POR MANUEL RODRÍGUEZ
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El Grupo Garante G4, que agrupa a la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), la Oficina del Procurador de los Derechos Humanos (PDH), la Iglesia Católica y la Alianza Evangélica, reconoció la necesidad de presionar al Congreso y otros entes estatales para introducir cambios profundos en el sistema de Estado y resaltó la importancia de la iniciativa pacífica del movimiento ciudadano de los últimos meses para que vuelva a manifestarse en las calles en ese sentido.
En una conferencia de prensa, el grupo coincidió en que el Estado de Guatemala está dejando pasar una oportunidad única para generar una transformación en su sistema político, económico e institucional, pues ahora ya no se trata de exigir la renuncia de altos funcionarios del Gobierno, sino de impulsar cualquier propuesta de reforma que garantice el combate de la corrupción y la impunidad, así como la renovación y depuración de las instituciones públicas.
En ese sentido, opinaron que la indignación ciudadana que generó el desmantelamiento de la estructura criminal que recibía sobornos de importadores para evadir el pago de impuestos de aduanas, conocida como «La Línea», no debe «quedar en la nada» y más bien influir nuevamente para empujar al Organismo Legislativo por una salida del actual sistema «corrupto y mafioso», empezando con la aprobación de las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP).
«La presión de la ciudadanía debe continuar porque si bien lo que hasta hoy el pueblo de Guatemala ha logrado es algo sin precedentes, seguimos con condiciones de un Estado fallido. Mientras no logremos las reformas a la Ley de Contrataciones, la Electoral y de Partidos Políticos o al Sector Justicia, seguiremos cambiando de autoridades, pero no saldremos de la vorágine de corrupción e impunidad en la que estamos viviendo», señaló el Magistrado de Conciencia, Jorge de León Duque.
En tanto, el arzobispo metropolitano, Oscar Julio Vian, agregó: «Como ciudadanos, debemos seguir presionando por las reformas como hasta este momento lo hemos hecho. Hace poco estaba en Costa Rica y me dijeron los obispos que se alegraban por Guatemala por haber alcanzado tantas cosas de manera pacífica. Pero tenemos que seguir luchando contra la corrupción y contra la gran cantidad de ladrones que se han robado lo que no se ha tenido para invertir en la gente más pobre del país».
Cesar Vásquez, presidente de la Alianza Evangélica de Guatemala, también se pronunció al respecto: «Se le ha dado un golpe muy fuerte a la impunidad y es importante que el pueblo continúe con esta actitud porque sigue siendo necesario el cambio de paradigmas que teníamos antes cuando se nos veía como un pueblo frágil, conformista, pasivo y que le daba espacios de poder a grupos con intereses personales».
Por último, el rector de la Universidad San Carlos de Guatemala (Usac), Carlos Alvarado Cerezo, dijo que la población seguirá a la expectativa de lo que haga el gobierno de transición del presidente Alejandro Maldonado Aguirre, que tiene como reto promover las reformas legislativas que son necesarias para el fortalecimiento de la democracia y el Estado de Derecho.