POR MANUEL RODRÍGUEZ
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El titular de la Superintendencia de Bancos (SIB), José Alejandro Arévalo, valoró la importancia de discutir reformas a la legislación nacional para la regulación del secreto bancario con fines de control tributario, propuesta que se encuentra actualmente en el Congreso y que busca facultar a la Superintendencia de Administración Tributaria –SAT–, el acceso a información bancaria de contribuyentes, bajo garantías de confidencialidad.

Esta mañana José Alejandro Arévalo Alburez, fue juramentado por el presidente Otto Pérez Molina, como superintendente de Bancos, en sustitución de Ramón Tobar, en un acto llevado a cabo en la Casa Presidencial.

En breves declaraciones a la prensa, el nuevo titular de la SIB compartió que su plan de trabajo se basará en promover la estabilidad económica que contribuya a una mayor confianza del sistema financiero de Guatemala, así como afrontar de buena manera los desafíos en materia de modernización institucional.

_Nac4_3bAdemás, el funcionario informó que durante su gestión sus prioridades serán encaminar la discusión de varias iniciativas de ley que se encuentran actualmente engavetadas en el Congreso de la República, como la ley de microfinanzas, la ley del mercado de valores para la agilización de capitales y las reformas a la regulación del secreto bancario para fines de control tributario en el país.

Sobre esta última iniciativa en el Legislativo, José Alejandro Arévalo comentó: “A la SIB, la ley le permite acceder a todos los datos y no existe limitación alguna. La Superintendencia de Administración Tributaria es la que debería estar interesada en que esta ley avance en el Congreso, para poder acceder a información y hacer cruces de la misma con las declaraciones que hacen los obligados a cumplir con las responsabilidades tributarias”.

Cabe mencionar que la postura del nuevo jefe de la SIB coincide de alguna forma con las últimas declaraciones del ex presidente del Banco de Guatemala, Edgar Barquín, antes que dejara el cargo en septiembre pasado.

Barquín destacaba la urgencia de eliminar la figura del secreto bancario en el país, para mejorar la recaudación tributaria, a través de cruzar información de cuentas bancarias y operaciones de actividades comerciales de cuentahabientes, con el fin de contrarrestar el lavado de dinero y otros activos, así como la evasión de impuestos en Guatemala.

Sin embargo, un análisis reciente del Observatorio Fiscal Centroamericano señaló que Guatemala muestra escasos avances en el fortalecimiento de la Administración Tributaria, mediante la eliminación del secreto bancario, regulado en la legislación como la obligación que tienen los bancos de mantener en reserva la información de sus clientes y que no se puede revelar a terceros sin autorización.

En ese contexto, el Observatorio indicó que el Estado enfrenta un desafío eminentemente político para modificar la regulación del secreto bancario para fines de control tributario, toda vez que actores con poder político o económico se resisten a pagar los impuestos que corresponden, en particular, el Impuesto Sobre la Renta.

Según las estimaciones de la SAT, existe una evasión de 65% en el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y de 38% en el impuesto al valor agregado (IVA).

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