POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

La Policía Nacional Civil (PNC) posee recurso humano calificado y honesto, pero también existe un grupo de policías corruptos que se beneficia del soborno y otros ilícitos, o peor aún, que trabaja para el crimen organizado. Existe una diferencia marcada entre las dos clases de policías: Están los agentes que ganan Q3,919 al mes y tratan de salir adelante a pesar de las carencias, y los otros, que buscan dinero fácil a través de secuestros y asesinatos, como se evidenció con el caso denominado La Patrona, que implicaba a varios miembros de la institución policial.

El intenso calor que se acumula adentro de las instalaciones del serenazgo policial se conjuga con el mal olor de la basura que las personas arrojan en los alrededores de las instalaciones, lo que llama la atención del enjambre de moscas que recibe a los visitantes.

Ese recinto, uno de los 22 serenazgos de la PNC del país, carece de piso y el hacinamiento en el pequeño espacio provoca que las condiciones laborales sean complejas para las 21 personas que se encuentran ahí adentro, como se constató en una visita al lugar.

Según los relatos de los policías, representantes de una iglesia les cedieron un espacio para que traten de dormir más cómodos cuando se suspenden los descansos, y todo el personal está albergado en el serenazgo. De lo contrario, algunos de los agentes tendrían que dormir en el piso o compartir cama.

Una de las principales quejas de los agentes son las ratas, pues no les permiten dormir por las noches y temen que estar cerca de esos animales les provoque enfermedades.

*Karina, una de las policías entrevistadas, dice que pese a las precariedades y el salario bajo se mantiene lejos de la corrupción, pues considera que ser policía es sinónimo de servicio y cree firmemente que no debe aprovecharse de su posición.

La policía tiene el grado de agente –el más bajo dentro de la escala jerárquica de la PNC– y recibe un salario de Q3,919.44 al mes, por una jornada que se extiende por diez días y se alterna con seis días de descanso. Es madre de una niña de un año y medio, y vive en el interior del país.

La entrevistada tiene un préstamo bancario por el que cada mes le debitan Q1 mil 500, gasta alrededor de Q900 en alimentación cuando está en la capital trabajando, invierte en los gastos de su hija por Q1 mil en leche y pañales, mientras que en sus pasajes eroga Q200 al mes.

“Vivo con mi mamá y estoy pagando mi terreno; en mi hija gasto Q900 solo por la leche y los pañales. Cuando voy a mi casa gasto Q35 de ida y Q35 de regreso y sí me da hambre como algo en el camino, más o menos Q100 gastó dos veces al mes”, explica la agente.

Karina dice que cuando sepa de una nueva convocatoria para mejorar de puesto, enviará su papelería para ser parte de la División de Protección a la Naturaleza (Diprona), con ello obtendrá un salario más alto y aprenderá un tema que le interesa. Al consultarla sobre sí algún día quiere convertirse en directora de la institución sonríe y argumenta que no quiere ser “corrupta”, en referencia a algunos directores pasados de la institución, que han sido señalados de actos anómalos. (Lea el recuadro Directores señalados).

“Yo no anhelo ser directora de la PNC. No me gustaría caer en corrupción, le tengo miedo a eso, prefiero ser pobre toda la vida y no ser corrupta, aunque no todos los mandos son así”, argumenta.

INVOLUCRADOS CON EL CRIMEN ORGANIZADO

_Tabla-3El caso denominado La Patrona, que ya está judicializado y por el que se emitieron penas de entre 16 y 94 años de prisión, es uno de los más ejemplares de la infiltración del crimen organizado en la PNC.

En abril de 2014, la Fuerza de Tarea (FT) contra Secuestros del Ministerio de Gobernación, la Inspectoría General (IG) de la institución policial y el Ministerio Público (MP) evidenciaron cómo una estructura integrada por diez personas, cometió secuestros y asesinatos en Jutiapa y Santa Rosa.

La estructura criminal estaba integrada por Marixa Ethelinda Lemus Pérez conocida con el alias La Patrona, Sonia Elizabeth Lemus Vásquez, Carlos David Chajón Reyes, Luis Felipe Del Cid Ayala y los policías Oscar Isaac Lemus Vásquez, Pedro Antonio Monzón López, Henry Alexander Jerez Audon, Lorinmer González Menéndez, Breiner Rivai Juárez Herrera y Balter Eugenio Anavisca Blanco.

Según las pesquisas, Lemus Pérez era la lideresa de la estructura y planificó varios hechos ilícitos; Lemus Vásquez era la sublideresa; Chajón Reyes asesinaba y ejecutaba secuestros; Del Cid Ayala, era uno de los sicarios violentos.

Por otro lado, en el caso de los policías: el agente Lemus Vásquez proveía las armas de fuego y estudiaba las áreas donde cometerían ilegalidades; el oficial III Monzón López, compartía información a la lideresa de la banda y era el enlace con el grupo de sicarios; el oficial II, Jerez Audon proporcionaba información a la dirigente de la banda, se reunía con ella en horario de trabajo y utilizaba vehículos de la institución policial.

En tanto, el agente González Menéndez era el proveedor logístico y facilitador de información; el agente Juárez Herrera ofrecía información a La Patrona sobre las ubicaciones de las víctimas; el agente Anavisca Blanco tenía participación en los secuestros y asesinatos.

