POR MARIELA CASTAÑÓN
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39 niños y 47 niñas viven en los centros carcelarios con sus mamás, lo que hace un total de 86 menores de edad. Los infantes pueden permanecer junto a sus progenitoras hasta los cuatro años. La situación de este sector de la población abre un debate sobre la importancia del acompañamiento de una madre en el desarrollo físico y emocional de su hijo, sin embargo, también la preocupación de las consecuencias que puede provocar que un niño permanezca privado de libertad, en medio de un ambiente de requisas y armas, testigos de situaciones inapropiadas para su edad y hasta afectados por desnutrición.

De acuerdo con el Sistema Penitenciario (SP), solo el Centro de Orientación Femenina (COF) y la cárcel de Santa Teresa cuentan con áreas específicas para que las madres de familia permanezcan junto a sus hijos.

Sin embargo, en otras prisiones también hay niños y niñas junto a sus progenitoras, pero no existen áreas para albergarlos Entre estas prisiones están las de Cobán, Chimaltenango, Petén, Puerto Barrios, Mazatenango y Quetzaltenango, según el SP.

Las leyes vigentes ordenan a Presidios cumplir y conceder a las mujeres detenidas un espacio para ellas y sus hijos.

El artículo 52, Centro de Detención para Mujeres de la Ley del Régimen Penitenciario establece: los Centros de Detención para Mujeres deberán ser adecuados a sus condiciones personales. Deben contar con dependencias o sectores para reclusas embarazadas. Además, contarán con condiciones que les permitan a las reclusas vivir con sus hijos menores de cuatro años, debiéndose para el efecto dotar de locales adecuados en el centro, destinados para guardería infantil, que será atendidos por personal especializado.

La normativa agrega: la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente creará los centros de abrigo y velará por la educación de los hijos de madres reclusas, mayores de cuatro años, cuyos parientes dentro de los grados de consanguinidad no puedan hacerse cargo de ellos, en condiciones que garanticen su desarrollo y educación.

EL DILEMA

A criterio de Walter Menchú, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), los primeros cuatro años de la niñez son importantes para su desarrollo integral y por ello es vital que permanezcan junto a sus progenitoras, sin embargo, resulta complicado saber cuáles serán las consecuencias de la privación de libertad para un infante.

“Es complicada esta parte, porque en la legislación internacional lo que se ha hecho es dejar un tiempo prudencial para que el niño no crezca desapegado de su madre porque en estudios de crecimiento y salud mental de una persona, se ha verificado que un niño que esté separado de su madre o de quien asuma la maternidad directa es perjudicial a largo plazo, pero bajo ciertas condiciones, pero no como ahora se encuentran, que ven cosas que no deberían ver y están rodeados de gente armada”, afirmó Menchú.

El profesional agregó: “Por un lado les ayuda que estén cerca de su mamá, pero también les afecta que presencien este tipo de cosas. En el largo plazo no sabemos si ayuda más que estén con las mamás o ayudaría más a que no lo estuvieran”, afirmó.

El representante del CIEN reiteró que en las leyes vigentes se detalla que es un derecho que las mujeres permanezcan con sus hijos en prisión.

“Hay un derecho, dice la Ley que los niños pueden estar con sus madres hasta los cuatro años y también el Estado debería atender a estos niños, la estimulación temprana, la atención a los servicios que se le proporcionan, por ejemplo el tema de desnutrición, creemos que debería existir algún tratamiento diferenciado del que reciben las personas”, afirmó.
MURIÓ POR DESNUTRICIÓN

El 27 de julio del año pasado, La Procuraduría General de la Nación (PGN) confirmó a La Hora, el caso de un niño de 6 meses que murió por desnutrición en el COF. El hecho ocurrió el 20 de mayo y fue confirmado por Presidios.

La PGN detalló que el menor de edad habría muerto por desnutrición, pues en prisión, junto a su madre, únicamente ingería “agua de masa”, lo cual no le proveía los nutrientes básicos.
De acuerdo con Rudy Esquivel, portavoz del SP, esta institución no provee alimentos a la niñez en la cárcel, únicamente a las personas privadas de libertad. La alternativa que ofrece Presidios es facilitar el ingreso de alimentos para las niñas y los niños.

APOYO INTERNACIONAL

Por otro lado, Esquivel explicó que el Programa de Apoyo a la Seguridad y Justicia (Sejust) apoya en la readecuación de espacios para menores de edad en el COF.

“Hay un área que será mejorada no solo en espacios, sino que genera otros aspectos de prevención en el tema de crecimiento sano y de la perspectiva psicológica y cognitiva del infante, es por eso que el COF tiene el desarrollo de un proyecto en Sejust que efectúa esta readecuación”, afirmó el entrevistado.


EN CIFRAS

86 niños viven con sus madres en cárceles

4, años de edad en la que pueden permanecer junto a ellas

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