GUATEMALA
Agencia dpa
Jimmy Morales, nuevo presidente de Guatemala, juró ayer fidelidad a la Constitución y en su discurso de toma de posesión prometió que no dará «ni un paso atrás» contra la corrupción que metió al país en una crisis institucional sin precedentes en 2015.
«Fuimos mesurados. No prometimos lo que no podíamos cumplir. Pero, no tolerar la corrupción y el robo, eso sí lo prometimos y lo haremos desde el primer día», ofreció.
Más adelante, dijo que reitera su «compromiso con Guatemala». «Les pido escuchar: me comprometo a dar lo mejor de mí, a una vida de honor, sacrificio y esperanza, a hacer bien siempre, a defender lo que hemos logrado y a no dar paso atrás para lograr la Guatemala feliz, la Guatemala inmortal, lo que todos deseamos», expresó.
Repitiendo el mensaje, invitó a los asistentes a la ceremonia a ponerse de pie y a hacer este mismo juramento, y también lo pidió a los guatemaltecos que seguían la transmisión por televisión.
Reconoció que los retos al asumir la presidencia son múltiples y serios y advirtió que «sólo no puedo; necesito de todos los guatemaltecos».
Morales inició de esa manera su mandato de cuatro años (2016-2020) como el octavo presidente electo en la era democrática, que este jueves cumplió 30 años tras su restablecimiento el 14 de enero de 1986 con la asunción de Vinicio Cerezo (1986-90), el presidente civil después de sucesivos regímenes militares autoritarios y fraudulentos.
En otra parte de su discurso, Morales instó a los guatemaltecos a trabajar y a creer en una «nueva Guatemala».
