POR REDACCIÓN LA HORA
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La nueva ministra de Salud, Lucrecia Hernández Mack, se enfrenta a un monstruo de muchas cabezas, una hidra que ha vencido a sus antecesores: un sistema con décadas de abandono, corrupto hasta la médula. Su nombramiento ha generado expectativas positivas, pero ¿podrá ser un parteaguas en la historia de la salud pública? ¿Cuáles serán sus principales retos?
El presidente Jimmy Morales designó a Lucrecia Hernández Mack como la nueva Ministra de Salud, en sustitución de Alfonso Cabrera, quien renunció aduciendo problemas personales y de salud.
El equipo de la funcionaria está conformado por Adrián Chávez quien será su viceministro Técnico y Edgar González, viceministro administrativo.
Como primera decisión al frente de la cartera, Hernández decidió eliminar los viceministerios de Atención Primaria y de Hospitales, debido a que «estaban en conflicto y tenían duplicidad de funciones».
Así mismo, la Ministra prometió luchar contra la corrupción interna, la cual, a pesar de las investigaciones del Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad, sigue intacta en el ministerio.
En su acto de juramentación, Hernández admitió que es un desafío enorme asumir una cartera que es compleja y complicada. «Vemos que hay desafíos urgentes como revertir el colapso de los servicios de salud», anotó.
Sin embargo, indicó que durante su carrera profesional ha trabajado «del lado de la ciudadanía», la academia y los centros de pensamiento, con quienes se han elaborado planteamientos técnicos, sólidos y con resultados.
«La posibilidad de estar en un espacio en donde se toman las decisiones de política, en donde hay oportunidad de hacer muchas de las cosas que uno se la pasa proponiendo en otro ámbito, la verdad es que es un espacio que uno considera con seriedad», afirmó.
¿CUÁLES SERÁN SUS PRINCIPALES RETOS?
PRESUPUESTO
El doctor Alfonso Matta, articulista de La Hora Salud, explica que el perfil epidemiológico del país (desarrollo e incidencia de las enfermedades) ha cambiado en las últimas décadas y ahora, el gran reto actual y futuro que tiene el sistema social en salud, es lidiar con las antiguas condiciones simultáneamente con las condiciones crónicas como diabetes, cáncer o enfermedades cardiovasculares y enfermedades mentales.
No obstante, el sistema de salud es un sistema que invierte aún por debajo del 3% del PIB, que ha pasado en los últimos 20 años de una inversión del gasto en términos del PIB de 1.67 a 2.62 y que tiene un gasto público que constituye el 16% del total de la inversión social.
«De tal forma que nos encontramos con un sistema subfinanciado, incapaz de atender la problemática de la salud que se tiene, muy orientado a lo agudo, a tratar episodios (cuando las enfermedades crónicas no son episodios sino estados). Poco previsor a lo que se viene. Un apagador de incendios», señala.
Además, dentro del Sistema de Salud de Guatemala, en lo referente al gasto público, casi dos terceras partes se dedican a sueldos y salarios. La inversión material directa está centrada en los hospitales generales y especializados, mientras que se deja al gasto de bolsillo a la persona, que lo dedica fundamentalmente a adquisición de medicamentos, consultas y exámenes (más de dos terceras partes). «En buena medida, es la población la que atiende su curación y dedica parte del presupuesto familiar en ese sentido», indica.
Para Matta, es necesaria una reforma financiera, ya que hay espacios que deben llenarse y usarse dentro de los ingresos. También se deben integrar fondos para que sean más eficientes las operaciones financieras.
Pero a su criterio, el centro de todo, es una reforma gerencial: asegurar que el dinero y los recursos se gastan bien y con buena calidad y así como su continuidad permanente.
ABASTECIMIENTO
El abastecimiento de hospitales y Centros de Salud es uno de los problemas más urgentes del ministerio. El vocero del ministerio de Salud, Edgar Arana, aseguró que en las cifras de abastecimiento se mantienen en el 70 por ciento, cuando lo ideal es que por lo menos lleguen a un 90 por ciento.
