Por Regina Pérez
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Bernardo Lemus Mendoza fue un distinguido profesor en la Universidad de San Carlos, nacido en Purulhá, Baja Verapaz, quien fue asesinado en 1981 por el gobierno de Fernando Lucas García. En 2011, sus hijos gestionaron en la municipalidad un acto de dignificación en su memoria, tras lo cual la Biblioteca Municipal de Baja Verapaz lleva su nombre.
A partir del 2012, la Biblioteca abrió sus puertas a la población y bajo la dirección de Brenda Lemus, directora ejecutiva ad honórem de la misma, buscan apoyar a los infantes de escasos recursos en su aprendizaje y en el acceso al conocimiento.
EL LEGADO DE BERNARDO LEMUS
Brenda Lemus rememora la historia de su padre, quien nació en el seno de una familia modesta en el municipio de Purulhá, aunque sin acceso a comodidades por lo remoto de su ubicación. Bernardo estudió en una escuela “única” donde solo se impartía el primer grado; al siguiente año acudió al mismo grado porque se aburría en su casa, por lo que la maestra le “adelantó” temas de segundo primaria hasta sexto grado, aunque no le podía dar un certificado.
Cuando Lemus finalizó los seis grados viajó a Salamá, cabecera de Baja Verapaz, a examinarse para recibir su diploma de sexto grado del nivel primario por suficiencia. “El día que se fue a examinar se compró su primer par de zapatos”, indicó su hija.
Luego de pasar su examen, Lemus recibió una beca para estudiar el nivel básico en el Instituto Normal Mixto del Norte (INMN), Emilio Rosales Ponce, en Cobán, Alta Verapaz. Posteriormente Lemus se graduó de economista en la Universidad de San Carlos y fue director financiero de esa casa de estudios. Como docente universitario también fundó el Ejercicio Profesional Supervisado (EPS).
Él siempre vio hacia el futuro y trató de llevar a las personas que nacen con menos suerte el acceso a la comunicación y educación pero eso le costó la vida, dijo su hija. El economista fue asesinado en el gobierno del general Romeo Fernando Lucas García, en enero de 1981.
En 2011, a través del Programa Nacional del Resarcimiento (PNR), sus hijos tramitaron la dignificación de su memoria. Inicialmente querían que se construyera una “escuela de oficios” para que la niñez del municipio tuviera acceso a una manera digna de ganarse la vida, sin embargo esto no fue posible por la reducción del presupuesto del PNR, por lo que les dijeron que únicamente les podían dar una “biblioteca básica”.
Esta consistió en un donativo de 280 libros y una librera de metal. La comuna de Purulhá, mediante un acuerdo municipal, le dio el nombre del profesional a la que ahora es la “Biblioteca Municipal Lic. Bernardo Lemus Mendoza”.
SE ABRE LA BIBLIOTECA
Después de que la biblioteca recibiera el nombre del profesional permaneció cerrada. No fue sino hasta 2012 que fue abierta, por problemas municipales.
Cuando mi hermano me dijo que abrieron la biblioteca, me fui a ver qué pasaba y fue mi perdición porque ya nunca más salí de ahí, cuenta. Según recuerda Brenda, ese día había unos niños que se asomaban por la puerta y salían corriendo, porque culturalmente en lugares como Purulhá los niños son tímidos y no tienen un espacio ganado.
Luego se animaron a entrar y pidieron información sobre los viajes de Cristobal Colón, pero ahí no había nada de eso, solo los libros que nosotros donamos, indicó.
Entonces recordé que mi hermano cargaba una caja de tomates llena de libros en su carro y que encima había uno de Ciencias Sociales de Cuarto primaria. Entonces lo llamé y le pregunté “¿Y los libros?” y me dijo: “Ah, yo viendo dónde los regalo” y le digo “¿Dónde estás?” y me dijo “En el banco”.
Casualmente el banco está a la par de la biblioteca, entonces salí y fui al carro y llevé el libro. Y un niño sacó una hoja en blanco, la puso encima del mapa de los viajes de Colón y comenzó a repasarlo. Entonces me dije: Estos niños tienen ganas de estudiar pero no tienen Q1 para usar Internet y están luchando por aprender cómo le tocó a mi papá, entonces me tocó el corazón y empecé a pedirle libros a mis primos, a mis amigos, y a los amigos de mis primos y a sus amigos, sobre todo de texto que era lo que más me urgía, cuenta.
Lemus relata que los niños que llegan a la biblioteca tienen problemas de aprendizaje y son de escasos recursos. Empezó con tutorías escolares y al darse cuenta que no tenían comprensión de lectura implementó un club de lectura para despertar su pensamiento crítico. Actualmente apoyan a 2,200 niños en edad escolar de ese municipio y comunidades aledañas.
“A los niños les fascina leer porque son retos para el cerebro, los mantiene activos y porque además como no tienen dinero para el internet y no tienen luz en su casa con televisión, para ellos ha sido una ventana mágica” señaló.
Otro de los programas que Brenda implementó fueron tutorías escolares, pero se dio cuenta que muchos de los niños no logran avanzar en su aprendizaje debido a la mala nutrición, por lo que también desarrolló un programa en esa vía.
Por otro lado, a través de la Asociación “Yo’o Guatemala”, que en q’eqchi’ significa “Vamos” han logrado canalizar apoyos y recursos de personas individuales, de una manera transparente. Eventualmente pedimos recursos en efectivo, por ejemplo para el viaje que hicimos a Filgua, pero en el año pedimos donativos en especie, como útiles, ropa usada y juguetes, señaló.
Recientemente Lemus fue reconocida como Guatemalteca Ilustre por su trabajo a favor de la niñez de Purulhá.
Para conocer más sobre la Biblioteca Bernardo Lemus Mendoza recomendamos visitar su fan page https://www.facebook.com/BibliotecaBernardoLemusMendoza?fref=ts
PROGRAMAS PARA APOYAR LA BIBLIOTECA
Piedras por Libros: Sophos vende piedras de río decoradas por los niños de Purulhá a Q10 y por la venta de las mismas se les duplica la cantidad conseguida en libros.
Regálanos tus Saldos Escolares: Por la falta de útiles y materiales escolares de los niños, reciben este tipo de donaciones.
Becas Escolares: El aporte mensual regular por niño es de Q100.
Entre otros más.