POR KIMBERLY LÓPEZ
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El exministro de Finanzas, Dorval Carías, se refirió a la situación del Estado en materia de finanzas, como una de las dificultades para las próximas autoridades a cargo del Ministerio de Finanzas (Minfin).

Julio Héctor Estrada, juramentado ayer como Ministro de Finanzas para el período 2016-2020, asumirá la dirección de una de las carteras más desafiantes y determinantes para el adecuado funcionamiento del país, especialmente porque según Carías, “las finanzas del Estado continúan con la precariedad que venían evidenciado desde el año pasado”.

Esto debido al nivel limitado de ingresos, principalmente los que proceden de la tributación, informó el exministro. Además, aseguró que la cartera de Finanzas deberá hacer un “esfuerzo extraordinario” para hacer frente al pago de nóminas, aportes e instituciones de Estado, atención a los ministerios de Salud, Educación y Gobernación, entre otros.

“Enero es un mes muy complicado debido al pago de la segunda parte del aguinaldo”, justificó.

No obstante, aseguró que esta situación se revertiría cuando las fuentes de ingresos corrientes aceleren su crecimiento, pero que esto dependía en gran medida de que se realizará un esfuerzo adicional por parte de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y del cuidado que se lleve en la asignación de cuotas presupuestarias.

ESFUERZO ADICIONAL

En cuanto a la necesidad de una reforma fiscal, Carías explicó que el primer paso a seguir debe ser el fortalecimiento de la SAT, para luego hacer una revisión profunda y exhaustiva de la Ley Orgánica de esta institución.

“Debe haber una discusión, como sociedad, sobre el sistema tributario que el país necesita para la lucha contra la pobreza y en favor del crecimiento económico y la justicia social”, concluyó.

A estas precariedades, se suma la brecha fiscal anunciada por el Ministerio de Finanzas, que ascendía a un monto cercano a los Q5 mil millones. Por tercer año consecutivo, el país ha tenido fuertes dificultades para llegar a su meta de recaudación programada.

Como consecuencia, esto tendrá sus efectos en la disponibilidad financiera que tendrá el nuevo Gobierno para alguna agenta de desarrollo, así como para ejecutar y cumplir sus planes y promesas de campaña.

La evasión y suspensión de algunos impuestos y los efectos, aún presentes, de la red de corrupción “La Línea”, son los principales obstáculos a los que se deben enfrentar las nuevas autoridades de Gobierno.

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