POR MARIELA CASTAÑÓN
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637 niños y niñas, forman parte de la “Generación de Héroes”, denominados de esa forma dentro de la Policía Nacional Civil (PNC) porque son hijos de los policías caídos en funciones, es decir, son parientes de aquellos servidores públicos que murieron en un rescate de secuestro, en un accidente de tránsito, en un asalto o un hecho de violencia. A pesar de ello, todavía no existen programas estatales de apoyo para este sector de la población, que no solo sufre la pérdida física de un ser querido, sino que debe enfrentar los desafíos económicos.

“ESTOY MUY ORGULLOSO DE MI PADRE”

Su cuerpo yacía en el interior del féretro. Sobre el ataúd estaba la playera que usó durante diez años, cuando ejerció como policía antisecuestros y rescató a decenas de personas de las estructuras del crimen organizado. Se trataba del policía Manolo Chávez.

Todas las miradas estaban volcadas hacia Ender, el hijo mayor del PNC muerto, quien evidentemente estaba afectado por la ausencia física de su progenitor.

El niño de apenas 13 años con la madurez de un adulto, pidió ser escuchado; agradeció a quienes participaron de las honras fúnebres y dijo sentirse orgulloso de la labor realizada por su papá.

“Estoy muy orgulloso de mi padre. Es un héroe y como su hijo quiero seguir sus pasos, apoyar a mi mamá y a mis hermanos”, refirió.

En el homenaje póstumo realizado el pasado 15 de abril en la Dirección General de la PNC, el inspector Chávez fue recordado como una persona “respetuosa, íntegra y transparente”, quien en poco tiempo recibiría una capacitación en el extranjero debido a los méritos acumulados en su labor.

Chávez murió el pasado 14 de abril en un centro asistencial, tras sufrir un accidente de tránsito en el kilómetro 44 de carretera a El Salvador. El policía iba en un vehículo junto a otros de sus compañeros, cuando una persona con un niño en brazos se cruzó la calle de forma inesperada, lo que provocó que quien manejaba el vehículo perdiera el control y volcara.

El investigador dejó a su esposa viuda y a sus tres niños sin padre. Los menores de edad oscilan entre los 3 meses y los 13 años.

LA GENERACIÓN DE HÉROES SIN PROGRAMAS

De acuerdo con estadísticas oficiales, del año 2007 a la fecha, 636 niños y niñas, menores de 18 años e hijos de 400 policías caídos, quedaron sin su padre, madre o ambos.

Dentro de la institución policial estos niños son denominados “Generación de Héroes” porque son hijos de las y los policías que murieron por evitar un secuestro, un asalto, un homicidio o bien porque sufrieron un accidente de tránsito mientras ejercían su labor.

De acuerdo con el viceministro administrativo del Ministerio de Gobernación (Mingob), Mario Álvarez, los familiares de los policías fallecidos reciben dos beneficios: el auxilio póstumo y el seguro de vida. (Lea el recuadro Beneficios económicos).

Según la cartera del Interior, también reciben asistencia psicológica y espiritual para enfrentar el duelo, mientras que en febrero de cada año la iglesia coreana provee de 12 becas escolares para los huérfanos. Anualmente también son festejados para conmemorar el significado del nombre con que se les ha denominado, esto se realiza con el apoyo de iglesias y empresas privadas.

Sin embargo, más allá de los beneficios económicos que se otorgan una sola vez y que en muchas ocasiones demoran varios meses, de acuerdo con relatos de familiares de policías fallecidos, no existen programas estatales de apoyo.

La Hora consultó al Ministerio de Desarrollo Social (Mides), a la Secretaría de Bienestar Social (SBS) y al Ministerio de Educación (Mineduc) para conocer si alguna de estas entidades entrega alimentos, subsidios o becas escolares; las tres instancias admitieron que no.

Jenny Alcázar, directora de Comunicación del Mides, explicó que no existen programas de apoyo para los hijos de policías, debido a que “es la misma PNC quien asiste a la familia”.

