POR MANUEL RODRÍGUEZ
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Dentro de los factores que determinan los índices de hambre, desnutrición y vulneran el sistema alimentario, Diego Recalde, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Guatemala, identifica el acaparamiento de tierras para la siembra de monocultivos (caña, palma, hule) en detrimento de la siembra de maíz y otros granos; el desestimulo gubernamental para la diversificación y fomento de la agricultura.
Asimismo, la carencia de marcos legales para promover el desarrollo rural, la desgravación arancelaria, la consolidación del modelo alimentario industrializado, la reducción de aranceles a la importación de granos, el encarecimiento de la Canasta Básica, los efectos del cambio climático y la falta de inocuidad de los alimentos.
“Cada año, la soberanía alimentaria se vulnera, porque desde el Estado se prioriza el modelo agroexportador y se subestima la agricultura familiar, que a pesar de producir el 70 por ciento de los alimentos que abastecen al país, ha sido marginada de las políticas de promoción y fomento”, dijo el aludido en su disertación en un foro organizado esta mañana por el Ministerio de Agricultura en un hotel capitalino.
Hoy se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, proclamado por la ONU el 16 de octubre de cada año con el objetivo de concretizar a las poblaciones sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, desnutrición y la pobreza.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan), entre el 1 de enero y 3 de octubre pasados se contabilizaron 89 menores de 5 años muertos por desnutrición aguda y 11 mil 289 casos por la misma causa. Según cifras de Unicef, 4 de cada 10 menores de 5 años padecen algún grado de desnutrición en Guatemala.
