POR GRECIA ORTIZ
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Adrián Menzel, un niño de nacionalidad estadounidense, pero con orígenes guatemaltecos, decidió celebrar su octavo cumpleaños de una forma muy original, recolectando en Estados Unidos más de 60 mil piezas de Lego para entregarlas a niños y niñas de escasos recursos que viven en las cercanías del relleno sanitario de la zona 3 de la capital guatemalteca.
Shari Stocker convirtió la celebración del cumpleaños de Adrián, su nieto, en una lección de vida y esperanza para niños y niñas que se benefician de la organización Safe Passage, quienes recibieron la donación de juguetes.
Tanto Adrián como su abuela llegaron a Guatemala a finales de octubre, luego de haber concretado un viaje que Stocker definió como un regalo de cumpleaños para su nieto.
De esa cuenta, Stocker concedió una entrevista para La Hora Departamental y explicó que el interés en visitar Guatemala surgió en el pequeño Adrián, quien quería conocer más sobre la cultura y el lugar de origen de su papá quien es guatemalteco. “Tenía curiosidad en conocer sobre la historia de su familia”, expuso.
La abuela le dio la oportunidad a cada uno de sus nietos de elegir un destino de viaje, que debían emprender juntos como un regalo de cumpleaños. “Adrián me pidió ir a Guatemala, pero él tenía que buscar información antes del viaje. Cuando buscó en internet vio algo sobre los niños del basurero de la zona 3; fue entonces que se puso muy triste, pero decidió que debía hacer algo”, aseguró.
“Cuando fue su cumpleaños, le pidió a los niños que asistieron a su fiesta que llevarán Legos de regalo, no para él, sino para los niños de Guatemala, y fue entonces que se involucraron más personas en su propósito”.
Además de los niños, al proyecto se unieron otras personas que se interesaron al escuchar la historia y el sueño del niño. De esa forma se sumaron tres departamentos de bomberos, uno de la Policía, el personal la biblioteca y una escuela primaria, entre otras personas que se unieron y donaron juguetes.
DETERMINACIÓN
Stocker afirmó que cuando supo de los deseos que tenía Adrián no dudó en apoyarlo, y se sintió muy orgullosa de la determinación que mantuvo para lograr su objetivo, y reconoció que el contacto con la organización Safe Passage fue vital, pues esto les permitió llegar hasta los niños.
Al encontrarse en Guatemala y con los niños guatemaltecos, Adrián se comportó tímido al principio, dijo Stocker, porque su nieto nunca había estado fuera de Estados Unidos. “Todo le resultó diferente al viajar lejos de sus conocidos y hogar, pero luego nos acomodamos al lugar y nos sentimos a gusto con lo realizado”.
Adrián habla español y no es fluido, pero eso no dificultó su interacción con los menores de la organización en donde también le proveyeron un traductor. “Los niños no necesitan de un lenguaje para jugar”, relató la abuela.
A futuro ambos esperan no solo quedarse con la experiencia como un buen recuerdo. Stocker dijo que desean regresar a Guatemala y lograr expandir la educación a través del entretenimiento con Legos, pues se pueden enseñar muchas cosas como habilidades motrices, ciencia, matemáticas e incluso arte.
En ese sentido Stocker indicó que el personal que labora para la organización Safe Passage (Camino Seguro) ha sido de gran apoyo, y reconoció lo que se hace a favor de los niños en el país. “No cualquiera puede hacer su trabajo, es muy especial el poder trabajar con los niños”, apuntó.
Para ambos la experiencia continúa y Adrián además de conocer nuevas amistades, también tiene la oportunidad de conocer la cultura y tradiciones de Guatemala pues también viajó hasta Sumpango Sacatepéquez donde observó los barriletes gigantes que se elaboran en estas fechas.
“Cuando fue su cumpleaños, le pidió a los niños que asistieron a su fiesta que llevarán Legos de regalo, no para él, sino para los niños de Guatemala, y fue entonces que se involucraron más personas en su propósito”.
“No cualquiera puede hacer su trabajo, es muy especial el poder trabajar con los niños”.
SHARI STOCKER