POR GRECIA ORTÍZ
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Adolfo Cano es originario de Huehuetenango, pero como muchos guatemaltecos, la falta de oportunidades lo llevó a migrar hacia Estados Unidos, donde vive desde hace 25 años. Cano es uno de esos connacionales que dejaron el país, pero que nunca olvidaron sus necesidades, y ahora se dedica a trabajar para ayudar a quienes enfrentan situaciones difíciles aquí.

Cano es un líder migrante: lucha por sacar adelante a su familia, pero también ayuda a desconocidos en su país.

“Mi infancia -En Guatemala- fue muy dura. En ese tiempo era difícil, yo le pedía regalado a mi papá y nos daba uno o dos centavos, pero con eso los niños éramos felices. Ahora el tiempo ha cambiado, las carreteras ya no son de terracería. Antes era difícil y por eso me anime a venirme -a Estados Unidos”, recordó.

Viajó al país norteamericano esperando reencontrarse con su madre, quien había partido antes, buscando dar una mejor vida a sus seres queridos.

Al llegar, Cano recibía poco dinero a cambio de su trabajo, pero aun en esas condiciones siempre estuvo dispuesto a apoyar a quienes necesitaban de su ayuda, sobre todo a aquellos que llegaban buscando lo mismo que él.

Cano recordó que fue en una carretera donde encontró a un adulto mayor vendiendo algunas pocas cosas para sobrevivir, y decidió actuar y no quedarse indiferente. “Esa vez busqué algunas cosas que tenía y se las entregué. Él se sintió muy agradecido por el gesto y me dio la bendición, y eso fue muy especial, me sentí muy bien y me propuse actuar más seguido”, relató.

Ahora su labor altruista traspasa las fronteras y ha sumado a más personas a su causa. Esto le ha permitido llevar más ayuda a quienes lo necesitan. “Muchos me conocen y les pido ayuda, con ventas de comida reunimos fondos entre todos”, comentó.

Los fondos recogidos se utilizan para ayudar a personas en necesidad que habitan en Guatemala, especialmente en Huehuetenango. En ese lugar, el grupo tiene un coordinador que hace de su conocimiento los casos para organizar la cooperación.

Una costumbre muy particular de Cano es pedir regalos para otros en su cumpleaños. El líder migrante pide a sus allegados que en vez de cosas para él, donen zapatos para niños, ropa, colchas, etc. Luego, estas son enviadas a Guatemala.

Cano es un héroe de la solidaridad para muchas personas que se han visto beneficiadas por su ayuda, “Cuando uno hace algo por alguien no debe gritarlo al viento, creo que consiste en solo hacer las cosas por la otra persona. Yo me inspiro en lo que viví, pero creo que todos podemos hacerlo, solo es cuestión de dar un poco de lo que tenemos. Trabajo de lunes a viernes y a veces domingos, pero en las mañanas me voy a buscar ayuda o también en mi tiempo libre”, concluyó.

“Mi infancia -En Guatemala- fue muy dura. En ese tiempo era difícil, yo le pedía regalado a mi papá y nos daba uno o dos centavos, pero con eso los niños éramos felices. Ahora el tiempo ha cambiado, las carreteras ya no son de terracería. Antes era difícil y por eso me anime a venirme -a Estados Unidos”.

“Cuando uno hace algo por alguien no debe gritarlo al viento, creo que consiste en solo hacer las cosas por la otra persona.  Yo me inspiro en lo que viví, pero creo que todos podemos hacerlo, solo es cuestión de dar un poco de lo que tenemos. Trabajo de lunes a viernes y a veces domingos, pero en las mañanas me voy a buscar ayuda o también en mi tiempo libre”.
ADOLFO CANO

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