POR ACISCLO URIZAR
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En su visita a Guatemala el mes pasado con motivo de la Asamblea General Extraordinaria sobre drogas de la Organización de Estados Americanos (OEA) José Miguel Insulza, Secretario General de dicha organización, dijo que el tema de las drogas se debe abordar por los países de la región como un problema de salud pública, tratando de darle asistencia a las personas que son consumidoras en vez de penalizarlas, como comúnmente ocurre.
Lucky López, secretaria ejecutiva de Seccatid, advierte que se debe priorizar en la prevención del consumo de drogas y estupefacientes, dado que la rehabilitación de las personas que llevan años consumiendo estas substancias representa una inversión elevada al Estado guatemalteco.
López indicó que la curación de un adicto es sumamente onerosa y si se trabaja en prevención se evitaría al país esos costos tan altos en ese tema. Si el consumo de psicotrópicos en general como tabaco, alcohol, marihuana y otras sustancias, se inicia a una edad temprana, cuando la persona llega a una edad adulta demandará al sistema de salud pública por problemas renales y enfermedades crónicas como cáncer pulmonar, lo cual representa un gasto importante.
Agregó que cada usuario representa una inversión de Q2,800 al Estado al mes y el tratamiento puede durar entre 8 a 18 meses.
La entrevistada declaró que impartirán un diplomado con duración de 10 meses que capacitará y certificará a personal que no precisamente deben ser licenciados en Psicología o médicos de profesión para poder atender a las personas afectadas por la adicción a las drogas.
“Serán certificados como socio operadores en drogodependencias… yo creo que el que tiene corazón para servirle a un adicto en una casa de internamiento en condiciones difíciles es el recurso humano que nos interesa capacitar”, señaló la entrevistada.
Por otro lado, Cyrano Ruiz, Rector de la Universidad Da Vinci de Guatemala, entidad encargada de ejecutar el programa de capacitación para prevención y tratamiento a consumidores de sustancias ilícitas dijo que la dependencia de la drogadicción se está volviendo un ébola social.
“Se tiene un concepto erróneo del problema del drogadicto. Este programa aborda el problema de frente e incorpora un elemento vital como la capacitación, necesitamos recurso humano para tratar ese problema y centros que se desplacen o se pongan en toda la República para que las personas afectadas puedan asistir, pero a un lugar donde hay personas capacitadas”, expresó Ruiz.