POR ALEJANDRO CASTILLO
acastillo@lahora.com.gt

Ante los desastres naturales, los guatemaltecos de buen corazón están dispuestos a dar más por las personas que sufren. Ese fue el caso de Magnolia Consuegra, quien durante la emergencia de la tormenta tropical Agatha –que afectó al país en 2010–, dispuso con su familia y algunos amigos acudir a la comunidad San José Calderas, Amatitlán, en medio de la lluvia de arena y tormenta tropical, para entregar víveres a los pobladores del lugar.

_buena nota_1_19“A raíz de esa experiencia nació la inspiración de realizar acciones de voluntariado, el cual se hizo realidad gracias a Gloria Gularte, quien desde Estados Unidos nos apoya para que este proyecto sea una realidad”, explicó Consuegra.

El trabajo de la agrupación está enfocado en la atención de niños, en áreas de educación, salud, ecología y medio ambiente. Actualidad están inscritos 70 jóvenes quienes son los encargados de llevar la ayuda a las comunidades y casas-hogares.

Entre las labores está la siembra de árboles, remozamiento de escuelas, visitas a casas-hogares y atención comunidades afectadas por desastres naturales, donde comparten con los más pequeños.

Además, en los primeros meses de cada año recolectan útiles escolares que posteriormente son distribuidos en escuelas que seleccionan previamente y a fin de año, realizan el convivio navideño donde comparten una refacción y entregan juguetes.

Pablo Andrés de la Vega, forma parte del equipo de voluntariado expresó su satisfacción de trabajar con los menores, víctimas de violencia doméstica o desastres naturales, porque según él, aprende mucho de las actividades que asiste.

“Participamos en una casa hogar en San Lucas, Sacatepéquez y los niños, pese a que han sufrido, no pierden la alegría de sus rostros, y eso me motiva mucho para seguir trabajando por ellos”, explicó Consuegra.

RETOS

Consuegra expresó que conforme van aumentando las actividades también crece el compromiso de recursos humanos y económicos, porque en ocasiones no se dan abasto con los jóvenes que participan en las acciones de voluntariado, y el dinero no alcanza para comprar juguetes y alimentos.

“Hay ocasiones que de nuestros bolsillos sale el dinero para pagar el transporte de los voluntarios –cuando son comunidades lejanas- y no siempre llegan todos entonces tenemos que reunir el dinero para pagar el alquiler del bus, lo que representa un gasto extra”, refirió la entrevistada.

“Ante la emergencia de la tormenta tropical Agatha, con mi familia dispusimos ir a entregar víveres a las comunidades, y esa fue la primera actividad oficial de The Hope Project”.
Magnolia Consuegra


Las personas que deseen formar parte del movimiento de voluntariado o hacer donaciones se pueden escribir al correo projecthopeguatemala@yahoo.com o visitar las redes sociales en Facebook/ The Hope Project o en Twitter @projecthopegt para enterarse de próximas actividades.

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