Según dijo Arana, ya se hicieron los movimientos financieros para poder apoyar el presupuesto en tanto se hace una solicitud de ampliación que se presentará al Congreso.
CORRUPCIÓN
Sin embargo, en paralelo a la necesidad de abastecer a los hospitales, está la necesidad de hacerlo con transparencia. En una entrevista, en Estados Unidos, el presidente Jimmy Morales denunció la existencia de «grupos de poder» que hacen de la salud un negocio.
Hasta ahora, el MSPAS ha gastado Q383 mil millones en compras directas, según el portal Guatecompras. En su mayoría, los fondos han sido invertidos en la compra de medicinas e insumos médicos.
Las compras directas han sido ampliamente criticadas debido a que permiten que unas pocas empresas monopolicen los concursos y no son un mecanismo transparente que asegure las mejores opciones entre proveedores.
Algunas estructuras criminales han utilizado la compra directa para estafar al Estado, según revelaron investigaciones del MP y la CICIG.
La subasta electrónica inversa es una de las propuestas de la gestión del exministro Alfonso Cabrera. Esta consiste en una modalidad de adquisición pública de bienes y servicios estandarizados en el Sistema Guatecompras, por medio de la cual los postores habilitados pujan hacia la baja de forma pública, electrónica y en tiempo real con base en un precio de referencia establecido por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según dijo Cabrera, este sistema de compras debía estar listo a partir de junio, pero a la fecha no se han dado a conocer cambios en esta materia.
La corrupción en el Ministerio de Salud es un secreto a voces. El colaborador eficaz del Ministerio Público en el Caso La Línea, aseguró a las autoridades que el exministro Luis Enrique Monterroso tenía negocios en el ministerio que reportaba directamente a la exvicepresidenta Roxana Baldetti.
Monzón aseguró que la única vez que el exministro le entregó dinero fue en los primeros dos meses de su gestión, cuando le envió Q89 mil provenientes de «doctores». El exsecretario privado aseguró que no sabe de qué se trataba dicho proyecto.
En tanto, la Contraloría General de Cuentas informó el mes pasado que hará una revisión de las planillas del ministerio, en búsqueda de plazas fantasma.
PACTO COLECTIVO
A inicios de este año, la Procuraduría General de la Nación (PGN) se pronunció respecto al Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo (PCCT) del Ministerio de Salud, que tiene un costo de Q2 mil 156 millones 080 mil 076.30 y que resulta insostenible para las finanzas de la institución.
Según el análisis legal de la PGN, el pacto no respetó los procedimientos establecidos en la Constitución y otras leyes vigentes, ya que durante el proceso de negociación y previo a la suscripción del acuerdo, «no se solicitó al Ministerio de Finanzas el dictamen o pronunciamiento respecto a la existencia del respaldo financiero del Estado para el pago de los beneficios que se pretendían otorgar».
De acuerdo a dicha institución tampoco se consideró la fuente de financiamiento de la cual se tomarían los fondos para cubrir los beneficios contraídos, y no se sustentó por medio de algún dictamen técnico o financiero la viabilidad de los compromisos adquiridos.
De la misma forma, la PGN fue contundente al decir que los ministros de la cartera de Salud pasaron por alto los principios constitucionales de razonabilidad, proporcionalidad y derecho presupuestario.
La nueva administración deberá encontrar una solución a este problema, ya que según dijo el exministro Cabrera, el presupuesto no es el suficiente para cumplir con los compromisos del pacto y los sindicatos son grupos de presión fuertes en el ministerio.
RECUPERACIÓN DEL SISTEMA DE ATENCIÓN
La falta de inversión en el sistema de atención primaria y prevención tiene un impacto significativo en la carga de trabajo de los hospitales. En enero de 2015, 6 millones de guatemaltecos en las comunidades de más difícil acceso fueron privados de la atención primaria en materia de salud como producto de la extinción del Programa de Extensión de Cobertura (PEC) por falta de presupuesto y corrupción.
Aunado a ello, la inversión en programas de prevención de enfermedades y promoción de la salud es menos de la tercera parte del presupuesto del Ministerio. Analistas consideran que ambas deficiencias agudizan aún más la crisis en los hospitales, que se han visto obligados a asumir la carga.
