POR VIRGINIA CONTRERAS
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La Universidad de San Carlos (Usac) arribó recientemente a 340 años de formar generaciones de profesionales, pero su papel en la historia del país destacó en 2015 debido a que tanto la Usac y su rector, Carlos Alvarado han sido partícipes de los últimos acontecimientos que exigen un cambio al sistema. Consideran que la solución no radica solo en modificar a las personas, sino que se requieren cambios de fondo en las estructuras.
“La universidad tiene un deber hacia la sociedad y para cumplirlo cabalmente debe reformarse a sí misma, elevando su calidad académica y su propuesta cívica”, indicó Alvarado en una entrevista a este vespertino.
En el mes de mayo la Usac llamó a todos los actores nacionales a integrar la Plataforma Nacional para la Reforma del Estado, por considerar que el deterioro de la institucionalidad, la gobernabilidad y de la moral pública que afronta el país, así como el irrespeto a la ley, exige el debate amplio de todos los actores nacionales respecto a la urgencia de una reforma profunda del Estado, que más allá de la coyuntura electoral, respondiera a las demandas sociales de la población.
Dentro de las primeras acciones del colectivo, que conforma pueblos indígenas, organizaciones de mujeres y campesinos, entre otros, se realizó una marcha pacífica para demandar la creación de cambios al sistema electoral en el sistema de partidos políticos con el objetivo de establecer condiciones equitativas de competencia política.
Tras varios pronunciamientos el rector manifestaba que dentro de los compromisos inquebrantables de la casa de estudios se encontraba acompañar al pueblo en su aspiración de edificar un Estado democrático, donde todos (hombres y mujeres, indígenas y ladinos, empresarios y trabajadores, cooperativistas y los emprendedores) vivieran con dignidad.
