POR KIMBERLY LÓPEZ
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La Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Banco Mundial (BM), se convirtió en accionista del proyecto de la Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ), ahora señalada por hacer sobornos millonarios para obtener beneficios y contratos.
La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), informó que en diciembre de 2013, el exmandatario Otto Pérez Molina participó en reuniones con personal del IFC y TCQ.
Reuniones que se concretaron pese a que en abril de ese mismo año, los sindicalistas de la portuaria ya habían señalado su inconformidad por el usufructo bajo el argumento de que no resultaba conveniente para el Estado.
De la misma forma, en julio de ese año la bancada de Encuentro por Guatemala accionó legalmente contra el contrato por considerar que fue una concesión.