Alcázar dijo que los usuarios de estos beneficios son personas que viven en pobreza y detalló que perfil tienen esas personas, sin embargo, se determinó que algunos familiares de policías podrían encajar en esos segmentos, pero no están incluidos, por ejemplo las viudas jóvenes, los abuelos de esos niños que se convierten en padres ante la ausencia de los progenitores, entre otros.

“Los usuarios de los programas sociales son personas en condición de pobreza y pobreza extrema. Al refocalizar los programas sociales, los usuarios son: madres solteras (18-23 años), personas de la tercera edad, personas con discapacidad y víctimas de la violencia (viudas de pilotos) en pobreza y pobreza extrema. En el caso de los niños hijos de policías que han perdido la vida por violencia, si llegasen a encontrar dentro de estos segmentos, seguramente serían atendidos”, afirmó Alcázar.

Por otro lado, Dania Franco, titular de la Subsecretaría de Preservación Familiar, Fortalecimiento y Apoyo Comunitario de la SBS, detalló que tampoco existe subsidio para las familias de los agentes.

“En subsidios familiares no existe perfil vigente para este sector. En su momento (año 2012), se tuvo incluido el perfil, sin embargo, fue extraído debido a que los PNC cuentan con un seguro, el cual cubre los gastos de sepelio y apoyo a los hijos y las viudas, hasta por Q75 mil en muertes en el ejercicio de sus funciones, y se duplica si fuera muerte violentada”, argumentó Franco.

En tanto, el ministro de Educación, Oscar López, reiteró que tampoco existen becas de estudios para los menores de edad.

“No existen programas de becas desde el Mineduc, en Gobernación tienen apoyo para ellos”, destacó.

Aunque representantes de las diferentes entidades argumentan que la cartera del Interior entrega los beneficios económicos a las familias, la realidad es difícil, ya que deudos entrevistados han reiterado que el auxilio póstumo demora para ser entregado y aparecen varios beneficiarios no solo las esposas e hijos de los policías, pues hay PNC que piden que el auxilio póstumo sea repartido para esposas, hijos, madres de familia, padres y hasta hermanos, es decir, el dinero a recibir es poco.

Según las entrevistas realizadas, otra dificultad es la inversión a corto plazo que hacen de esos beneficios, pues el dinero sirve para saldar deudas, préstamos bancarios, adquisición de viviendas, entre otros.

SON PARTE DE LA NIÑEZ GUATEMALTECA

De acuerdo con Hilda Morales, procuradora Adjunta de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), los hijos de los policías caídos son parte de la niñez guatemalteca a quienes se les debe priorizar y ofrecer los servicios sociales para procurar una vida digna.

“Hay obligación de proteger a la niñez, es un deber constitucional que tiene el Estado y para su desarrollo integral debería hacerse en la situación actual donde hay carencias de los servicios públicos. ¿Cómo hacen para pagar los servicios de salud, de educación si no tienen un ingreso? La educación no solo significa estar en una escuela, sino que implica todos los gastos que hacen los padres de familia, uniformes, inscripciones, libros, el transporte, que las escuelas estén cerca”, dijo la Procuradora.

Morales destacó que es importante fijar una pensión económica para estas familias, tomando en cuenta el servicio que prestan los policías.

“Debería fijarse una pensión, además del seguro de vida, deberían tener una pensión que corresponda al riesgo que corren en el ejercicio de su deber. Estamos hablando de este servicio que desde el inicio se sabe que hay amenaza de muerte o agresiones que los pueden llevar a la discapacidad, debería tomarse en cuenta, no es un servicio de segunda categoría, es un servicio de alta categoría”, dijo la entrevistada.

La profesional indicó que una recomendación para la cartera del Interior es la firma de convenios con los diferentes ministerios, para que apoyen a las familias de los policías muertos.

