POR GRECIA ORTIZ
gortiz@lahora.com.gt

Operación Panito Xela es una organización sin fines de lucro, conformada por unas 30 personas de diferentes edades, residentes en Xela Quetzaltenango, quienes tienen como principal objetivo la dignificación para las personas indigentes con quienes comparten un momento de sus vidas con un tiempo de comida todos los sábados, así como también en fechas de fin de año.

Ante la necesidad extrema que se vive y está latente en el país; en ocasiones con mayores incidencias en el interior de la república, surgen movimientos de personas que sin interés alguno, buscan apoyar a quienes más lo necesitan, sacrificando su tiempo que se ve retribuido con la satisfacción de ayudar a los demás.

Salvador Mendizábal encargado del proyecto humanitario, expresó que la ayuda consiste en llevar un desayuno a personas que carecen de lo más fundamental, un plato de comida, y se lo proporcionan una vez por semana, lo cual realizan todos los sábados por las mañana en el parque central de Xela.

De acuerdo al dirigente, el objetivo es cambiar su realidad «es tratarles de hacer su día diferente con acciones distintas, en lugar de tacharlos y hacerlos a un lado como la mayor parte de la sociedad lo hace».

El trabajo que realizan es voluntario expresa, así como el donativo que reúnen en conjunto con todos los participantes, quienes deciden de qué manera pueden apoyar y con qué cantidad.

Por otro lado, refirió que la organización existe desde el 21 de diciembre de 2013 inspirada por el proyecto que tiene más de 20 años en la ciudad de Guatemala.

«Cuando vi el reportaje que le hicieron a ellos -Operación Panito Guatemala-, en un medio televisivo en la ciudad capital, me llamo la atención y empecé a buscar la forma de traer panito para Xela, allá es un grupo de católicos el que trabaja, acá en Quetzaltenango no tenemos ninguna distinción religiosa, pues hay católicos y cristianos evangélicos, sirviendo dentro de la misma organización», afirmó.

Mendizábal refirió, que «Operación Panito Xela», inició como un proyecto de familia, en el cual participaban los 6 integrantes; «nosotros fuimos los primeros que empezamos a buscar a los indigentes, ya después se empezaron a unir más personas, pero teníamos que estar recorriendo todo Quetzaltenango, sin embargo ahora, ellos nos buscan».

Al proyecto se han sumado con el tiempo más personas que atienden; ahora llegan de 80 a 120 personas necesitadas que esperan un desayuno y añadió que dentro de los motivos para realizar este tipo de acciones son muchas, sin embargo entre ellas «lo hago para inculcarles la humildad, el tratar de ser humilde con el prójimo y tratar de darles un poco de lo que uno puede tener».

Además de compartir alimentos con las personas, Mendizábal añadió que es importante convivir con ellos, pues necesitan quién los escuche explicando también, que es complicado ser el dirigente de un grupo, pues requiere de tiempo y de la capacidad de dirección.

Al principio comentó, ubicaban a las personas para que recibieran sus alimentos en las gradas del parque central, pero después buscaron cómo ofrecerles una mesa y asientos dignos en el que además cuentan con un techo, que los protege de la lluvia.

El alimento que les brindaban en un principio consistía en café caliente con pan, ahora para las fiestas de fin de año les sirven un pache y los sábados agrega, tratan de sorprenderlos con diferentes alimentos, además de lo tradicional de huevos con frijol, una bebida caliente y pan.

Los voluntarios colaboran llevando cada uno de los ingredientes necesarios para el tiempo de comida, la bebida la proporciona una familia de la localidad que consiste en «chocolate de primera calidad», aunque a veces por la demanda les es insuficiente por lo que llevan café o té.

Mendizábal recordó que dentro de las satisfacciones recibidas, en enero pasado, las personas a quienes ayudan, llevaron un diploma como forma de agradecimiento y añadió «a mi esposa y a mis hijas, casi todos los sábados les llevan algo, si lo quiere ver es algo pequeño, pero viniendo de ellos es grande, a veces son manualidades que hacen».

A futuro, según el entrevistado, esperan retirar a las personas de las calles en donde sufren las inclemencias del tiempo, además de poder insertarlos nuevamente a la sociedad «hemos soñado con un lugar Panito fijo, queremos darles techo y que aprendan algún tipo de oficio, para que nadie los señale ni los haga de menos».

«Cuando vi el reportaje que le hicieron a ellos -Operación Panito Guatemala-, en un medio televisivo en la ciudad capital, me llamo la atención y empecé a buscar la forma de traer panito para Xela, allá es un grupo de católicos el que trabaja, acá en Quetzaltenango no tenemos ninguna distinción religiosa, pues hay católicos y cristianos evangélicos, sirviendo dentro de la misma organización».
SALVADOR MENDIZÁBAL

«Lo hago para inculcarles la humildad, el tratar de ser humilde con el prójimo y tratar de darles un poco de lo que uno puede tener».
SALVADOR MENDIZÁBAL


Operación Panito Xela, se reúne todos los sábados en el parque central de esa localidad, al lugar acuden entre 80 a 120 personas con quienes comparten un momento del día, dejando de lado sus responsabilidades, sin motivo de interés. Si usted desea información o desea colaborar, puede escribir al Facebook de «Operación Panito Xela».

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