POR MIRIAM HERNÁNEZ
mhernandez@lahora.com.gt
En las intervenciones de llamadas telefónicas entre Gustavo Alejos, Alejandro Toledo y Juan Pablo Muralles, supuestos operadores y proveedores de una red de corrupción en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), los sindicados comentan la importancia de “crear necesidades” en los centros de salud.
En una escucha los sindicados hablan sobre “jalarle las orejas” a los médicos que no recetan los medicamentos de los proveedores que son parte de la red.
En entrevista con La Hora, varios afiliados cuentan las dificultades encontradas para recibir medicinas especializadas en el IGSS.
Un hombre de 30 años comenta como una vez, en un centro asistencial, le extendieron una receta de medicinas por Q400. Al solicitarlas la encargada de entregarlas le dijo que no tenían esas medicinas, pero que las podía sustituir por unas valoradas en Q40.
Otra entrevistada comentó cómo, en su caso, el IGSS no ha escatimado en gastos por pruebas y servicios para un padecimiento especializado. Sin embargo, en su última cita hace dos meses, le anunciaron que ya no le pueden dar el medicamento más importante y caro de su tratamiento.
Pese al descuento mensual de la cuota del IGSS por más de 35 años de trabajo, a partir de ahora debe comprar el medicamento por su cuenta.
Las dos experiencias de estos afiliados tienen algo en común: no recibieron medicina especializada, sino que fueron recetados con un montón de pastillas de ibuprofeno y acetaminofén de la farmacia del IGSS. Ninguno de ellos consideró necesaria o útil tal dotación.
La segunda entrevistada incluso consultó por su cuenta y descubrió que el ibuprofeno podía complicar más su padecimiento.
Mientras unas medicinas escasean, otras son sobre recetadas. Al respecto, la vocera del IGSS, Lucía Dubón aseguró desconocer el porqué de la situación. En su opinión, a los pacientes no deberían de recetarles nada más que lo que realmente necesitan.
También comentó que en los últimos dos meses el IGSS ha sufrido graves problemas de desabastecimiento, por lo que se encuentran impulsando auditorias que permitan un registro estricto de los medicamentos.
Otro entrevistado comentó con pesar cómo había perdido todo un día de trabajo esperando ser atendido en el Seguro Social, para que finalmente le dijeran que no tenían todas las medicinas que necesitaba y le entregaron una receta por medicamentos valuados en Q4.
Muchos afiliados recurren al IGSS únicamente porque es una manera de ahorrar en medicinas cuando son de variedades muy caras, por lo que se ven muy afectadas con el desabastecimiento, especialmente las personas jubiladas.
Según información del IGSS, los medicamentos comprados en mayor volumen son los utilizados para el tratamiento de la hipertensión, problemas cardiológicos, cáncer, problemas renales y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).