POR GRECIA ORTIZ
gortiz@lahora.com.gt
Llegará el día en que los militares dejen las labores de seguridad ciudadana, pero ese momento aún parece muy lejano. El presidente Jimmy Morales, muy cercano al Ejército, dijo que los soldados continuarán en las calles hasta el momento en que las fuerzas de seguridad civil hayan alcanzado una mayor presencia en la cobertura de las operaciones a nivel nacional. Analistas tienen opiniones divididas sobre esta situación, que genera un debate sobre las funciones de las fuerzas armadas tras la firma de los Acuerdos de Paz.
El uniforme con camuflaje verde olivo, las altas botas de cuero y el arma a la espalda no son ajenas para los guatemaltecos, quienes a diario ven a los militares patrullando en apoyo a las labores de seguridad ciudadana.
De acuerdo con información oficial, 4 mil 500 soldados están asignados a nueve escuadrones de seguridad ciudadana, seis de ellos en la capital y sus municipios.
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La creación y jurisdicción de los nueve escuadrones fue publicada en el Diario de Centro América, bajo el Acuerdo Gubernativo 31-2015.
Las unidades fuera de la capital están instaladas en San Juan Cotzal, Quiché (noroeste de Guatemala); San Pedro Carchá, Alta Verapaz (norte); El Naranjo, Petén (norte), y Sacatepéquez (centro). En el departamento de Guatemala se ubican en: San José Pinula, San Juan Sacatepéquez y Mixco, además de otras en el área metropolitana.
Las operaciones interinstitucionales incluyen patrullajes definidos en planes específicos, según las zonas por su nivel de incidencia criminal, número de habitantes, extensión territorial y recursos disponibles.
Recientemente se consultó al presidente Jimmy Morales, en el marco del Día del Ejército, sobre la participación de los militares en los patrullajes callejeros, y dejó claro que respalda la labor conjunta interinstitucional entre la Policía Nacional Civil (PNC) y el Ejército para la seguridad de los guatemaltecos y aseguró que esta ha generado buenos resultados.
“Ha funcionado bien la acción institucional para la lucha contra la delincuencia común y el crimen organizado”, dijo el mandatario. Descartó que este sea el momento para iniciar el retiro progresivo de los efectivos militares de estas tareas de resguardo de la ciudadanía.
Explicó que la reducción se hará, pero en el momento en que las fuerzas de seguridad civil hayan alcanzado una mayor presencia en la cobertura de las operaciones a nivel nacional.
“Estamos trabajando en la elaboración de un nuevo plan de seguridad” para tal fin indicó el mandatario en referencia a un análisis que viene haciendo con el Consejo de Seguridad y que pretende replantear la estrategia para no retroceder en los resultados obtenidos.
CASO POLÉMICO
La capacidad de respuesta de los efectivos militares frente a los desafíos de la sociedad civil es la principal crítica de analistas consultados sobre los patrullajes combinados y como muestra recuerdan lo sucedido en octubre de 2012, en la Cumbre de Alaska, Totonicapán, durante el desarrollo de una protesta contra el alza del precio de la energía eléctrica.
Ese día una unidad del Ejército acompañó a las Fuerzas Especiales de la Policía para darles apoyo para disolver la manifestación que obstaculizaba el paso en la carretera Interamericana; la organización indígena conocida como 48 Cantones de Totonicapán bloqueaba cinco puntos de las carreteras, en protesta por el precio de la energía eléctrica y la propuesta de reforma constitucional presentadas por el Ejecutivo, entonces a cargo de Otto Pérez Molina.
En esa ocasión seis campesinos fallecieron y al menos 14 resultaron heridos en un confuso enfrentamiento entre pobladores y Ejército, luego de que la situación se saliera de control.
Por lo sucedido ocho soldados y el Coronel Juan Chiroy Sal, miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana del Ejército de Guatemala fueron ligados a proceso por la muerte de los campesinos. A criterio del MP, los acusados dispararon sin justificación contra los pobladores desarmados.
Cuatro años más tarde, las fuerzas castrenses continúan dando acompañamiento a tareas de seguridad ciudadana en conjunto a la Policía Nacional Civil (PNC).
