porque es el fallecimiento de una persona y no por haber ocurrido en una cárcel, significa que no se investigará. Después que se da a conocer un hecho, la ciudadanía no se entera del proceso de investigación y de los resultados, tampoco si hubo capturas o gente a la que se le levantó un cargo”, refirió la investigadora.

En tanto, la entrevistada explicó que otro factor que es importante investigar son los suicidios en las prisiones, pues puede existir la posibilidad de que no se trate de un suicidio, sino de una muerte violenta.

Recientemente, el ministro de Gobernación, Francisco Rivas, fue consultado por los supuestos suicidios; destacó que trabajan con el Ministerio Público (MP) para determinar el origen de esos hechos.

“En base a los informes médico legales, partimos de las hipótesis, algunos hechos sí evidencian un actuar criminal y en base a ello se están dirigiendo los planes de investigación, se está coordinando con el MP para determinar quiénes son los responsables, ya tenemos investigaciones desarrolladas”, indicó Rivas.

MEDIDAS URGENTES

La representante del CIEN consideró que es urgente implementar medidas a corto plazo para contrarrestar las muertes violentas en el SP.

A criterio de la entrevistada, es oportuno que se nombre a los directores de los centros carcelarios y que se realicen requisas con más frecuencia.

“Como primera medida, urge que se contraten directores para los centros porque llevan un año sin directores y una cárcel no puede estar funcionando adecuadamente sin que se asuma la responsabilidad de lo que está pasando. En segundo lugar hay que trabajar en reforzar los controles de ingreso y retomar la costumbre de requisar frecuentemente para detectar y consignar los objetos ilícitos en los centros carcelarios”, indicó.


303 muertes en las cárceles

Entre 2012 a 2016, han muerto más de 300 privados de libertad en las diferentes cárceles del país.

A continuación el detalle:

Año 2012: 33
Año 2013: 46
Año 2014: 45
Año 2015: 111
Año 2016: 68
TOTAL 303

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