POR GRECIA ORTÍZ
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El deseo de servir a la población como bombero, aun en situaciones complicadas, era la motivación de Erick Limatuj, quien murió la semana pasada, luego de ser atropellado por una persona que aparentemente se conducía en estado de ebriedad. Días más tarde, a este trágico evento se sumó la muerte de tres socorristas más, quienes también se caracterizaron por el don de servicio.

_2Limatuj se dirigía hacia la estación de los Bomberos Municipales Departamentales en Villa Nueva, donde prestaba servicio como socorrista. Otro día más lo dedicaría a hacer lo que le gustaba: servir a los demás; sin embargo, el bombero nunca llegó a su trabajo, ya que fue atropellado por el conductor de un vehículo, que en apariencia se encontraba en estado etílico.

Aunque sobrevivió al percance, su condición durante varios días fue crítica, ya que estuvo internado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Roosevelt, para luego ser traslado hacia al Hospital de Accidentes El Ceibal, del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).

El joven héroe luchó cuanto pudo, pero tras unos días murió. Sus compañeros socorristas le rindieron homenaje en la que fuera su estación de servicio para luego despedirlo con honores en el cementerio en donde fue inhumado.

Chacaj, portavoz de los Bomberos Municipales Departamentales, relató que Limatuj se graduó como socorrista hace dos años, tiempo en el que siempre se destacó con buenas calificaciones. “Siempre fue uno de los elementos que siempre mostró interés en el tema de la prevención”, dijo.

El vocero también recordó que conoció al socorrista cuando se encontraban en la emergencia de un accidente aéreo ocurrido en Palín, Escuintla, en donde el fallecido integraba la patrulla especial de rescate de Villa Nueva.

“Él tenía la intención de aprender algo nuevo, de estar activo, le gustaba ser colaborador, por la edad era un muchacho que siempre guardaba mucho optimismo ante situaciones adversas. Son de los pocos jóvenes del lugar que se acercaron a la estación a ocupar su espacio en algo productivo. Además, si no estoy mal, también integraba un grupo de jóvenes de una iglesia en Santa Isabel II, en donde apoyaba con actividades propias”, comentó.

El joven se destacaba por ser participativo, pues siempre estaba colaborando en las capacitaciones que realizaban, y en las que siempre hizo un esfuerzo junto a sus compañeros para dar lo mejor de sí. “Siempre que tenía su tiempo libre se lo dedicaba a los bomberos”, aseguró Chacaj.

Chacaj, lamentó la muerte del socorrista, quien se caracterizaba por ser muy servicial, pero también por la forma en la que murió, pues los bomberos promueven la responsabilidad al volante y previenen de los peligros de bebidas embriagantes y conducir.

“Es un poquito frustrante porque no es el primer caso de la pérdida de una vida a consecuencia de las bebidas embriagantes; a diario hay personas y familias que salen afectadas seriamente por personas que no miden las consecuencias de sus actos”, apuntó.

Si bien la vida de Limatuj no se puede regresar, Chacaj considera que sí se pueden sentar precedentes si las autoridades toman sanciones drásticas.

TRES HÉROES MÁS SE SUMAN A LA TRAGEDIA

Días más tarde, de nuevo el luto cayó sobre los bomberos, esta vez en el cuerpo de Bomberos Voluntarios, pues Miriam Ramos, con 20 años de experiencia como socorrista, murió a causa de las lesiones ocasionadas por el piloto de un automotor, que escapó del lugar y la dejo seriamente afectada.

Asimismo, la vida del oficial René Sánchez y del Mayor José Antonio Porras se apagó en un accidente ocurrido en la conocida vuelta El Chilero, en carretera a El Salvador, ambos eran miembros de los Bomberos Voluntarios, y se dirigían a un área en donde se reportaba un incendio.

“Él tenía la intención de aprender algo nuevo, de estar activo, le gustaba ser colaborador, por la edad era un muchacho que siempre guardaba mucho optimismo ante situaciones adversas. Son de los pocos jóvenes del lugar que se acercaron a la estación a ocupar su espacio en algo productivo. Además, si no estoy mal, también integraba un grupo de jóvenes de una iglesia en Santa Isabel II, en donde apoyaba con actividades propias”.
“Es un poquito frustrante porque no es el primer caso de la pérdida de una vida a consecuencia de las bebidas embriagantes, a diario hay personas y familias que salen afectadas seriamente por personas que no miden las consecuencias de sus actos”.
CECILIO CHACAJ –VOCERO DE BOMBEROS MUNICIPALES DEPARTAMENTALES-

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