POR VIRGINIA CONTRERAS
vcontreras@lahora.com.gt

Según el informe “Estudio de la Urbanización en Centroamérica: Oportunidades de una Centroamérica Urbana”, realizado por el Banco Mundial y presentado hoy en la ciudad de Antigua, Guatemala, de continuar con los niveles actuales de urbanización para 2050 el número de la población urbana aumentará a más de 25 millones en la región.

El documento señala que Costa Rica es el país con la mayor proporción de población urbana en la región, con un 75 por ciento, siguiéndole Panamá, El Salvador y Nicaragua con niveles intermedios en torno al 60 por ciento.

Detalla que en último lugar están Guatemala y Honduras, que tienen un poco más de la mitad de su población viviendo en ciudades, pero que están acogiendo nuevos residentes urbanos a gran velocidad.

“Centroamérica es la región con mayores tasas de crecimiento de población urbana en el mundo, después de África. Sus países presentan tasas de urbanización anual por encima de la media mundial, con una tasa de 2.5 por ciento en Costa Rica y hasta 3.4 por ciento en Guatemala”, indica el informe.

AGLOMERACIONES URBANAS

El estudio añade que Centroamérica cuenta con un total de 167 aglomeraciones urbanas, y hace mención que éstas pueden convertirse en motores de crecimiento y reducción de la pobreza, ya que es donde se concentran los puestos de trabajo y se consolidan las economías de escala, lo cual fomenta la diversificación de las economías.

Expone que el 78 por ciento del PIB regional de Centroamérica se concentra en ciudades. Además, considera que en el futuro, las ciudades podrán contribuir a mitigar los riesgos asociados a las economías basadas en materias primas, fomentando la transición a industrias que requieren de mano de obra más calificada.

POBREZA Y VULNERABILIDAD

La publicación, además, hace énfasis en que los procesos rápidos de urbanización también conllevan retos, como la falta de inclusión social y de acceso a servicios básicos de calidad, la competencia por oportunidades y la baja productividad.

En este sentido, destaca que el 29 por ciento de los residentes urbanos viven en asentamientos precarios e informales. También señala que a pesar de que la pobreza disminuyó de un 48 por ciento en 1994 a un 33 por ciento en 2013, todavía existen más de 8 millones de personas viviendo en situación de pobreza en los centros urbanos.

Asimismo, manifiesta que la rápida urbanización, acompañada de poca planificación y control, incrementa la vulnerabilidad a desastres naturales, ya que las ciudades concentran entre el 70 y 80 por ciento de los activos expuestos al riesgo de desastres y su infraestructura a los efectos potenciales de eventos naturales adversos.

RECOMENDACIONES

El estudio recomienda que las políticas públicas aborden algunos desafíos como el fortalecimiento constante de los gobiernos locales y una mejor coordinación intermunicipal.

Sugiere desarrollar una política activa de promoción de acceso a la vivienda, acciones concretas para aumentar la resiliencia y el manejo de desastres y políticas que fomenten una mayor competitividad de las ciudades.

Artículo anteriorAccionan contra la Ley de conservación del empleo
Artículo siguienteSUCESOS