POR GRECIA ORTIZ
gortiz@lahora.com.gt

Lo que empezó como un proyecto educativo se convirtió en una forma de vida para Anderson Lima, originario de Suchitepéquez pero residente de Champerico, en Retalhuleu, donde se dedica a la conservación de las tortugas marinas, una especie en peligro de extinción.

Lima desarrolló en un tortugario un proyecto para la incubación de huevos de tortuga, que no tenía una relación directa con la educación ambiental o la preservación de las especies en peligro de extinción, por lo que decidió ir más lejos y fomentar un cambio a favor de la fauna silvestre.

Tuvo la oportunidad de viajar al extranjero tras hacerse de una beca en Estados Unidos con lo que entendió la importancia de la conservación de los ecosistemas, sobre todo en el ámbito marino, y fue entonces cuando adquirió un compromiso mayor con la ecología.

_2“Mientras estaba allá –en Estados Unidos– tuve la oportunidad de desarrollar el proyecto que habíamos iniciado aquí. Como tenía experiencia, tuve la inquietud de seguir desarrollándolo y empecé a buscar organizaciones que pudieran apoyar”, explicó.

“Cuando regrese en junio de este año inicie con las diligencias que se necesitan para establecer un tortugario”, agregó. El nombre de la organización es “Casa de Áak”, que significado “tortuga” en idioma maya.

De momento Lima relató que ya han liberado unas mil quinientas tortugas y más de cuatro mil huevos han sido rescatados.

“A través del nombre yo quería mostrar algo sobre Guatemala, y empecé a buscar como se decía tortuga en maya, y así fue como encontré ese nombre, y poco a poco fui formando el complemento de Casa de Áak, que significa que todos los huevos de tortuga pueden ser incubados, libres de toda amenaza”, aseguró.

Debido a que el proyecto implica compromiso y responsabilidad, su familia comentó que siempre lo ha incentivado y lo apoya. Lima explicó que si bien es originario de Suchitepéquez toda su vida ha residido en Champerico.

“Me inspiro en las tortugas marinas. Ellas cumplen roles específicos para mantener un océano saludable y son de beneficio para el medio ambiente”, afirmó.

Casa de Áak es el primer tortugario implementado en ese lugar, de acuerdo con Lima, y cuenta con el apoyo de 30 voluntarios, aunque de momento no todos trabajan debido a que aún están iniciando y el financiamiento que reciben es limitado comparado a la demanda que existe.

Lima también es el encargado de brindar información educativa sobre el cuidado del medio ambiente, así también de la preservación de la especie de tortuga marina. “

Para los primeros días de diciembre, el fundador y director de Casa de Áak, relató que se espera tener lista otra liberación de tortugas –cuando se les envía tumbo al mar– que se hace en horario de la mañana. “Los depredadores están más activos durante el día, y por eso lo hacemos por la mañana”, explica.

Además, indicó que el contexto social tampoco es favorable. “La gente no está acostumbrada a colaborar con la conservación”, indicó, aunque explicó que el proyecto les es de beneficio ya que atraen turistas al lugar.

“Es necesario que las personas colaboren en cuidar el medio ambiente. No se necesita ser un héroe para hacerlo. Muchas personas dependen del ecosistema, y por eso hay que estar conscientes, esta terrible la situación en lo que respecta a la educación ambiental. Es un desafió el que estamos teniendo”, aseguró.

ESPERAN APOYO

Debido a que el proyecto fue creado hace algunos meses aún no cuenta con el apoyo económico requerido para continuar, de acuerdo a su director, es necesario contar con mayor cantidad de material educativo, así como víveres, pues otras instituciones hacen intercambios con los recolectores de huevos.

Y es que las metas establecidas para Casa Áak también consisten en contar con un lugar especial para la atención de tortugas que requieran atención médica, por lo que el apoyo que necesitan resulta constante, si desea información puede escribir al correo casadeaak@gmail.com o llamar al 41776954, o incluso localizarlos a través de su perfil en la red social de Facebook “Casa de Áak”.

“Cuando regresé en junio de este año inicié con las diligencias que se necesitan para establecer un tortugario”.

“A través del nombre yo quería mostrar algo sobre Guatemala, y empecé a buscar como se decía tortuga en maya, y así fue como encontré ese nombre, y poco a poco fui formando el complemento de Casa de Áak, que significa que todos los huevos de tortuga pueden ser incubados, libres de toda amenaza”.

“Es necesario que las personas colaboren en cuidar el medio ambiente. No se necesita ser un héroe para hacerlo. Muchas personas dependen del ecosistema, y por eso hay que estar conscientes, está terrible la situación en lo que respecta a la educación ambiental. Es un desafío el que estamos teniendo”.

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