Entre los casos que fueron comprobados a esta estructura están: el secuestro y posterior asesinato de Amanda Lemus Contreras ocurrido el 27 de noviembre de 2013, en Jutiapa.
Los sindicados exigían un pago de US$30 mil, pero únicamente logaron cobrar Q25 mil, según las imputaciones en su contra.

También, un ataque con explosivos contra el alcalde de Moyuta Jutiapa, Carlos Roberto Marroquín Fuentes, ocurrido el 13 de diciembre de 2013.

Por otro lado, el asesinato de Álvaro Alfonso Mejía Estrada, exconviviente de la líder de la banda. El hecho ocurrió el 8 de febrero de 2014 en Santa Rosa y La Patrona buscaba apropiarse de los bienes de su expareja y de sus seguros. Utilizó a la estructura criminal para cometer estos hechos.

DIGNIFICACIÓN Y SELECCIÓN

_Tabla-4De acuerdo con Francisco Quezada, investigador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) la dignificación y la selección apropiada del recurso humano en la PNC podrían contribuir a evitar los actos de corrupción en la institución policial.

Según Quezada, es necesario saber reclutar a quiénes ingresarán a la PNC, pues no todos tienen interés de servir, sino que lo hacen por un beneficio económico.

“Cuando admiten a alguien en la Policía tiene que ser una persona con vocación, no por hacer dinero sino porque quiere servir, la mayoría de policías que reclutan entran por el salario no porque quieren ser policías. Hay un gran problema porque cuando alguien entra por un interés económico aunque sea bajo, ese será su objetivo, la carrera de policía es de mucho sacrificio y de baja remuneración”, explicó.

De acuerdo con el entrevistado es urgente dignificar a quienes laboran en la PNC y darles la importancia que su función merece.

“Tienen que tener un salario adecuado, pero en otros países no los estimulan solo con un salario, sino con otro tipo de prebendas, por ejemplo tienen escuela para sus hijos, hay programas de vivienda, hay un buen programa de retiro, existen capacitaciones, condecoraciones, este tipo de temas los hace sentirse parte de la institución, ellos saben que al momento que falten al servicio van a perder todos los beneficios”, detalló.

A criterio del investigador del CIEN, la infraestructura en la PNC sigue siendo precaria, no hay sedes propias, falta dignificar a los policías, aunque también destacó “algunos avances”, como el incremento del personal policial, aunque sin mucha inversión en calidad, el mejoramiento de la plataforma tecnológica, que podría ser usada por la siguiente administración de gobierno y la preparación con enfoque comunitario.

Adela de Torrebiarte, comisionada para la Reforma Policial fue consultada sobre algunos de los puntos contenidos en la iniciativa de reformas a la Ley de la PNC que pretende un incremento salarial, entre otros beneficios.

“En el proyecto de ley no dice cuánto será el incremento salarial, pero sí está la especialidad, el bono de riesgo. Es un paquete completo que va acompañado de profesionalización y mejora salarial”, destacó la comisionada.

_Tabla-5De Torrebiarte dijo que hace algunos años había una propuesta que buscaba un incremento para toda la PNC, pero en la administración anterior no se le dio seguimiento.

“En el 2007 se había creado una propuesta de una mejora salarial de un 7 por ciento a toda la Policía, para hace dos años un agente estaría ganando Q8 mil, suena poco, pero es algo significativo. Lamentablemente faltó el compromiso del gobierno del 2008 en la administración de Álvaro Colom y de los congresistas, creemos que con una ley que quedé por escrito mejorarán las condiciones”, indicó.

La funcionaria explicó que la ministra de Gobernación, Eunice Mendizábal sugirió nuevas observaciones para el proyecto de ley y las autoridades de la PNC estarían por enviar sus últimas recomendaciones. La iniciativa de Ley ingresará antes de que concluya esta administración, aseguró.


Directores señalados

En los últimos años varios directores de la PNC fueron capturados y señalados por actos al margen de la Ley.

Marlene Blanco Lapola, quien fungió como Directora de la PNC entre 2008 y 2009, fue detenida en marzo de 2012, sindicada por ejecuciones extrajudiciales.

Baltazar Gómez, director de esa instancia entre 2009 y 2010, fue aprehendido por el tumbe de 700 kilos de cocaína.

Porfirio Pérez Paniagua, quien fue director de la institución policial en 2009, fue capturado en ese mismo año por la pérdida de US$330 mil en un operativo.


La estrategia del crimen organizado

Marcos, jefe de la Fuerza de Tarea contra Secuestros, explicó que una de las estrategias del crimen organizado es reclutar a los integrantes de las instituciones de seguridad y justicia para procurar impunidad en sus actos.

Según el profesional en Criminología y Criminalística, dentro de las tácticas de engaño de los grupos delictivos está ofrecer “riquezas desbordantes” en poco tiempo, sin advertir las implicaciones legales o de otra índole.

El profesional dice que en el caso de la estructura denominada “La Patrona” fue descubierta en poco tiempo por una investigación realizada por la PNC; fueron los mismos policías quienes detuvieron a los miembros de la misma institución que cometían ilegalidades, argumenta.

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