POR SAIRA RAMOS
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En el primer trimestre de 2016, el Congreso pagó Q87.5 millones en salarios a los empleados legislativos. De esa cantidad, Q78 millones 741 mil se derogaron en los 1 mil 646 trabajadores contratados bajo el renglón 011. Lo demás se canceló a las personas contratadas por 022 y 029, según informes de Dirección Financiera.
La documentación de la referida unidad del Legislativo se da a conocer justo cuando la Contraloría General de Cuentas (CGC), elaboró un informe en el que detalla que ese organismo pagó en 2015, más de Q30 millones en 319 plazas asignadas a 87 congresistas y excongresistas de los diferentes bloques legislativos.
Esta información, según la Junta Directiva que preside Mario Taracena, la envío la Contraloría a la directiva 2015-2016, la cual estuvo al frente de Luis Rabbé. Los diputados que integran la actual JD saben que las plazas que señala la CGC no son fantasmas, sino que están de más.
De acuerdo con las reformas a la Ley Orgánica del Congreso, un congresista solo puede tener a su cargo a un ujier, un asistente, una secretaria y dos asesores.
