POR VIRGINIA CONTRERAS
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En la presentación de los resultados de diagnóstico de los Sistemas de Salud, esta mañana, el vicepresidente Jafeth Cabrera, detalló que a solicitud del titular de esa cartera, Alfonso Cabrera, se espera decretar un estado de Calamidad en esa área, para lo cual se llevará a cabo hoy una reunión con el Presidente de la República, con el objetivo de proponer que sea implementado lo más pronto posible.
Según Cabrera, la medida no pretende aprovechar las circunstancias para que en el Estado se realicen compras por excepción, sino en verdad apoyar a la población más necesitada.
Asimismo, señaló que el estado de calamidad iniciaría su implementación en los departamentos de Huehuetenango y San Marcos, ya que ambos son los que más carencias presentan e indicó que la situación es a nivel nacional, pero es allí en donde “empezará a realizarse el cambio que tanto necesita Guatemala”.
En ese tema, el vicemandatario explicó que conjuntamente con la Universidad de San Carlos (Usac), se efectuará un plan piloto, en el que se pretende realizar un diagnóstico epidemiológico en cada aldea de esos departamentos, con el fin de lograr la descentralización y evitar que se sigan saturando los hospitales públicos.
A decir del funcionario, el rector de la Usac, Carlos Alvarado, se mostró en la mejor disposición de ayudar en el proyecto, para lo cual buscarán que los estudiantes del Ejercicio Profesional Supervisado (EPS) se incorporen en el censo.
Refirió que una vez establecido el diagnóstico, se visitará el lugar cada seis meses para evaluar las necesidades prioritarias.
SIMILAR SITUACIÓN EN GOBIERNO PASADO
El 15 de enero de 2012, un día después de tomar posesión, el entonces presidente Otto Pérez Molina y la vicepresidenta Roxana Baldetti declararon los servicios de salud pública en estado de calamidad. Con ello se buscaba solucionar los problemas crónicos de los hospitales, centros de salud y centros de atención permanente.
En esa ocasión el exmandatario solicitó que se agilizaran las entregas presupuestarias destinadas a ese tema para iniciar a trabajar a favor del restablecimiento de la institucionalidad que debía garantizar el derecho a la salud. Sin embargo, poco tiempo después, los males del sistema de salud pública parecieron ser los mismos o peores, ya que la crisis de esa área se agudizó llegando casi a colapsar los hospitales públicos.
En el país hay 47 hospitales públicos en todo el territorio, los cuales presentan serias carencias. Esto, incluye a los más grandes, como el Hospital Roosevelt y el Hospital General San Juan de Dios, los cuales, en varias ocasiones, han debido cerrar las áreas de consulta externa por la escasez de medicamentos e insumos para atender a los pacientes que acuden a buscar remedio para sus enfermedades.
La crisis también ha abarcado el área de alimentos, por lo que los mismos se han visto en la necesidad de solicitar donaciones a los ciudadanos.