POR VIRGINIA CONTRERAS
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Hoy se presentó el Informe del Estado de la Población Mundial 2014: «El Poder de 1,800 millones de adolescentes y jóvenes en la transformación del presente y el futuro», que expone el potencial para el crecimiento económico y desarrollo social de países en donde predominan poblaciones jóvenes.

Antonio Cámara, investigador del Centro de Estudios Demográficos de Barcelona señala que el bono demográfico del factor poblacional, puede incidir en el crecimiento económico del país particularmente en la vía de las inversiones estratégicas en cuanto a capital humano.

Cámara afirma que el concepto económico consiste en dos partes principales, siendo la primera, la demográfica poblacional que indica cuando en un país existe población mayoritariamente en edades productivas, que las no productivas, como los niños o ancianos. En este sentido, el país tiene una estructura demográfica favorable para el crecimiento económico, puesto que se reducen las inversiones en educación de niños y asistencia a personas mayores.

Por su parte, Verónica Simán, representante de UNFPA indica que en el mundo hay 1,800 millones de personas en edades entre 10 a 24 años, de las cuales 600 millones son niñas y adolescentes con necesidades y retos concretos en su presente y futuro, que solo podrá ser transformado si se cuentan con las condiciones para su desarrollo pleno.

Simán resalta que en 1994 se llevó a cabo la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) en donde se acordó el programa de acción. Desde ese año Guatemala está siguiendo una ruta para lograr el desarrollo social y en ese proceso se han logrado distintas políticas, como la Política Nacional de Desarrollo Social; la Política Nacional de Juventud y la Política de Promoción y Desarrollo Integral de las Mujeres. Todos estos esfuerzos pretenden reducir las brechas de desigualdad que existen en la actualidad y que afectan a poblaciones específicas entre jóvenes y mujeres.

De acuerdo a Simán, en el país esta idea se desarrolló por medio de un proceso de Segeplan, en donde participaron más de 70 organizaciones. Indica que aunque invertir en la juventud tiene un punto de vista económico, queda en el olvido que es también un imperativo en los derechos humanos.

“Se le pide a la juventud que cambie al mundo, pero éste no cambiará si los jóvenes no pueden ejercer sus derechos humanos. Un mundo donde la cuarta parte de la humanidad no goce de sus derechos, carece de los fundamentos básicos para el cambio y el progreso”. dijo.

El Informe establece que dentro de las inversiones claves que deben hacerse para mantener el potencial de crecimiento económico, derivado de la población activa están atención primaria de la salud, agua potable, educación sexual integral, para evitar los embarazos temprano; apertura comercial y el buen funcionamiento de los mercados laborales y financieros.

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