MÁS DE 22 MIL EMPLEADOS EN EL MINDEF
En los últimos años el presupuesto del Ministerio de la Defensa (Mindef) ha registrado varios aumentos. En 2012 la institución castrense recibió Q1,654 mil millones; en 2013 fueron Q2,038 millones; para 2014 los recursos no fueron modificados y el año pasado alcanzó Q2, 100 mil millones, y para 2016 se estiman Q2, 061 mil millones.
Karen Pérez, vocera del Mindef, explicó que hasta ahora hay 4 mil 500 elementos del Ejército en labores de seguridad ciudadana, una mínima parte de los 22 mil 852 integrantes de la institución incluyendo personal administrativo y de tropas.
“Ellos están enmarcados más que nada en el artículo 31-2015. Ellos están distribuidos en nueve escuadrones, que tienen como misión apoyar a las fuerzas de seguridad civil en sus funciones de prevenir y combatir el crimen organizado, la delincuencia común, y el restablecimiento de la seguridad ciudadana, cuando sea requerido”, dijo.
Siendo el primer escuadrón el ubicado en Mariscal Zavala, el segundo en la Guardia de Honor, el tercer escuadrón es en la segunda brigada de Guardia de Honor, el cuarto con sede en la Brigada de Operaciones para Montaña, el quinto también con sede en Mariscal Zavala, el sexto escuadrón también con sede en la Guardia de Honor, el séptimo en la Quinta Brigada de Infantería, el octavo en la Segunda Brigada de Infantería y el último también sede de Mariscal Zavala.
Por otro lado la vocera, destacó que el presupuesto invertido en la seguridad ciudadana se estima es de Q202 millones anuales, entre salarios, uniformes y otros gastos.
En contraste, la PNC cuenta con 35 mil 030 agentes, quienes según el Ministerio de Finanzas, recibieron para este año Q3,227 millones 508,488 para sufragar gastos de seguridad a las personas y su patrimonio.
CONSEJO DEBERÁ DEFINIR PROPUESTA
El ministro de Gobernación Francisco Rivas, indicó que el apoyo de fuerzas castrenses y PNC, se desarrolla a través subdirección de operaciones de la Policía, que se define con base a necesidades y requerimientos solicitados a fin de desarrollar operativos y de acuerdo a estrategias.
Rivas enfatizó que cuando se necesita reaccionar, es la PNC la que dirige las acciones y los elementos del Ejército únicamente trabajan en labores de apoyo.
“El subdirector de operaciones de la PNC tiene una contraparte de la seguridad ciudadana con el Ministerio de la Defensa y con ellos coordinan con base a la estrategia operativa. Hay gente designada a las Fuerzas de Tarea en donde se requiere apoyo”, apuntó.
Rivas reconoció que la seguridad ciudadana es responsabilidad de la PNC, que tiene por mandato constitucional esta función, pero que luego fue modificado.
“La solución de –la seguridad ciudadana–, la respuesta es de todos, cualquier colaboración que venga de donde venga, por ejemplo del poder local de organizaciones locales organizadas, del sector privado, pues es bienvenido, bajo la idea de que la seguridad es integral”, afirmó.
PARTICIPACIÓN DEL EJÉRCITO: ¿QUÉ OPINAN?
A decir de Julio Rivera Clavería, militar retirado y exviceministro de Gobernación, uno de los grandes problemas de inseguridad que tiene el país es que las fuerzas policiales, necesitan de un proceso de mayor tiempo para su profesionalización y con un número adecuado de agentes policiales para mejorar la seguridad.
“La seguridad no es un tema que únicamente se resuelve con la parte preventiva, represiva o la parte investigativa, que son funciones de la Policía. También hay otras funciones que el Ejército hace como el cuidado del espacio aéreo, mar territorial y fronterizo que la PNC, no tiene posibilidades reales de cumplir”, anotó.
La participación del Ejército se considera una realidad y una necesidad teniendo en cuenta que ha venido a mejorar la función de seguridad en el país, “pero yo sí creo que hay que hacer una revisión en los años venideros para determinar qué es lo que tenemos que hacer para que el Ejército ya no cumpla con esa función”.
