Por: Kevin González
Colaborador
Quetzaltenango

“Don Rafa” como cariñosamente le llaman sus vecinos y conocidos, nació en 1914 en la aldea El Edén del municipio de Palestina de Los Altos, Quetzaltenango, donde contrajo matrimonio a sus 18 años con Julia Virgilia Reyes López , con quien procreó 16 hijos de los cuales 5 ya fallecieron.

El centenar de años que tiene no le ha afectado de gran manera la memoria, pues cuando se le preguntó hace cuánto tiempo había enviudado, respondió que “como hace 8 años”, pero solo falló por uno, pues la familia indicó que eran 9.

_entrevista15_1bHablar con él es retroceder en el tiempo. “Llegué hasta sexto primaria, pero aprendí a dominar bien la aritmética, la matemática y la escritura, lo que me permitió llegar a ser maestro”.

Don Rafa recordó que llevaba su pizarra y un pedazo de yeso a la escuela para hacer sus apuntes, por eso se queda sorprendido ahora de los teléfonos celulares que en cuestión de segundos le permite hablar con sus familiares en el extranjero.

Aunque no especificó cuánto tiempo impartió clases, dijo que tuvo que abandonar ese trabajo pues el Q1 mensual que ganaba no le alcanzaba para mantener su hogar el cual iniciaba, por lo que retomó el oficio de la agricultura que aprendió de sus padres y casi que se especializó en la siembra del trigo que le vendió en grandes cantidades a empresas.

Para él la clave para llegar a su edad es buscar la voluntad de Dios, alimentarse bien y realizar cosas sanas. “Los maridos deben tratar bien a su mujeres”, dijo.

Ochoa asegura que alcanza ver el cerro Siete Orejas, que se encuentra en la parte sur de la ciudad altense, pero “mis oídos ya no me ayudan tanto”, expresó.

El entrevistado se refirió a la juventud de ahora que se entretienen con la tecnología, cuando él vivió esa etapa de su vida se pasa entre las montes cazando conejos, ardillas o pájaros.

SOLDADO DE UBICO
Ser soldado del General Jorge Ubico en 1933 es algo que marcó su vida. Recuerda que le cuidó las espaldas cuando Guatemala y Honduras sostuvieron problemas territoriales.

Otros cargos que ocupó en su municipio fue de regidor municipal, poco después síndico y luego tesorero, pero también alcalde interino por dos meses. “En ese tiempo de alcalde se le castigaba a quien cometía alguna falta en la comunidad poniéndolos a acarrear leña, tierra o a rellenar hoyos”, detalló.

INDEPENDIENTE
Su nuera Mirian de Ochoa indicó que don Rafa hace la mayoría de cosas personales casi solo. “Va al baño, se cambia, come bien”, indicó,

AL TANTO DE LAS NOTICIAS
Ottoniel Ochoa, uno de los hijos, indicó que don Rafa a las siete de la mañana pregunta si ya llegaron los periódicos, los cuales lee completos y a la hora del desayuno le cuenta el acontecer noticioso. “No pierde su alegría, él siempre va adelante cuando hay alguna fiesta”, puntualizó.

La familia indicó que el centenario abuelo se encuentra bien de salud y hasta la fecha no tiene necesidad de tomar algún medicamento de por vida.

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