Según Arlyn Jiménez, analista del Instituto por la Democracia (ID), el sistema de salud se centra en el área curativa y, por lo tanto, los recursos se utilizan en los hospitales, con lo que se descuida la salud preventiva, en donde entran los programas anteriormente mencionados, que a su criterio deben ser fortalecidos para que ejecuten exitosamente su quehacer.
Zulma Calderón, jefa de la Defensoría de la Salud de la PDH, manifestó que el 99.9% del esfuerzo de ese Gabinete se invierte, desde la parte operativa hasta la parte presupuestaria, en la atención al daño, y añadió que prácticamente es nula la inversión en prevención.
«De lo poco que se hace en prevención es el tema de las vacunas y según datos de 2014, las coberturas fueron desastrosas, entonces se necesita, para poder reestructurar el sistema de salud, que todo se invierta tanto para la atención en prevención como la atención primaria y que ambas sean integrales», acotó.
MEDIACIÓN POLÍTICA
El vicepresidente Jafeth Cabrera aseguró la semana pasada que el exministro de Salud renunció porque estaba desesperado por las constantes citaciones a las que tuvo que asistir, que en total fueron 170.
Además, aseguró que uno de los diputados, específicamente el presidente de la Comisión de Salud, lo trató peyorativamente. «Muchos buscan mejor estar tranquilos que estar luchando en un Ministerio que es tan conflictivo y que desafortunadamente no hemos logrado encontrar la solución porque hay muchas aristas que conllevan el deterioro de ese Ministerio», manifestó.
El decreto 13-2016, que fue aprobado el 4 de febrero último, con moción avalada por 113 diputados, obliga a los ministros, funcionarios y particulares que administren recursos del Estado a acudir sin falta a las citaciones convocados por los diputados.
Muchos analistas consideran que, si bien es necesaria la fiscalización de los funcionarios públicos, este tipo de normativas pueden ser utilizadas como una excusa para presionar a los ministros y obstaculizar su labor.
PRIMERAS MEDIDAS
Según Hernández Mack, entre las primeras medidas a tomar está la revisión del presupuesto 2016 y una solicitud de ampliación al Ministerio de Finanzas. «El Estado es el que debe garantizar que el derecho a la salud se esté cumpliendo, la corrupción en salud es sinónimo de muerte», afirmó.
Además, la nueva Ministra indicó que hay que hacer una revisión del pacto colectivo: «El pago de honorarios y salarios son puntos que hay que considerar tomando en cuenta que tenemos un presupuesto limitado, hay que sentarnos y dialogar», indicó.
Hernández también prometió luchar contra la corrupción interna. Aseguró que en los primeros tres meses de su gestión dirigirá una búsqueda de plazas fantasma en las entidades de la cartera, así como la revisión de las compras y contrataciones.
A decir de Hernández, próxima a ocupar el cargo, respecto a los asuntos de corrupción que persisten en el ministerio, es necesario establecer un plan concreto para identificar todo tipo de anomalías, desde el robo de medicamentos hasta problemáticas mayores, pues «hay corrupción en varios niveles».
HOJA DE VIDA
Según la cuenta de Linkedln de la nueva ministra, Hernández Mack es médica y cirujana guatemalteca, con una Maestría en Salud Pública y estudios de posgrado en Medicina Social.
Su trabajo se ha enfocado principalmente en el análisis de las políticas, el sistema y los servicios de salud de Guatemala, desde las perspectivas del derecho a la salud, la equidad de género y la interculturalidad.
También ha sido consultora en la representación de Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Guatemala. Es docente en la Universidad Rafael Landívar del curso de «Fundamentos de Salud Pública» en la carrera de Medicina y de «Sistemas y Servicios de Salud» de la Maestría de Salud Pública.
Hernández Mack es hija de la antropóloga Myrna Mack, quien fue asesinada el 11 de septiembre de 1990 y es socia fundadora de la Fundación que lleva su nombre.








