POR VIRGINIA CONTRERAS
vcontreras@lahora.com.gt
La etapa de calificación de expedientes a Contralor General de Cuentas, se encuentra en la etapa final, sin embargo Carmen Aída Ibarra, del Movimiento Pro Justicia, señala que el procedimiento que aprobó la comisión para calificar los expedientes es opaco, arbitrario, discrecional y estimula la subjetividad, porque no se está trabajando en una sesión plenaria sino se trabaja por grupos.
Debido a ello no se puede tener acceso a las discusiones que tiene cada uno de los grupos, por lo que considera que el proceso se sacó del ámbito público y se le dio privacidad a los grupos para que trabajen los expedientes alejados del ojo vigilante de los medios de comunicación y de las organizaciones de la sociedad civil que están dándole seguimiento a estos procesos.
Ibarra considera que también es arbitrario y discrecional, porque si bien existe la tabla de gradación que es el instrumento concebido para calificar de manera objetiva a los aspirantes, el mecanismo que aprobó la comisión permite que cada comisionado aplique la misma siguiendo sus propios criterios, sin atender criterios predeterminados para toda la comisión.
Señala que esto se debe a que no existió un momento en la sesión plenaria en donde los comisionados usaran los criterios generales de la aplicación. Por lo que cada quien puede aplicar la calificación que considere.
Ibarra señala que se presta para que los que son partidarios de excelencia profesional favorezcan a ese grupo, los que son del grupo de dignidad profesional favorezcan a ese otro grupo. Por último, indica que fomenta la subjetividad precisamente porque al darle vía libre a los comisionados para que pongan los puntos a su discreción, se elimina el rasgo de objetividad que tiene la tabla de gradación.