POR VIRGINIA CONTRERAS
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Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), desde el punto de vista hidrológico, Guatemala se encuentra dividida en tres grandes vertientes, el Golfo de México, que posee el 47% de agua; el Pacífico con 22% y el Mar Caribe con 31%, de acuerdo al punto donde desembocan.
Sin embargo el estudio Perfil Ambiental de Guatemala 2010-2012 del Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (IARNA) de la Universidad Rafael Landívar indica que el país posee 38 ríos principales, en donde al menos 14 de éstos y cuatro lagos presentan altos porcentajes de contaminantes físicos.
El estudio revela que gran parte de la contaminación de los cuerpos acuíferos en el país proviene de las aguas residuales de los centros urbanos, las cuales son vertidas en los cauces de los ríos, por lo general, sin ningún tipo de tratamiento. Este tipo de descargas son ricas en nutrientes, bacterias y patógenos, lo que favorece la proliferación de algas en los cuerpos receptores, factores de riesgo para la salud humana, tal como ha sucedido con el lago de Amatitlán y las recientes evidencias del lago de Atitlán.
Eddy Sánchez, director del Insivumeh coincide con lo anteriormente descrito y añade que casi todos los ríos ubicados en la Costa Sur poseen un alto grado de contaminación debido a las aguas grises de las poblaciones. Asimismo, dijo que los ríos y riachuelos que nacen en el área metropolitana, como lo son el río las Vacas, el Molino y Pinula presentan contaminación, pues casi todos han sido utilizados para conexión de desagües de las poblaciones sin utilizar plantas de tratamiento.