“Creo que no costaría mucho que la Dirección General de la PNC o el Ministerio de Gobernación hicieran un convenio con esos ministerios que prestan el servicio social, el de Educación, Desarrollo Social, la Secretaría de Bienestar Social, la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente e incluso la capacitación a las madres de familia porque muchas mujeres no tienen la capacitación para trabajar fuera de sus casas, solo son amas de casa, pero no tienen un ingreso para subsistir”, indicó.

El viceministro Administrativo de Gobernación fue consultado por esta sugerencia y consideró que es oportuna implementarla.

“Consideramos que es prudente darles prioridad en los servicios estatales –a las familias de los policías–, por lo que haremos los acercamientos con las instituciones correspondientes”, respondió.

DISPUESTOS A ENTREGAR LA VIDA

Por otro lado, Stu Velasco, subdirector General de Investigación Criminal de la PNC, indicó que la pérdida de los policías caídos también representa un compromiso para quienes continúan trabajando dentro de la institución.

“Para nosotros significa un gran compromiso, mantener la memoria de los compañeros, respetarla y honrarla; mientras sigamos trabajando lo vamos a hacer de la forma más transparente, honesta íntegra, para no fallar a la memoria, al honor y al buen nombre de cada uno de los compañeros que han entregado su propia vida en cumplimiento del deber, de la misión policial”, explicó.

Según el funcionario, los decesos reflejan que los policías están dispuestos a entregar su propia vida por una sociedad más segura.

“Considero que para la sociedad es un indicador de que dentro de la PNC hay mujeres y hombres que están dispuestos a entregar su propia vida con el fin de procurarles una sociedad segura y un futuro mejor para el desarrollo del país, es un mensaje para la ciudadanía de que su PNC no escatima ningún esfuerzo, ningún riesgo, cuando se trata de enfrentarla y protegerla”, argumentó Velasco.

El entrevistado reiteró que a pesar de los riesgos, el trabajo policial también representa satisfacción y esfuerzo que se comparte con sus familias.

“El desempeño del PNC tiene como característica principal lo que le llamamos la satisfacción del deber cumplido con el sacrificio compartido. Estamos conscientes del desafío que significa proteger a la sociedad guatemalteca y enfrentar o combatir cara a cara, la manifestación criminal primaria hasta la manifestación criminal más perversa que pueda existir, y tenemos conciencia de que es un riesgo alto que se supera y se llena con los cientos y miles de acciones positivas, de devolver a muchas familias, a muchas víctimas, la tranquilidad, la alegría, la esperanza de continuar adelante porque el trabajo policial lo ha hecho posible”, reiteró.

Velasco agregó: “Cuando hablamos de sacrificio compartido, nos referimos al sacrificio de nuestras familias, de las familias de los PNC, esposa o esposo, niños que los esperan. Imaginemos el doble esfuerzo de una madre policía, que deja el fruto de su vientre en casa, se coloca el uniforme y enfrenta al crimen, esto realmente es un esfuerzo y una cualidad digna de admirar que vivimos y que vemos día a día dentro de nuestra PNC”, destacó.

Beneficios económicos

Según el Ministerio de Gobernación, cuando un policía muere se entrega a su familia dos beneficios económicos: el auxilio póstumo y el seguro de vida.

De acuerdo con los datos, se entrega Q15 mil de anticipo de auxilio póstumo a las familias. Esto se efectúa una sola vez a los beneficiarios que lo requieran y que estén instituidos en la Boleta de Contribuyentes y Beneficiarios de Auxilio Póstumo de Régimen de Previsión Social Complementario de la PNC.

El total de este beneficio oscila entre Q75 mil a Q200 mil, dependiendo del grado jerárquico del policía y las circunstancias como murió. El auxilio póstumo es un régimen de previsión social complementario que se complementa con las contribuciones de los miembros de la PNC, no del Estado.

En tanto, el monto por el seguro de vida es de Q100 mil para todos los trabajadores policiales, no importando el grado de jerarquía.

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