Es la población quien siente mayor seguridad en las fuerzas castrenses dijo Rivera y apuntó: “El Ejército sale muy bien en encuestas, yo creo que entonces es prudente mantenerlo todavía”.
Iduvina Hernández, directora de Seguridad en Democracia (Sedem), es crítica en torno a la participación de las fuerzas castrenses junto a la PNC en la seguridad ciudadana. “Esto es incompatible con la misión, función y doctrina de los miembros integrantes de las fuerzas armadas, y es incompatible con los principios doctrinas, actividades que competen a las fuerzas de seguridad policial”, expresó.
De continuar de esta manera, resultará incluso más difícil lograr consolidar las funciones de la PNC, señaló Hernández, y consideró que el empoderamiento del Ejército contribuye al deterioro y declive de las fuerzas civiles responsables de seguridad.
Afirma, que el Ejército tendrá el pretexto perfecto para continuar en tareas que no le competen a una institución armada en tiempos de paz.
“Ellos –el ejército, están formados para matar. Esa es su función. A eso se dedican. Mientras que la Policía todo el proceso de acción corresponde a lo preventivo”, añadió
De acuerdo a Sandino Asturias del Centro de Estudios de Guatemala (CEG), el país ya lleva 16 años del acuerdo que permite al Ejército realizar tareas de seguridad ciudadana.
Al igual que Hernández, Asturias también coincide que la inseguridad no se ha logrado combatir como se esperaba con las fuerzas del Ejército, por lo que vale la pena reevaluar esta situación.
Para el entrevistado el ejercer estas funciones tanto a la PNC y el Ejército, los ha debilitado que no pueden desarrollarse adecuadamente.
Mientras Hilda Morales, procuradora adjunta de la PDH, expresó que esa institución se ha manifestado incluso desde lo sucedido en la Cumbre de Alaska con el objetivo de que existan menos integrantes del Ejército en tareas asignadas junto a la PNC, debido a las diferentes funciones que tienen.
“Las funciones son distintas y desde los acuerdos de Paz el Ejército debe concentrarse en sus labores y propias funciones e ir disminuyendo cada vez más, tiene que cubrir lo que le corresponde a la soberanía nacional”, aseguró.
SOLDADOS DEBERÍAN SER DIRECCIONADOS
Mario Mérida, experto en temas de seguridad, señaló que es necesario revisar las funciones del Ejército en la seguridad ciudadana, recordando que fue en el 2000 que se acordó su cooperación.
Mérida también asegura que el Ejército debe retornar a sus funciones, y estar atento a las amenazas que se presenten, y que no quiere decir que por estar inertes no se llegarán a activar de nuevo.
Los cuatro mil quinientos soldados, para el analista, deberían ser direccionados a la gestión de desastres, teniendo en cuenta que la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres no puede atender varias circunstancias, por lo que deberían ser capacitados para atender eventualidades.
LAS INFISCALIZABLES FINANZAS
Lizandro Acuña, del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala, destacó que es necesaria la fiscalización de los fondos no solo del Mindef, sino de todas las instituciones.
“Si se da el presupuesto a un Ministerio de la Defensa, Guatemala no está actualmente en un proceso de conflicto armado, ¿por qué esos fondos no se canalizan al Mingob”, enfatizó Acuña.
Acuña, recordó que han ocurrido una serie de incidentes que demuestran que las autoridades castrenses no tienen la capacidad de reaccionar ante diversas situaciones para mediar en conflictos de carácter social.
EN OTROS PAÍSES
El ministro de la Defensa, Williams Mansilla, informó que las brigadas del Ejército de Guatemala han apoyado en la desarticulación de bandas criminales a nivel regional junto a las autoridades de El Salvador y Honduras.
El ministro dijo que el apoyo que las fuerzas militares dan a las fuerzas civiles es una modalidad que se emplea en otros países con dificultades en temas de seguridad ciudadana y que precisamente la pasada semana participaron en una reunión de alto nivel que analizó este tema en Colombia.
“La semana pasada en Colombia se realizó una reunión entre ministros de Gobernación y Defensa de ambos países para dialogar sobre el apoyo del Ejército a tareas de seguridad ciudadana, según la evolución de las policías de los respectivos países”, informó el funcionario.